Telecinco ha sido la cadena más vista en abril. Una vez más, Telecinco es líder. Lo ha vuelto a hacer con un 15,2 por ciento de cuota de pantalla de media, un punto más que en marzo, alcanzando el mejor dato en veintidós meses y, por cierto, sin ninguna serie en su prime time.
Telecinco es fuerte con programas de entretenimiento, donde ahora especialmente destaca el gran seguimiento de Supervivientes. Las audiencias del reality, presentado por Jorge Javier Vázquez, incluso rondan el 30 por ciento de cuota de pantalla, resultados de tiempos en los que la competencia era menor y sólo existían tres canales.
La cadena principal de Mediaset ha afianzado, durante más de una década, una programación que se sustenta en grandes franjas en directo que se alimentan del folclore nacional y los efectismos de la tele-realidad. Supervivientes ha dado en la tecla de la fusión de este tipo de ingredientes de culebrón costumbrista, que funcionan tan bien dentro de Telecinco. Y eso ha aupado la audiencia media de la cadena, pues este reality rellena con éxito tres prime times a la semana. Junto con La Voz y Factor X, dos talent shows adaptados a la reconocible imagen del canal: poniendo más el foco en la emoción del dime y el direte que en una puesta escénica musical que atrape por el talento del artista.
Telecinco triunfa sin ninguna serie en emisión. No necesita la ficción, a pesar de ser un canal premeditadamente generalista, lo que se debería traducir en una oferta diversa con todo tipo de formatos de programación. Un detalle que define hacia donde está evolucionando la televisión, tras la popularización de los nuevos consumos bajo demanda.
En la nueva televisión es crucial definir un reconocible sello de cadena en la que el espectador sabe lo que se va a encontrar. Telecinco ha acotado su imagen de cadena que enfoca siempre su contenido al directo que se nutre del arte del entretenimiento a medio camino entre el sensacionalismo sin pudor y la ironía que todo lo relativiza.
Netflix no podrá con Telecinco
Telecinco tiene definida su marca de TV que acompaña al espectador en directo, lo que supone un antídoto contra los nuevos consumos bajo demanda. El canal se sostiene en un público que no echa de menos series. No son seriéfilos, prefieren el culebrón de la imprevisible tele-realidad.
Entonces, ¿Telecinco no necesita ya producir series? Telecinco necesita producir series para liderar en todos los ámbitos del mercado español. Pero quizá debería cambiar su estrategia a la hora de programar series y, así, por ejemplo, impulsar su segundo canal, Cuatro, como gran escaparate premium de la producción de ficción original de Mediaset.
Las series de producción propia serían una buena forma de impulsar la identidad de Cuatro con una oferta complementaria a Telecinco. Así se protegerían productos como La Verdad y se fortalecería el segundo canal con competitiva inversión de primer nivel. Un tipo de producto que se protege dentro de una cadena con un público afín a series. "Las series eligen Cuatro" fue una interesante y exitosa campaña del canal rojo.
Los canales ahora compiten en grupo y, en una televisión cada vez más fragmentada, el poder está en definir bien la marca de cada canal, aunque no sea líder por sí solo. La mayor fuerza está en que el espectador sepa lo que se va a encontrar en cada emisora. Para amar o, directamente, odiar todo lo que ponen en ese canal.
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