Los 7 errores absurdos que han hundido al PSOE en las encuestas

  • Los votantes no han abandonado al PSOE sin que antes este partido se pegara un tiro tras otro en ambos pies.

    El PSOE no obtendría resultados tan nefastos en las encuestas de no haber cometido estos siete errores garrafales.

Luena dice que la encuesta reafirma la necesidad de convocar ya el congreso del PSOE: "No hay excusas"
Luena dice que la encuesta reafirma la necesidad de convocar ya el congreso del PSOE: "No hay excusas"
EUROPA PRESS

Muchos votantes no habrían abandonado al PSOE si previamente este partido no se hubiera pegado un tiro tras otro en ambos pies. Aclaremos conceptos básicos. El PSOE no está siendo fagocitado por Podemos. El mismo Iglesias lo ha reconocido alguna vez: “Si PP y PSOE hubieran hecho lo que debían, nosotros no estaríamos aquí”. El PSOE se está matando él solito

(Te interesa leer: La incomprensible pulsión suicida de la izquierda por facilitar las cosas a la derecha)

No deja de sorprenderse uno por esta pulsión suicida de los últimos años. ¿Cómo es posible que el partido que siempre ha presumido de parecerse más a los españoles haya perdido más de la mitad de sus apoyos en menos de una década? (ver resultados electorales de 2008)

Pero no hace falta ir tan lejos. ¿Cómo es posible que que la pérdida de apoyos se haya agudizado en solo un año, como revela la encuesta del CIS publicada este lunes ? A mi juicio, por siete errores tan garrafales como absurdos, en gran parte atribuibles al mismo Pedro Sánchez.1. Prometer una democracia interna que ha brillado por su ausencia

Si algo quiso copiar descaradamente Pedro Sánchez de Podemos fue su interés por dar la voz “a la gente”, esto es, a sus militantes. El desenlace de su período como secretario general no ha podido evidenciar mejor hasta qué punto estaba lejos el PSOE de los métodos de elección podemitas.2. Despreciar a tus aliados de izquierda

El PSOE no ha ejercido una mayoría absoluta en el Congreso español por casi 30 años. Tras el desastre de 2011 los socialistas tenían clarísimo que solo podrían gobernar en un futuro con el apoyo de partidos a su izquierda. Cuando Sánchez proclamaba abiertamente que no estaba dispuesto a pactar “ni con la derecha ni con los populismos”, identificando a unos y otros, socavaba sus propios futuros apoyos de izquierda.3. Dinamitar cualquier posibilidad de acuerdo puntual con tu derecha

Para evitar pérdidas de votos por la izquierda, Sánchez quiso convencer a todo el mundo de que no había ni la más mínima posibilidad de pactar nada con el PP. Pero el hecho es que el PP y PSOE sí han coincidido en temas clave, como la lucha antiyihadista o el techo de gasto. Aprovechando que el PP había perdido su mayoría absoluta, Sánchez tuvo la oportunidad de imponer condiciones, como hizo recientemente el SPD alemán con Ángela Merkel en Alemania. No quiso aprovecharla, fundamentalmente por miedo a las críticas de Podemos.

4. Cortar todas las salidas de una difícil situación política

Tiempo después de las elecciones de junio, el secretario general del PSC y ‘sanchista’ convencido Miquel Iceta, decía en voz alta lo que todo el mundo pensaba: “Negarse a pactar con el PP, negarse a pactar con Podemos, y evitar nuevas unas terceras elecciones es un imposible”. Sánchez se negó a escuchar hasta a sus más fieles consejeros.5. No reconocer las derrotas electorales y venderlas como victorias

Sólo hay una cosa que provoca más decepción en cualquier afiliado que una derrota electoral: negarla. Sobre todo, cuando resulta tan evidente que puede situarse entre los récords negativos. Sánchez obtuvo los peores resultados de la historia reciente del PSOE en 2015, y volvió a empeorarlos en 2016. Su reacción fue celebrar que seguían vivos en el primer caso, y que Podemos no les adelantó en el segundo.6. Descuidar la relación con los barones

Pedro Sánchez se equivocó al entender que podía correr riesgos sin el respaldo expreso de los líderes regionales del partido, especialmente de la Federación más importante, la de Andalucía, pero también otras importantes como Castilla La Mancha, Extremadura o Valencia. Creyó que su liderazgo estaba consolidado y no lo estaba en absoluto. Quizá este error pueda atribuirse en gran parte a su secretario de organización, César Luena, que debió garantizar que los apoyos que le sirvieron para llegar a la secretaría general también apuntalarían su política de alianzas post-electorales.7. Menospreciar los poderes fácticos del partido

Ningún español mínimamente interesado en política desconoce la estrecha relación del PSOE con grupos de comunicación como PRISA, figuras históricas como Felipe González o determinadas empresas del Ibex. Pedro Sánchez actuó al margen de todos los poderes fácticos de su partido, como si el PSOE más débil de los últimos años no necesitara de ellos. Bastó unas declaraciones de González en la SER, poco después de una conversación secreta entre Susana Díaz y el expresidente de Telefónica, César Alierta, para demostrar cuán equivocado estaba Sánchez. Cuando quiso reconocerlo en una entrevista televisiva, ya era demasiado tarde para él.

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