Un anciano exjuez de bajo perfil al frente del gobierno interino de Pakistán

  • El recién escogido primer ministro interino de Pakistán, Mir Hazar Jan Joso, que hoy juró su cargo, es un anciano juez retirado desde hace dos décadas que con su perfil bajo ha contentado al grueso de las fuerzas políticas.

Pau Miranda

Islamabad, 25 mar.- El recién escogido primer ministro interino de Pakistán, Mir Hazar Jan Joso, que hoy juró su cargo, es un anciano juez retirado desde hace dos décadas que con su perfil bajo ha contentado al grueso de las fuerzas políticas.

La Comisión Electoral de Pakistán (ECP) anunció ayer que este exmagistrado de 84 años y originario de la convulsa provincia occidental de Baluchistán liderará el Gabinete hasta las históricas elecciones que se celebrarán el próximo 11 de mayo.

Por primera vez en 65 años de trayectoria del país, un gobierno civil ha completado sus cinco años y el procedimiento previo a los comicios ha transcurrido según lo previsto a pesar de las múltiples teorías conspiratorias que amenazaban con descarrilarlo.

Joso sustituye a Rajá Pervez Ashraf, quien había ejercido el cargo desde junio de 2012, cuando su predecesor Yusuf Razá Guilani fue descalificado por el Tribunal Supremo por desacato en un caso de corrupción.

El nuevo primer ministro era uno de los nombres propuestos por el hasta ahora gobernante Partido Popular de Pakistán (PPP) pero no aparecía como favorito en las apuestas por su avanzada edad y por una falta de renombre político que al final parece haberlo beneficiado.

Su nombramiento, que logró cuatro de los cinco votos en el comité de la Comisión encargado de la elección, ha recibido el beneplácito de los principales partidos ya que, como afirma el diario Express Tribune, "era el que levantaba menos objeciones".

El relativo consenso que despertó el nombre de Joso quedó patente en el hecho de que su designación se hizo sin apurar el plazo legal de nombramiento a pesar de que, según el diario Dawn, la decisión se alargó porque la Comisión electoral buscaba lograr la unanimidad.

Algunos colegas de Joso lo definieron, de acuerdo con el mismo rotativo, como "apolítico, honesto y recto".

En unas escuetas declaraciones realizadas ayer, poco después de ser designado, el interesado se limitó a manifestar su compromiso con la celebración de una comicios transparentes y en los plazos previstos.

Joso llevó ese compromiso hasta el punto de afirmar ante los medios que dimitiría si por cualquier circunstancia se alargaba el mandato del Gabinete interino.

El exmagistrado formó parte de las más altas instancias judiciales del país, pero colgó la toga hace casi dos décadas tras haber tenido un último puesto como máximo responsable del Tribunal Federal de la sharía, que ve casos relacionados con la ley islámica.

A principios de la década de 1990, el ahora designado primer ministro ya ocupó cargos similares en el ámbito regional al ser por dos veces gobernador interino de su provincia natal de Baluchistán.

Su origen fue, según algunos por medios locales, uno de los factores que ayudó a su elección, ya que lo aleja tanto del PPP, cuyo bastión es la provincia meridional de Sindh, como de la opositora Liga Musulmana-N, que basa su poder en el Punyab, en el este del país.

Para algunos analistas, el primer ministro podría incluso aprovechar su procedencia baluchi para mediar en los conflictos que azotan a esa región occidental del país, la más violenta de Pakistán, y promover la participación electoral en la provincia.

Así lo manifestó al Express Tribune un exjuez y antiguo miembro de la Comisión Electoral Tariq Mehmud, aunque otros analistas matizaron la capacidad real de una figura de tan escaso recorrido para intervenir de forma eficaz en un terreno tan resbaladizo.

Mostrar comentarios