Eso sí: con más intereses

Así es la hipoteca a 40 años: cómo pagar menos dinero al mes por tu vivienda

La edad al momento de firmar la hipoteca desempeña un papel fundamental para su concesión.

Vivienda.
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Es uno de los productos más deseados junto a las hipotecas 100% a la hora de solicitar financiación para una vivienda. Los préstamos hipotecarios con plazos más largos de amortización son populares debido a lo reducidas que suelen ser sus cuotas mensuales. No obstante, no es oro todo lo que reluce y tener más tiempo para devolver el dinero prestado al banco también implica pagar más intereses por ello.

¿Quién puede solicitar una hipoteca con un plazo de 40 años?

"Por lo general, perfiles por debajo de los 35 años son los candidatos ideales para optar a este tipo de financiación", explica el director de Hipotecas de iAhorro, Simone Colombelli.

El límite de edad al terminar de pagar estas hipotecas suele situarse en los 75 años, por lo que la edad que se tenga al solicitar el préstamo es un gran condicionante. En este sentido, las hipotecas para jóvenes suelen incluir entre sus características plazos de amortización más amplios. Por otro lado, tener buenas condiciones económicas y estabilidad laboral también suman puntos. Concretamente, los funcionarios son otros de los que gozan de esta ventaja cuando van a pedir una hipoteca al banco.

Cualquier persona puede negociar con la entidad plazos más largos, menores intereses, menos vinculaciones… todo dependerá de los ojos con los que vea el banco su perfil económico. Si considera que podrá hacer frente a las cuotas sin problema durante este periodo de tiempo, seguramente acceda a ello.

Hipotecas variables, otra vía de acceso a plazos más largos

Los préstamos con un tipo de interés variable suelen tener plazos más extensos. Debido a lo expuestos que están a las oscilaciones del euríbor el banco tiene más posibilidades de que en ese periodo de tiempo el índice hipotecario suba incrementando los intereses de las hipotecas. Sin embargo, es menos habitual ver plazos a 40 años en préstamos a tipo fijo, donde desde el primer día el cliente acuerda con la entidad lo que va a pagar a cambio de la financiación que necesita para su vivienda.

La diferencia entre contratar una hipoteca a 20 años y otra a 40 años supone reducir la cuota mensual prácticamente a la mitad, pero también pagar el doble de intereses. No obstante, puede permitir mejorar la economía familiar durante un tiempo y amortizar en cualquier momento parcial o totalmente la hipoteca, por lo que es recomendable pactar que no haya comisiones por amortización anticipada al firmar el préstamo. Es importante escoger este producto cuando el euríbor esté bajo y las previsiones indiquen que la tendencia se va a mantener así durante un tiempo.

Una opción solo para primera vivienda

Es muy poco común encontrar hipotecas a 40 años en segundas residencias. De hecho, no suelen superar los 20- 25 años y la financiación concedida gira en torno al 60-70%.

"Si la financiación está destinada a la compra de una primera vivienda habrá más posibilidades de conseguir mejores condiciones a nivel general, ya que raramente suelen concederse plazos tan extensos para préstamos hipotecarios destinados a la copra de una segunda residencia por el riesgo que puede implicar la operación", asegura Colombelli.

Las hipotecas para segundos inmuebles gozan de menos ventajas, puesto que en una situación de inestabilidad económica es más probable dejar de pagar una segunda vivienda que el domicilio habitual, siendo calificadas con mayor riesgo por parte de las entidades bancarias

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