
El que será presidente de la empresa audiovisual estatal deberá capear una crisis reputacional, el desengaño de la plantilla con el proyecto y una deuda aún más severa a causa del coronavirus.
El que será presidente de la empresa audiovisual estatal deberá capear una crisis reputacional, el desengaño de la plantilla con el proyecto y una deuda aún más severa a causa del coronavirus.