OPINION

¿Por qué los artistas prefieren cantar en playback en televisión?

Late Motiv mala rodríguez
Late Motiv mala rodríguez

La música en directo ha ido regresando en los últimos años a la televisión. En tiempos de pérdidas de rumbo del audiovisual, era menester recuperar el arte en vivo para volver a encontrarse.  'La Hora Musa' de La 2 de Televisión Española, 'Late Motiv' de Buenafuente o las 'Sesiones' de Movistar Plus son tres ejemplos de formatos actuales en los que los artistas pueden ir a lucirse en directo. 

Pero no siempre es así. Desde los noventa, lo habitual ha sido ver apariciones de cantantes o grupos tocando en playback en los espacios en los que se hacía hueco para actuaciones musicales. Incluso, desde el sofá de casa, era fácil criticados por caer en los tentáculos del playback en vez de demostrar su arte vocal en vivo en los platós de España. 

Aunque la culpa no siempre es de los intérpretes que cantan de verdad (no de los que falsean con autotune), el embolado surge de las propias cadenas y las dinámicas de trabajo en los programas. A los grupos no les queda más remedio que lanzarse al playback, pues muchos formatos a los que acuden no están preparados para acoger una actuación en directo con las condiciones técnicas idóneas.

A los propios programas les sale más a cuenta que el cantante llegue y mueva los labios. Sin más preparación. Sin necesidad de ningún tipo de ensayo, sin necesidad de prueba de micros, sin necesidad de tomar niveles de sonido, sin necesidad de un buen envoltorio acústico, sin necesidad de una dirección artística que organice y dirija creativamente la realización visual e interpretativa en directo. Se sale y como salga.

De ahí que el playback haya sido tendencia en grandes cadenas generalistas, sobre todo en magacines y otros programas que se hacen con más prisa que tiempo..Lejos quedan aquellas épocas en las que en TVE se avisaba, con un letrero sobreimpresionado en pantalla, que la canción de turno era “pregrabada”. Porque era la excepción que confirmaba la regla. Incluso se hacía hincapié con ironía en que aquello era “un riguroso playback“ en ingeniosos shows como 'La Bola de Cristal'.

Ahora, en cambio, sucede lo contrario: el espectador ya no se cree que la gente cante en directo. Así que hay que hacerlo al revés: son los shows que cuentan con las condiciones y apuestan por la voz en vivo los que avisan con un rótulo sobreimpresionado en pantalla que el intérprete de turno está cantando con “voz en directo“. Hay que recalcarlo, como si fuera algo inaudito.

Los artistas no cuentan casi con programas idóneos para promocionar su música en las condiciones adecuadas y que llegue a grandes audiencias. Ni un simple acústico se sustenta en los formatos a los que pueden acudir de las televisiones privadas. Y eso ha provocado que la música empezara a dejar de interesar en la televisión tradicional. Porque las propuestas que se realizaban eran demasiado previsibles. Por tanto, para eso, la audiencia prefiere irse a ver un videoclip en Youtube en el que pasen cosas. No existe tiempo para trascender con actuaciones creativamente imaginadas para la posteridad. Lo de menos es la música pensada para emocionar por la tele. Así que es mejor asegurarse con un playback que no deje vendido al cantante. Menos trabajo para las cadenas, más seguridad para el artista.

No obstante, al final, esta situación no beneficia a nadie. Ni a los programas, ni a los protagonistas (si son artistas de verdad, claro, Isa P no cuenta). El espectador sólo recuerda aquellas actuaciones que aprovechan la oportunidad televisiva con una propuesta artística diferenciada que cuida la realización, iluminación e interpretación. En definitiva, superar la generación playback de usar y olvidar es el porvenir que ya va marcando el compás de la televisión. Porque la música en directo y la tele se requieren mutuamente para seguir transmitiendo con sensibilidad. En 'Late Motiv' se ejerce esta comunión y se hace con la belleza de no grabar, sino contar una buena historia a través del envoltorio visual que abraza el arte musical. Descúbrase, por ejemplo, la actuación de la Mala Rodríguez este mismo miércoles con Emilio Aragón al piano. Y los planos detalle de su labio acercándose al micrófono... Un micrófono, encendido.  

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