Luis de Guindos, el eterno sucesor de Rato que al fin llega a ministro de Economía

España necesita financiación por 330.000 millones en 2012, según De Guindos

Álex Medina R.

Luis de Guindos, ésos son el nombre y el apellido que firmarán los duros decretos que se esperan del nuevo Ministerio de Economía y Competitividad. Hay pocos trabajos tan desagradecidos como el del ministro del ramo en España en estos momentos. Quizá, serlo en Grecia o Italia... o que te nombren sheriff del poblado más peligroso del oeste.

¿Y quién es Luis de Guindos? Nacido en Madrid en 1960, es uno de los nombres recurrentes para ocupar la silla que finalmente ha ocupado. Ya tiene experiencia con el poder y con el membrete de su cartera, ya que fue número dos en la última etapa de Rato al frente del macro ministerio que metió a España en la senda del superávit y de los crecimientos espectaculares (y del boom inmobiliario).

Antes de ser nombrado secretario de Estado de Economía entre 2002 y 2004, fue ascendiendo en los despachos del Ministerio: la primera legislatura popular la pasó como director general de Política Económica y Defensa de la Competencia y, con la mayoría absoluta de 2000, pasó a ser secretario general con el mismo membrete.

Tras la derrota electoral, Luis de Guindos mantuvo su buen cartel (pertenece al Cuerpo de de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado) y sacó brillo al currículum en la empresa privada.

Le llamaron de Lehman Brothers, la fatídica entidad cuya quiebra desató la tormenta financiera en el otoño de 2008, y fue consejero en Europa y su presidente en España y Portugal. Ese cargo le ha pesado más que beneficiado a la hora de especular con su nombramiento, ya que muchos podrían pensar que alguien tan vinculado al origen del desastre (al menos nominalmente) no puede dirigir ahora nuestras cuentas.

Sin embargo, Lehman no ha sido su última parada profesional. Después pasó a liderar la división financiera de PricewaterhouseCoopers y de allí al IE Business School.

En definitiva, y aunque siempre ha sido considerado un economista de referencia en Génova, su carrera ha engordado al amparo de la empresa privada y no ha desempeñado cargos políticos ni en el partido ni en las instituciones.

Eso no le ha impedido ganarse decenas de titulares en los últimos meses, cuando parecía descontada la victoria de Rajoy. En ese tiempo ha hablado de las necesidades de financiación que le esperan a España en 2012, de la subasta de la CAM y del desastre económico en toda su intensidad.

Porque estaba destinado a dirigir el Ministerio. Con la excepción de Luis Pizarro (que fue la apuesta de Rajoy para dirigir la economía en la campaña de 2008), Luis de Guindos siempre ha estado a la expectativa, configurándose como el eterno sucesor de Rato que nunca llegó a cristalizarse.

Hasta hoy. Ahora le queda el peor trabajo imaginable en este país. Su tarea, siguiendo los criterios que marcó Rajoy en el debate de investidura es triple: ajustar el déficit (hasta llevarlo al 4,4% del PIB en 2012, es decir, unos 20.000 millones de juste extra respecto a lo ya recortado en 2011), terminar con la reforma del sistema financiero y desarrollar una serie de reformas estructurales con la laboral a la cabeza.

Nada menos. Después de Rajoy, su nombre quedará grabado como el responsable de los severos ajustes que se le vienen encima a la economía española.

Pero también será el responsable de haber sacado al país del pozo en el caso de que eso ocurra. Le acaban de nombrar, así que tampoco es hora de hacer balances.

Para eso, como para la recuperación, habrá que esperar.

Aquí puedes conocer al resto de ministros:

Asuntos Exteriores José Manuel García Margallo

Justicia Alberto Ruiz-Gallardón

Defensa Pedro Morenés

Hacienda y Administraciones Públicas Cristobal Montoro

Interior Jorge Fernández Díaz

Fomento Ana Pastor

Educación, Cultura y Deportes José Ignacio Wert

Empleo y Seguridad Social Fátima Báñez

Industria, Energía y Turismo José Manuel Soria

Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente Miguel Arias Cañete