En mi molesta opinión

Choque de 'trenes' entre socialistas y podemitas: ya rugen los tambores de la guerra electoral

Pedro Sánchez en el Senado con el grupo socialista
Choque de 'trenes' entre socialistas y podemitas: ya rugen los tambores de la guerra electoral. 
Agencia EFE

El saben aquel que ‘diu’ que hicieron unos túneles muy bonitos pero de repente no los podían utilizar porque no cabían los trenes, se habían equivocado con las medidas. No, no es un chiste de Eugenio, es la pura realidad de este Gobierno que no da pie con bola, ni tan siquiera de carambola. Dicen que ha sido un error de cálculo en las dimensiones de los vehículos, en un proyecto que afecta sobre todo a las regiones de Asturias y Cantabria. Adif y RENFE son los responsables de este desaguisado estilo “Pepe Gotera y Otilio chapuzas desde Moncloa y a domicilio”.

El contrato de 258 millones euros sufrirá unos gastos extras y un retraso de unos tres años por este error garrafal. Los 31 convoyes de vía estrecha que no cupieron porque eran demasiado anchos se encargaron a la empresa vasca CAF, aunque esta no fue la responsable del error, sino la que lo detectó; la responsabilidad directa hay que atribuírsela a RENFE que facilitó mal los datos de los gálibos, que marcan la dimensión máxima de los vagones. Rápidamente ha salido a la palestra rasgándose las vestiduras la ministra de Transportes, Raquel Sánchez, y el incansable presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, exigiendo ambos que rueden cabezas por tamaña torpeza. Cabezas que ya han caído, una en Adif y otra en RENFE.

Del traspiés de los túneles y los trenes pasamos a otros errores más graves y descarados: la Ley del “Sólo sí es sí”. Es incomprensible el empecinamiento del Gobierno y de su socio, Unidas Podemos, con este asunto que lleva coleando desde hace meses y que desde su aplicación ha provocado que más de 400 presos hayan visto reducida su condena. El problema sigue y se agrava, pero hasta ahora el Ejecutivo y Pedro Sánchez no han hecho nada para solucionarlo, repito, no han hecho nada, a pesar de la gran alarma social que provoca y las continuas quejas de todos los políticos, incluidos los partidos de izquierdas que en su día votaron a favor.

Sin embargo, hemos oído desde hace semanas los constantes insultos de una excitada y descompuesta Irene Montero dedicados a todo el mundo que discrepe de esta Ley de “Garantía integral de libertad sexual” que tanto escándalo está provocando, pero que a la ministra le parece maravillosa y los equivocados, según ella, son todos los demás: “los jueces por ser unos fachas”, “los políticos de derechas por ser unos fachas”, “Manuela Carmena por ser una facha”, “Felipe González por ser un facha”, etc. No es de extrañar que la ex alcaldesa de Madrid representante de la izquierda, Carmena, definiera con acierto lo que pasa en Unidas Podemos y a la ministra de Igualdad: “Es un problema de soberbia infantil”. La prepotencia es mala compañera y hace que te equivoques a menudo, e impide que rectifiques.

Están los insultos gratuitos de Montero por un lado, pero después también aparecen las constantes falsedades de la ministra que aunque las repita mil veces no dejan de ser falacias. Desde hace días Montero ha empezado con la falsa teoría de que nadie les advirtió de los errores de la ley: ”Nadie lo avisó y nadie va a poder presentar un papel en el que eso se avisase”. La mentira tiene las piernas muy cortas, y para comprobarlo basta leer dos noticias de la cadena SER, nada sospechosa de ser “enemiga” del Gobierno, para comprobar como ya en marzo de 2020 la periodista Nieves Goicoechea informaba en esa misma emisora de la “Tormenta de objeciones al proyecto de reforma de Irene Montero para los delitos sexuales”, y añadía que “las críticas se resumen en que el borrador repartido por Igualdad era más político que legislativo, incluso emplea palabras que no figuran en la RAE; bajaba las penas sin tener en cuenta la jurisprudencia del Tribunal Supremo, no incorporaba correctamente el Convenio de Estambul y tenía una clara vocación invasiva.”, estos son sólo algunos desacuerdos.

En otro apartado de la misma noticia, Goicoechea muestra textualmente su sorpresa al comprobar cómo actúa el equipo legislativo de Montero: “Sorprende el Ministerio de Igualdad al proponer rebajar la pena de cárcel a los violadores y agresores sexuales. Para el delito de violación, plantea de cuatro a diez años de prisión, cuando en la actualidad es de seis a doce. Y baja de uno a cuatro para el agresor que atente contra la libertad sexual de otra persona sin su consentimiento”. Decir que nadie había dicho nada ni nadie había advertido de los peligros de esta Ley, es mentir sin escrúpulos.

En el arranque de este artículo, hablábamos de los trenes de vía estrecha que, sin embargo, no cabían en los túneles, y que lo primero que dijo la ministra es que rodarían cabezas por este gran error. Hemos visto que la Ley Montero es un fiasco superior que ha obligado a la parte socialista del Gobierno presentar una rectificación para frenar los problemas legales de la misma, pero la ministra Montero ha dicho que no dimitirá de su cargo, que eso sería un error... ni por asombro, ni lo sueñen, chupando del bote se vive muy bien, y dónde iba a estar ella mejor que en su despacho dando espectáculo y cobrando tan ricamente, esto último no lo ha dicho ella, lo digo yo. Ella sólo lo piensa en la intimidad y deja que sean los demás los que pensemos que todo lo hace por la pasta.

El eje central que aglutina toda esta gran movida política lo marca el propio presidente, Pedro Sánchez, máximo mandatario y por tanto máximo responsable de lo que acontece en el Ejecutivo, y más cuando él no es capaz de exigirle a Montero que por el bien suyo y del Gobierno de coalición deje su despacho y abandone el cargo con un mínimo de dignidad. La vergüenza y el saber estar -o el saber irse a tiempo- no lo da el cargo sino otros elementos más profundos que te hacen valer y crecer como persona más allá de tus responsabilidades oficiales. Montero merece dimitir por sus grandes errores, que salpican y mucho al presidente, y por su actitud ególatra en todas las cuestiones que maneja. Su actitud denota ciertas carencias intelectuales y políticas.

El choque de trenes, que no de túneles, entre socialistas y podemitas está más que servido. Ya se escuchan los tambores de guerra electoral y los chamanes ya huelen la batalla de las urnas. En cualquier momento el nefasto pacto puede saltar por los aires, motivos hay más que suficientes, no solo por la Ley del “Sí es sí”, sino también por otras cuestiones: el desplante de UP ante Marruecos, el descrédito de UP a Ucrania, el apoyo de UP a Putin, la negativa de UP a aumentar el presupuesto de Defensa… sigue y suma, y verás como Sánchez tenía razón cuando dijo que no podría dormir con los de Podemos en el Gobierno.

Lo malo, es que ahora es tarde y Sánchez ya no puede poner de excusa que Podemos le quita el sueño; cuando lleva tantos años durmiendo a pierna suelta con su enemigo, hasta el extremo de convertirse él mismo en su propio enemigo. Por mucho que engañe y lo niegue José Félix Tezanos, Sánchez ya resta más que suma y es un problema para el propio PSOE y para el propio Pedro Sánchez. Lo veremos en las próximas elecciones autonómicas y municipales, la negra factura del presidente del Gobierno recaerá en los líderes socialistas sur se presenten en las elecciones de mayo. 

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