OPINION

Por qué el dúo entre Amaia y Alfred es la mejor propuesta de OT para Eurovisión 2018

Amaia y Alfred descubriendo su canción, 'Tu canción'
Amaia y Alfred descubriendo su canción, 'Tu canción'
Amaia y Alfred descubriendo su canción, 'Tu canción'
Amaia y Alfred descubriendo su canción, 'Tu canción'

El dúo entre Amaia y Alfred es la mejor propuesta de Televisión Española para este Eurovisión 2018. Los dos juntos en el escenario transmiten verdad, y eso es justo lo más complicado de plasmar en un eurofestival, donde es más importante contar una historia emocional a través de una canción que recargar el escenario de parafernalias que no se entienden, error que ha cometido España en los últimos años.

En Europa nadie conocerá la evolución de Alfred y Amaia en la Academia de Operación Triunfo, tampoco el nacimiento de su naif historia de amor. Pero es fácil prever que los espectadores internaciones se quedarán pegados a su complicidad en escena, que se entiende incluso fuera de contexto o aunque bajes el volumen. En España el aliciente sí será enorme, ya que, por primera vez en años, el público se sentirá partícipe de la propuesta, ya que estamos implicados en el crecimiento personal, profesional y emocional de los dos participantes desde hace tres meses.

El único problema de la canción, "Tu canción", que les ha tocado a Alfred y Amaia radica en que recuerda, en cierto sentido, al tema con el que Salvador Sobral conquistó Eurovisión el pasado año. Sobral lo hizo también sin grandes fuegos de artificio. Sólo con su pasión, una buena puesta en escena (colocándose entre el público -no en el escenario-) y un buen juego de cámaras, que ponían a bailar al espectador al compás de la emoción del artista.

Seguir cierta estela de Sobral es el único y mínimo problema, porque Tu canción es un viaje emocional que traspasa: porque es sugerente, porque conecta de bruces con la historia de Amaia y Alfred -que es la historia de todos- y porque lo que narra se entiende aunque no se comprenda el idioma en el que está cantado el tema. 

"Siento que bailo por primera vez junto a ti, sé que en ti puedo encontrar esa voz que me abriga si el tiempo va mal. Todo es perfecto si estás, a mi lado, creando una nueva ciudad". Amaia se emocionó escuchando por primera vez el tema, que ya es un himno y sólo acaba de ver la luz.  También la propia Noemí Galera, que resumió el hit con una contundente: "es muy bonita... y es muy vosotros". Lo hizo ante la atenta mirada del compositor de la obra, Raúl Gómez, ganador de otro talent show, El Número Uno. De hecho, él tiene mucho en común con estos chicos: una sensibilidad y un carisma fuera de lo común. Un chico que, además, ejemplifica que el talento se abre camino por encima de la televisión y de los efímeros espejismos de la exposición mediática. Raúl Gómez es, por tanto, otro factor emocional extra que esconde la trastienda de esta propuesta que promete crear una catarsis colectiva en la gala de Operación Triunfo del próximo lunes.

Tras años en los que España ha apostado, con nulo éxito, por solistas en Eurovisión, es hora de cambiar de concepto de propuesta y, además, juntos, Amaia y Alfred cuentan con una contundencia en escena que es imprescindible en Eurovisión y, además, Amaia atesora un superpoder para el festival: no le impone nada el escenario.

Su paso por Lisboa será igual que su paso por el plató de Operación Triunfo: será responsable en la interpretación, pero no le impondrá ponerse encima de las tablas de Eurovisión, que es justo uno de los problemas que ha sufrido España en sus últimas propuestas eurovisivas, con cantantes no demasiados curtidos en escenarios televisivos que, encima, se sentían con una responsabilidad tóxica al llegar su turno en la perversa exposición del festival europeo. Esto mismo lo podría sufrir Agoney, como fan habitual de Eurovisión; Aitana, por su transparencia que aún no puede disimular los fallos en escena; Miriam, por no ser una artista sin un carácter claramente diferenciado, o Ana Guerra, que repetiría el rol de solista tradicional y que ha demostrado varias veces que puede flojear vocalmente en un espectáculo de tales dimensiones.

En cambio, Alfred y Amaia tienen en la sencillez de Tu canción una oportunidad para poner sobre el escenario toneladas de honestidad, autenticidad y solvencia vocal. Son diferentes a todo: son ellos mismos con todas sus consecuencias, desprenden verdad y, lo más importante, parece que les da absolutamente igual Eurovisión. Irán a Lisboa a sentir la música como lo hacen en la academia cuando se ponen a tocar el piano y cantar en sus ratos libres. Y este es el factor más clave para brillar en Eurovisión: respetar Eurovisión, pero sin que la importancia de Eurovisión te imponga y te aplaste.

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