El futuro de la corporación

El legado de Mateo a Tornero en RTVE: crisis de deuda, reputación y audiencias

El que será presidente de la empresa audiovisual estatal deberá capear una crisis reputacional, el desengaño de la plantilla con el proyecto y una deuda aún más severa a causa del coronavirus.

José Manuel Pérez Tornero
El legado de Mateo a Tornero en RTVE: crisis de deuda, reputación y audiencias.
EFE

El desbloqueo a la situación en RTVE va a servir para poner fin a casi tres años de liderazgo de Rosa María Mateo desde el cargo de administradora única. Que la todavía responsable de la corporación pública desempeñase un rol marcado por la interinidad no quiere decir que no haya hecho cambios o dejado su sello en la empresa estatal audiovisual. Su gestión la va a heredar ahora el catedrático José Manuel Pérez Tornero, el presidente de consenso que han elegido PSOE y PP para que se ponga al frente de la firma. Un puesto en el que no solo va a tener que asumir las tareas y desafíos del día a día en un lugar tan complejo como Radio Televisión Española; también tendrá que solucionar varios asuntos, como la deuda -que se ha incrementado a causa del coronavirus-, la crisis de reputación y de audiencias, además del hartazgo de una plantilla que dice estar desilusionada.

El primer reto de Pérez Tornero será el de la garantizar la viabilidad de la empresa, que está en una situación mucho peor con respecto a cuando Mateo entró para hacerse cargo de la misma. Hasta 2018, RTVE tuvo beneficios. En 2019, ya con la veterana periodista al frente, todo se complicó. La firma volvió a las pérdidas, que se quedaron cerca de los 30 millones de euros. Las cuentas del último ejercicio aún no están cerradas, aunque la propia Mateo apuntó en una comparecencia parlamentaria que la deuda de 2020 rondaría los 50 millones de euros, cifra que puede ser incluso mayor, según las fuentes de la corporación consultadas por La Información. Tornero tendrá que buscar cómo reducir ese agujero, mayor de lo previsto  como consecuencia de la pandemia del coronavirus.

Los efectos de la crisis sanitaria serán otro de los frentes para la nueva dirección. Para empezar, en el ámbito económico, la administradora provisional señaló que el virus había supuesto un golpe de otros 30 millones para la compañía. Una estimación que genera dudas entre los trabajadores, ya que las fuentes consultadas recuerdan que los costes se han reducido a causa de la Covid. "Casi todo el mundo ha trabajado desde casa y RTVE apenas ha ayudado con los gastos derivados de ello. Que expliquen por qué ha crecido tanto la deuda", destacan fuentes sindicales. El teletrabajo será precisamente otro de los asuntos a gestionar, ya que falta decidir por qué fórmula se opta cuando las vacunas permitan volver a concentrar a los trabajadores en las distintas instalaciones.

Las ventajas económicas del presidente elegido por los partidos en el Congreso es que contará con un presupuesto mucho más alto que el de años anteriores. Pérez Tornero gestionará 1.127 millones en este 2021, lo que supone un 12,7% más que en el ejercicio anterior. Lo que no significa que cuadrar las cuentas vaya a ser fácil. Mateo ya advirtió de que los ingresos que llegaban de los operadores privados estaban muy mermados a causa de la crisis publicitaria por el virus, por lo que puso sobre la mesa que habría que revisar cuál iba a ser la aportación de plataformas como Netflix o HBO a RTVE. Una idea que comparte el futuro presidente, que lo mencionó en su comparecencia en el Congreso, lo que evidencia que está dispuesto a dar la batalla para que las grandes del streaming también tengan que destinar un porcentaje a la radio y televisión públicas. 

Reputación, otro de los problemas

Las consecuencias y la valoración de la función informativa y de servicio público de la corporación es otra cuestión en la que Pérez Tornero tendrá que emplearse a fondo. La imagen de televisión politizada y que obra en función de quien gobierne es uno de los grandes lastres que RTVE arrastra desde hace décadas. Ya ocurrió durante el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, a pesar de que la dirección fue pactada, como ahora, por los grandes partidos. Con Mariano Rajoy, que cambió la ley para elegir directamente a los gestores, ocurrió lo mismo. La etapa de Mateo no ha sido una excepción, sobre todo después de que fuera Pedro Sánchez el que la designara como administradora provisional. Pero esta mala imagen se ha acentuado en los años que la periodista ha estado al frente.

Varios errores en programas o informativos, como el de poner un rótulo despectivo sobre la princesa Leonor y su abuelo, el Rey emérito, han provocado, en parte, ese descrédito. Algo que le afecta especialmente a TVE, que es la que más quejas acumula. Los servicios informativos y los Telediarios son los ámbitos que más controversia generan, después de que partidos como PP o Vox los hayan criticado continuamente por estar, según su parecer, al servicio de lo que dicta Moncloa. Programas como La Hora de La 1 o Las Cosas Claras también formarán parte de las preocupaciones del nuevo responsable, dado que son señalados por su supuesta afinidad al Ejecutivo. Además, hay dudas sobre su encaje legal, dado que son realizados por productoras externas cuando la ley de la Corporación deja claro que solo se pueden hacer espacios de información con recursos propios

Las audiencias apuntan a ser otro de los quebraderos de cabeza de Pérez Tornero. En el verano de 2018, RTVE perdió un liderazgo en estos espacios que no ha recuperado desde entonces. Y ahora se encuentra muy lejos de llegar, al menos, a la segunda plaza, ocupada por Telecinco. La cuota de la televisión pública ronda el 12%, mientras que la de la cadena de Mediaset se mueve entre el 14% y 15%. La líder destacada es Antena 3, del Grupo Atresmedia, que abarca cerca del 20% de la audiencia con sus informativos. Los espacios matinales de información antes mencionados tampoco consiguen liderar o acercarse a esa primera plaza. Lo que ha llevado a que aumenten las críticas contra los mismos.

Desde dentro de la corporación, trabajadores consultados aseguran que la plantilla está "desilusionada" por los numerosos años que acumulan "sin que haya proyecto alguno". Estas fuentes creen que Pérez Tornero tiene un buen perfil para ser presidente. El problema es que haya sido elegido "otra vez por los políticos, que han ignorado al concurso público y han incluido en el Consejo de Administración a personas que recibieron muy malas notas del Comité de Expertos". También recuerdan que el nuevo responsable "es un teórico, no un gestor experimentado que ahora tendrá que ponerse al frente de una empresa con más de 6.000 trabajadores". Además, auguran que tendrá "poco margen de maniobra" en sus primeros meses, lo que explica que Mateo y su equipo hayan dejado encauzados proyectos para este año. 

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