Cuaderno de venta

Es el momento de un fichaje galáctico de Feijóo que ilusione a la economía

El candidato a presidente del PP mantiene en secreto qué personas le acompañarían en Moncloa en caso de que gane las elecciones y pueda formar gobierno a partir del 23 de julio, pero ha dado algunas pistas.

Pablo Isla y Alberto Núñez Feijóo.
Pablo Isla y Alberto Núñez Feijóo.
Europa Press

Con las encuestas soplando a favor de cara al 23 de julio, el candidato a las elecciones generales del Partido Popular (PP), Alberto Núñez-Feijóo, no quiere empezar a repartir carteras ministeriales antes de saber si podrá gobernar. No quiere vender la piel del oso antes de cazarlo, pero está pecando de prudencia ante una cita en la que el votante busca conocer también quién le acompañará, qué equipo tendrá y cómo sería un Ejecutivo bajo su mando. Certezas, haberlas haylas, por ejemplo, que mantendrá la bicefalia Economía y Hacienda, o que Juan Bravo ocupará un rol relevante al frente de la tesorería, le confesó a Aimar Bretos en La Ser.

Feijóo va dejando migas de pan en cada aparición pública ante los medios, pero busca deliberadamente proteger en campaña a sus ministrables para evitar someterlos a campañas infantiles del estilo 'Nadia o nadie'. Alto secreto hasta que llegue el momento. "No lo sabe ni el cuello de mi camisa", le espetó a Pablo Motos en Antena 3. "Lo que sí le diré es que mi objetivo es nombrar una vicepresidenta del gobierno y un ministro de Economía. Y son buenos, muy buenos". Ya sabe quiénes serán.

Nada en claro por aquí, salvo que el gallego buscará un golpe de efecto con algún fichaje galáctico que ilusione al mundo económico. Es una de las cuestiones que surge con recurrencia bajo micrófono apagado. Esa necesidad de cambiar el clima de una legislatura en la que muchos empresarios y empresarias se han sentido ninguneados, odiados, caricaturizados y hasta insultados en distinto grado por diferentes miembros del gobierno. Casos de Ferrovial -por sus planes de internacionalización- o Mercadona -por liderar su sector- han dejado un halo de injusticia entre quienes crean empleo y aportan riqueza en la economía española.

Para llevar el estandarte del Ministerio de Economía se necesita "alguien que sepa de economía", como le recordó el propio Feijóo a Carlos Alsina en Onda Cero sin asombrarse de la perogrullada. Quizá sea una crítica subliminal al Gobierno actual, que defiende que la cosa económica va como una moto para estupefacción general. La lista de ministrables frecuentes del PP lleva irremediablemente a pensar en aquellos que ostentan funciones públicas como Luis de Guindos, vicepresidente del BCE, o Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España. Incluso José Ignacio Goirigolzarri, que ha dedicado su talento como banquero al servicio público desde 2012 a sanear y resucitar Bankia hasta su venta a Caixabank.

La necesidad de un supergestor

Pero desde hace año y medio hay un nombre que tiene encaje en esa lista que de verdad sabe de economía, de la real, esa que consiste en producir y vender para pagar nóminas e impuestos para costear el sector público y el Estado de Bienestar. No es otro que Pablo Isla, ex compañero de gobierno de Feijóo durante una breve etapa hace 27 años en la segunda línea del primer Gobierno de José María Aznar. Fue director general de Patrimonio del Estado (1996-1998) mientras el actual líder del PP era presidente del Instituto de Nacional de Salud. 

Pero la relación de confianza entre ambos se ha fraguado durante más de una década en Galicia entre confidencias, confesiones y amistad, uno al frente de la Xunta y otro de Inditex (Zara), un caso de éxito sin discusión en la historia empresarial española desde sus inicios hasta su expansión global. La pareja de Feijóo, Eva Cárdenas, fue además una de las responsables de Zara Home, una de las unidades de negocio de éxito de la compañía. Aunque Isla cogió las riendas de la compañía ya cotizada en bolsa, bajo su gestión se hizo un referente mundial de su sector y un ejemplo de transformación digital hasta convertirse en el mayor 'ecommerce' español. 

Experto en competitividad, organización, dirección y liderazgo de equipos, el ejecutivo madrileño destacaría por encima de cualquier otro candidato en un proceso de selección. Ofertas para liderar otras grandes multinacionales tras Inditex no le han faltado, pero tampoco se ha tomado un periodo sabático y ha desempeñado un rol protagonista en la enseñanza de alto nivel en el IE University como presidente de su consejo rector. Desconocido para el gran público, Isla tiene fama internacional como uno de los mejores gestores españoles y solo por esa cualidad devolver la ilusión a cualquiera a la vista de cómo van las cuentas públicas españolas.

Con Pedro Sánchez, Nadia Calviño y María José Montero, la deuda pública se ha disparado desde 2019 en 300.000 millones de euros, hasta 1,5 billones de euros, pese a que la recaudación en impuestos también ha crecido de forma exponencial en este periodo en casi 60.000 millones anuales, hasta los 270.000 millones que se estiman para 2023 al ritmo de crecimiento actual. La combinación de un aumento de ingresos sin parangón pero todavía mayor apunta al síndrome de la manorrota.

El Gobierno ha tenido además de la ayuda extra de los fondos europeos (140.000 millones) tras la solicitud de ayuda financiera planteada para costear los efectos de la pandemia. También ha gozado de las mejores y más baratas condiciones de financiación de la historia con el BCE colocando los tipos al 0% y comprando deuda pública española de forma masiva. Hay quien dice que nunca un gobierno lo tuvo más fácil desde el punto de vista financiero y lo gestionó peor. En 2023, todas esas condiciones extraordinarias están desapareciendo y será el siguiente gobierno quien tenga que arreglar el desequilibrio en las cuentas públicas con un experto en gestión. Si algo puede garantizar el mejor consejero delegado (CEO) del mundo en 2017 por la revista Harvard Business Review es, precisamente, que las cuentas cuadren.

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