ANÁLISIS

El problema (televisivo) al que se enfrenta 'Drag Race España'

Atresmedia apuesta por un formato que ha sido un fenómeno internacional y que si logra un casting interesante será una inversión que podrá comercializar con éxito también fuera de nuestro país. 

Monique Heart y Vanessa Vanjie Mateo reaccionando a un ruveal
Monique Heart y Vanessa Vanjie Mateo reaccionando a un ruveal
Borja Terán

'Drag Race España' ya es una realidad. El talent show de drags, fundado por la icónica Rupaul y que lleva años convertido en un fenómeno internacional, tendrá versión propia en nuestro país a través de Atresplayer Premium, plataforma bajo demanda de Atresmedia.

Esta mezcla de reality y talent show se ha alzado como el gran escaparate para la visibilidad del arte de drags de todo el mundo gracias a su competición de talento, mordacidad, creatividad y playbacks. Competición en la que ganar es relevante, claro. Aunque lo más importante es participar con la destreza de la personalidad propia porque la fuerza del espectáculo no sólo está en la historia que se narra durante la emisión, también está en el recorrido posterior de sus participantes más auténticas por los espectáculos con el sello del programa que giran por todo el mundo y que movilizan a sus fans allá donde acuden.

De ahí que el reto de esta apuesta de Atresmedia no esté tanto en el debate que se ha generado en redes sociales sobre quién presentará y quién será el jurado. De hecho, no parece que vayan a ser los nombres que se apuntan, como Mario Vaquerizo. Al final, el problema decisivo de 'Drag Race España' estriba en conseguir un poderoso casting que proyecte con destreza la diversidad de la cultura drag española. También fuera de las fronteras de la nuestro país. Porque la cultura drag es otra interesante marca España que explorar.

Pero el 'Drag Race' original ha sido tan seguido en nuestro país por sus participantes potenciales que puede ver cómo su casting se llena de fans del programa que imiten lo que han visto ya.  Error, pues el buen concursante de un talent de estas características es el que intenta 'ser' y evita reproducir lo que ya ha vivido, no cayendo -a veces inconscientemente- en clonar fórmulas que ha interiorizado que son el camino para el triunfo.

Así que la forma de encontrar al casting perfecto de la primera edición del Rupaul's Drag Race España será abrir el clásico casting público y, sobre todo, ponerse a la vez a buscar a esas drags españolas que no se parecen a nadie y que representan nuestra cultura autóctona. Aquellas artistas que quizá ni siquiera se presentarían al casting tradicional. Es la forma de lograr un buen elenco que rompa los moldes de la influencia internacional del 'Drag Race' y, así, sorprender al resto del mundo con nuestra cultura popular que nos hace atrayentemente diferentes.

Para no defraudar en nuestro país y poder vender esta inversión a otros mercados, lo más poderoso sería encontrar el equilibrio entre drags que representen a esa genuina cultura española que viene de hace décadas y las nuevas generaciones que ya han crecido con el show de RuPaul (tras 11 años de emisión). Estas últimas saben los trucos de maquillaje y manejan con destreza el lenguaje de las redes sociales. Ahí tal vez esté el intercambio generacional ideal que propicia la combinación perfecta entre experiencia, tablas y la frescura de la ilusión veinteañera.

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