EN PERSPECTIVA

La acusación de Kiko Hernández a 'Crónicas Marcianas' (y lo que delata de sí mismo)

Kiko Hernández arremetiendo sin escrúpulos contra 'Crónicas Marcianas'
Kiko Hernández arremetiendo sin escrúpulos contra 'Crónicas Marcianas'
Telecinco

La televisión de las miserias ajenas ha vivido durante años de polemistas que están dispuestos a casi todo por movilizar el debate del reality show. Kiko Hernández es uno de ellos. Probablemente, el que más se ha perpetuado en Telecinco desde su participación en 'Gran Hermano'. Durante dos décadas, ha trabajado en numerosos programas de la cadena, siempre caldeando la tempestad y sabiendo qué necesidades demandaban los formatos en los que aparecía para seguir en el foco. 

Y, ahora, en las redes sociales se critica que Hernández critique, valga la paradójica redundancia, prácticas que él mismo ha realizado sin escrúpulos. 

En este sentido, se han recuperado declaraciones sexistas suyas, extraídas de las tertulias de 'Crónicas Marcianas', que reflejan a la perfección dinámicas de los programas del corazón que se dedicaban a enjuiciar al personal según comentarios y prejuicios machistas.

Hernández podía haber explicado que estas expresiones las realizó en otra época y que está desaprendiendo estos clichés del machismo que intoxican toda la sociedad. Es más, eran arma arrojadiza cotidiana del estigmatizador cotilleo nacional. También en televisión. Pero no, en vez de asumir su culpa, directamente arremete contra Javier Sardá y 'Crónicas Marcianas'. Sigue polemizando hasta con temas tan sensibles descontextualizandos, intentando pasar el dardo a otro, Sardá, que ya no está vinculado a Mediaset. 

Así, Hernández acusa alegremente de que las intervenciones de 'Crónicas Marcianas' estaban "guionizadas". Y lo dice en 'Sálvame', un programa que en muchos sentidos aprende del mítico late night de Telecinco. Como si se obligara a alguien a decir lo que no quiere. Si fuera cierto, él podría negarse a decir según que cosas. Y no lo hizo. Al contrario.  Salió a gritar, sin piedad.

Lo de culpar a otro de todo, pase lo que pase, es una táctica clásica del polemista del corazón de antaño, donde parece que no había escrúpulos para eternizarse en la pantalla. Kiko Hernández representa este perfil de colaborador mercenario que se alimenta de la venta de especulaciones, cebos y mentiras sin importar la ética y la verdad.  Por eso mismo, se atreve a soltar que 'Crónicas Marcianas' estaba escrito cuando, en realidad, lo que debería relatar es que en el entretenimiento televisivo es habitual definir posiciones -quién va a estar a favor de, quién va a estar en contra de- para que exista debate y el contenido cuente con algún desarrollo narrativo. En este arte, son maestros en 'Sálvame' para que su programa tenga un tono, evolución y conflicto aireado. Ahí estriba lo hipócrita y sibilino de Hernández al intentar salvarse desde 'Sálvame' con una moralina de insinuar ciertas prácticas que, ahora, se realizan de una manera mucho menos inocente y más calculada que en 'Crónicas Marcianas'. La diferencia está en que Sardá relativizaba el devenir del universo de aquel 'marte' con la creatividad del humor que creía en la inteligencia del espectador y no intentaba engatusar al personal a través de la trascendentalidad de la especulación sin límites, que se cree superior al espectador. De ahí que Sardá haya logrado una posición en la historia de la televisión que nunca estará al alcance de Hernández.

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