RESCATADO EN 'LO DE ÉVOLE'

La primera vez de Miguel Bosé en TV y lo que retrata de su entrevista con Évole

Miguel Bosé en 'Florida Park'
Miguel Bosé en 'Florida Park'
Borja Terán

 El domingo 'Lo de Évole'-este semana se completa la segunda entrega de la entrevista- enfrentó a Miguel Bosé a su primera vez en la música. Un estreno en el mundo del escenario que refleja toda su existencia: el cantante no debutó en una sala pequeña, directamente se abrió camino frente a todo el país en el prime time de la única televisión por entonces. Gajes de ser Dominguín.

Bosé comenzó su carrera artística en el legendario programa de "varietés" 'Esta noche... Fiesta', comandado por dos astutos y visionarios autores del medio audiovisual: José María Iñigo, como presentador,  y Fernando Navarrete, como realizador. Este programa se realizaba desde la mítica sala de fiestas 'Florida Park', con su pista de baile con un sistema que se alza sobre el suelo -sigue funcionando- y el suelo ya elevado se transforma en escenario.

Aquella noche Bosé cantó 'Mi Libertad', 'Eres todo para mí' y 'Linda'. Dos canciones lentas de carácter emotivo y otra, versión del 'You To Me Are Everything' de The Real Thing, con una coreografía imposible para impresionar al personal. Al día siguiente, pocos hablaban de otra cosa. 

En las mesas del público, estaba sentada, observando con emoción, su familia al completo. Hermanas y padres. Luis Miguel Dominguín y Lucía Bosé, unidos por la primera vez del artista aunque ya estuvieran separados. Pero además, la sala estaba llena de rostros populares de la alta sociedad y la cultura popular.  De Gloria Fuertes a Raffaella Carrá. El propio Miguel Bosé recalcó en 'Lo de Évole' que él mismo participó en la lista de invitados de su puesta de largo. Pocos han tenido una oportunidad así en prime time. Aunque no fue algo excepcional: la realidad es que Íñigo y Navarrete fueron inteligentes desde el inicio de este formato a la hora de definir lo que diferenciaba a 'Esta noche... fiesta' de otros programas, como 'Directísimo'.

Ya que el programa era una celebración en una icónica discoteca, la dinámica era que los artistas se sintieran arropados siempre por celebridades. Así, ojo al ingenio de los dos autores televisivos, el espectador se sentía que se colaba en una fiesta real. En cada emisión, Íñigo iba saludando y preguntando a los asistentes más VIP. Normalmente ni se levantaba de su mesa, en la que estaba sentado como uno más. Por allí pasaban todos los artistas de la época. Allí se vivió la reaparición pública de iconos que van de Gracita Morales a Sara Montiel, a la que le preguntó que si se había operado de algo y ella le replicó a él con un ¿y tú te maquillas mucho?

Un programa que no parecía un programa al uso, contaba con mucho de reality show por la naturalidad que cobijaba en la manera de relacionarse los invitados, públicos y el propio presentador en la emisión. En este espacio, de hecho, sucedió uno de los momentos más inolvidables de la historia de la televisión en España: cuando a Lola Flores se le cayó el pendiente. Ahí fue. Y aún se sigue recordando. Y Miguel Bosé tuvo la oportunidad de debutar en ese mismo lugar, delante de toda la alta sociedad en un show que ya era un éxito de TVE. Lo que viene a ser estrenarse en el mejor escaparate de la época. Lo que viene también a definir su carrera posterior: siempre empezó a lo grande, siempre lo tuvo mucho más fácil que el resto. Tenía pedigrí, tenía belleza. Y los focos se iluminaron a su paso hasta antes de saber si tenía talento real.  Y eso también marca, la lejanía de no saber lo que cuesta todo en la realidad del trabajo en equipo de los comienzos quizá otorga una paradójica soberbia vulnerable que puede desvirtuar tu realidad.

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