"La banca española superará el test de estrés porque su limpieza ha sido profunda"

    • El Instituto de Estudios Bursátiles confía en que las dieciseis entidades financieras que se someterán al examen de solvencia europeo en 2014 aprobarán.
    • Recurda que la reestructuración que ha vivido el sector ha sido muy profunda y que, gracias a ella, va con gran parte de los deberes hechos.
Botín dice que el sector bancario español es uno de los más sólidos de Europa
Botín dice que el sector bancario español es uno de los más sólidos de Europa
Ana P. Alarcos

El sistema financiero español ha recibido en las últimas semanas una inyección de moral por parte de autoridades y organismos. Cada vez más voces salen a defender su solvencia y a adelantar que superará sin problemas el temido test de estrés.

Todavía quedan doce meses para que el Banco Central Europeo (BCE) haga público el estado de salud de los grandes bancos europeos (de hecho, todavía ni ha empezado la recogida de datos, que será en diciembre) pero el sector, el Gobierno y el Banco de España están convencidos de que las entidades del país pasarán esta prueba.

El último en unirse esa corriente de apoyo y optimismo ha sido el Instituto de Estudios Bursátiles (IEB), que asegura que la banca española llegará al examen europeo con cierta ventaja respecto al resto.

"Será muy beneficioso para la banca española, porque ya ha vivido uno y tiene experiencia en qué se debe hacer. Por eso creo que ningún banco español va a necesitar más ayudas y que todos cumplirán con los requisitos de capital que les va a exigir el Banco Central Europeo. El ejercicio de limpieza del sector ha sido muy profundo", asegura Enrique Pérez-Hernández y Ruiz-Falcó, profesor del IEB.

"Desde luego, tenemos mucho trabajo adelantado. No sé si se tienen debilidades a la hora de enfrentarse al ejercicio", añade Santiago Pernías Solera, también docente del famoso instituto.

Ambos insisten en que la reestructuración que ha vivido el sector ha sido muy amplia y ha obligado a muchas entidades a tomar medidas para mejorar sus niveles de solvencia. Como recuerda Pernías Solera, "se ha creado la Sareb (que separa los activos buenos de los malos), unas entidades han ampliado capital, otras han vendido activos, otras han recibido ayudas públicas..."

Todas esas medidas que ya se han implantado en España son algunas de las que tendrán que llevar a cabo las entidades europeos que suspendan el test de estrés dentro de un año. Tampoco se puede olvidar que la banca española ya fue sometida en 2012 a una auditoría por parte de Oliver Wyman... Precisamente una firma que colaborará con el BCE en su labor de supervisor único.

Por eso, no es descabellado pensar que la banca doméstica puede presentarse al examen con cierta ventaja respecto a sus homólogas continentales.

En concreto, las pruebas van a medir el nivel de solvencia de los bancos y su resistencia a escenarios con unas condiciones muy extremas (como una tasa de paro desorbitada o una profunda contracción económica). En ellas se analizarán 130 entidades, entre las que estarán las españolas.Qué deberes están hechos

La Sareb (el famoso banco malo que se ha quedado con los activos tóxicos -pisos, suelo...- que estaban en el balance de los bancos) empezó a funcionar a principios de este año. Esta sociedad tiene unos 50.000 millones en activos inmobiliarios en cartera, de los que el 60% son vivienda acabada y otro 35%, suelo.

Por otro lado, y en cuanto a las ampliaciones de capital, podríamos hablar de varios casos. Uno de ellos lo protagonizó Banco Popular, que culminó una de 2.500 millones de euros a finales de noviembre del año pasado, mientras que Banco Sabadell cerró hace apenas un mes una ampliación por valor de 1.382 millones.

Suma y sigue, porque las entidades también han puesto a la venta algunos de sus activos, como las participaciones que tienen en otras empresas o los inmuebles. De hecho, Bankia ha anunciado esta misma semana que ha vendido su participación en Inversis Banco por 87 millones, una operación que le ha generado unas plusvalías de casi 50 millones.

Esa cifra se suma a la que consiguió en septiembre tras la venta de casi toda su participación en la aseguradora Mapfre (un 12%, lo que significa que se ha quedado con un 2,99% de su capital) por unos 1.000 millones; los 675 millones que se llevó en junio tras deshacerse de un 12,09% de la aerolínea IAG, o a los 1.600 millones que ingresó el año pasado gracias a la venta de inmuebles.

A todas esas medidas se une otra que está en la mente de los ciudadanos: el dinero público que han recibido las entidades financieras en problemas para tapar sus agujeros. Según los cálculos de la Asociación Española de la Banca (AEB), el sector financiero doméstico ha recibido 75.352 millones de euros, entre las cantidades que ha aportado el Frob, el Fondo de Garantía de Depósitos y el fondo de rescate europeo (MEDE).

Y, según Miguel Martín, expresidente de la patronal, las pérdidas reconocidas ya rondan los 32.000 millones, a los que podrían añadirse otros 8.000 millones de pérdidas previstas. Por tanto, se puede asegurar que la mitad de la ayuda recibida por la banca con problemas se perderá para siempre.

Los expertos aseguran que las entidades europeas que suspendan el examen del Banco Central Europeo deberán seguir el mismo camino que ha recorrido ya el sector español para fortalecer su balance.

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