OPINION

La supresión de los créditos en La 2 de TVE: cuando se amputa parte de una historia

La gran belleza
La gran belleza
La gran belleza
La gran belleza.

Sábado. La 2 de Televisión Española emite el filme La Gran Belleza. Una película que acaba con unos hermosos créditos, que son parte intrínseca de la historia de la película. Sin poder ver los créditos de cierre, esos que rezan los nombres de los integrantes del filme, el espectador se queda sin asistir a la experiencia completa de disfrutar la historia en su conjunto. Se queda sin vivir una apoteosis musical, visual y, como consecuencia, sensitiva. 

Los créditos de La Gran Belleza son un viaje en sí mismo. La película pretendió no irse a negro con los rótulos y mantener la emoción en el ojo del espectador hasta el último fundido a negro. Sin embargo, La 2 de Televisión Española ha cortado, de cuajo, los créditos. En la televisión de ho, parece que no hay tiempo que esperar y el crédito supone un incordio porque se cree que el espectador se va. Peor, si como es el caso, el crédito dura siete minutos.

Pero un canal de la idiosincrasia de La 2 no debería amputar ninguna parte de una película. Su espectador también quiere ver ese crédito. Por largo que sea. Más aún si está cuidado y completa la obra.

¿Se imagina el programador de Televisión Española que cortara los créditos finales de Cuéntame cómo pasó? No puede, porque no son un añadido: los créditos de Cuéntame son arte y parte, componen la historia que narra la existencia de Los Alcántara que, por cierto, representa la existencia de toda esta España nuestra.

Lo mismo sucede con La Gran Belleza, y la gran mayoría de las cintas que proyecta TVE.  Aunque, en este caso, el público se quedó sin asistir al colofón de la belleza de este filme por las prisas de una televisión que no siempre tiene tiempo a meditar que, tal vez, su espectador objetivo quiere ver la obra en su conjunto.

Una vez más, ha triunfado el miedo. El pavor al crédito final que corta la emisión de la película antes de tiempo y, en un canal como La 2, también tambalea la confianza de un espectador que se marcha a otras plataformas, donde ver el contenido sin que nadie menosprecie el contenido por esas rancias prisas de la mal entendida cuota de pantalla y otros delirios de los ajustes de la programación.

Para los que no vieron estos créditos, que enganchan más que gran parte de la programación de La 2, aquí están. Se puede narrar una historia maravillosa sin palabras, sólo enseñando una realidad para que el ojo del espectador busque, descubra y sienta:

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