OPINION

La tiranía del 'like': cuando se prima el número de 'followers' al talento

Paula Echevarría Instagram
Paula Echevarría Instagram

Vivimos un tiempo en el que, cada día más, es tan importante el talento como los seguidores en las redes sociales. Por eso, las redes sociales se ha convertido en la nueva gran preocupación de los actores, ya que están propiciando un nuevo sistema de contratación a la hora de elegir el reparto de una ficción. No basta la calidad interpretativa, ahora se busca el volumen de followers y likes en las redes sociales. 

Es la renovada manera de medir el tirón de un intérprete. A Úrsula Corberó o Paula Echevarría no les faltará trabajo, pues son un fenómeno en redes sociales, especialmente en Instagram, la red que en la actualidad atesora más influencia en el universo de las celebrities.

¿Os imagináis a Antonio Mercero eligiendo el reparto de Verano azul en función del número de seguidores de los chicos? ¿Qué habría sido de Carmen Maura o Ana Belén si hubiera existido Instagram hace dos décadas? Pues tal vez estarían obsesionadas con superar los 20.000 seguidores, que es la barrera psicológica que evidencia si un artista cuenta con suficiente visibilidad en las redes para arrastrar cierto público a la producción de turno. Es más, también se analiza el engagement. Es decir, los likes y comentarios que propician cada una de las publicaciones del artista. Si tiene muchos seguidores pero pocos ‘me gustas’, ya incluso se desconfía del personaje popular. ¿Habrá comprado seguidores?

No sólo sucede en el mundo de los actores, también en otra áreas artísticas, como con la de los cantantes. La perturbación por el like, por crecer seguidores, por obtener comentarios, se multiplica. Muchos compran ‘me gustas’ si ven que una de sus publicaciones no funciona como esperaban.

No pueden defraudar en redes, porque muchos, además, se ganan un plus con contratos publicitarios vinculados a sus perfiles: son cada vez más habituales las fotos o stories de actores y actrices posando con relojes, cremas, sushi, clases de inglés, tratamientos faciales, ketchup, lo que sea. Son las nuevas formas de publicidad que buscan influencers por encima de profesionalidad constatada. En las redes, el talento comienza a ser lo de menos. Y parece una tiranía de la que, de momento, no es fácil escapar si quieres formar parte del proyecto más disputado, que te produzcan un single o que te inviten al evento del mes.

Es evidente y vox populi. Los actores tienen más posibilidades de trabajar por sus seguidores que por su calidad de interpretación. Las nuevas series, sobre todos las juveniles, se construyen a la búsqueda de artistas con presencia en redes. El engagement es el dato de audiencia con el que se mide el alcance de un intérprete. Por triste que resulte, la tiranía del like está ganando unas cuantas batallas al talento.

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