Kofi Annan traslada a Bachar Al Asad la preocupación de la comunidad internacional por lo ocurrido en Hula

  • El enviado de paz de la ONU, Kofi Annan, expresó su "grave preocupación" al presidente sirio Bashar el Asad el martes por la masacre de 108 civiles, muchos de ellos niños, en la localidad de Hula.

Annan exige a Al Asad medidas inmediatas para frenar la violencia
Annan exige a Al Asad medidas inmediatas para frenar la violencia
Reuters

Las matanzas en Hula provocaron una poderosa condena en todo el mundo, mientras las Naciones Unidas denunciaba que familias enteras fueron asesinadas en sus casas. Alemania, Francia, Australia, Italia, Canadá, España y Reino Unido anunciaron la expulsión de los diplomáticos sirios de sus capitales, en un esfuerzo coordinado con Estados Unidos que subrayó el aislamiento internacional de Asad.

"Bashar el Asad es el asesino de su gente. Debe entregar el poder. Cuanto antes, mejor", declaró el ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Laurent Fabius, en una entrevista con el periódico francés 'Le Monde'. Su homólogo australiano, Bob Carr, dijo que los responsables de la masacre debían responder por sus actos. "Esta masacre de más de 100 hombres, mujeres y niños en Hula fue un crimen horrible y brutal", añadió.

Responsables sirios negaron cualquier papel del Ejército en la masacre, una de las peores en el levantamiento contra Asad, o que tuviera armas pesadas en el área. Los países occidentales que han exigido la renuncia de Asad esperan que las matanzas en Hula inclinen la opinión mundial, sobre todo la del principal protector de Siria, Rusia, para decidir una acción más efectiva contra Damasco.

Kofi Annan elaboró un plan de paz respaldado por la ONU y la Liga Árabe para hallar una solución a la revuelta de 14 meses contra Asad. Pero seis semanas después de su aplicación, con el acuerdo del Gobierno y los rebeldes, el conflicto no ha cesado. Annan comunicó a Asad la "grave preocupación de la comunidad internacional por la violencia en Siria, incluyendo en particular los recientes acontecimientos en Hula", dijo su portavoz, Ahmad Fawzi, después de dos horas de conversaciones en Damasco.

"El transmitió en términos sinceros su visión al presidente Asad de que el plan de seis puntos no puede tener éxito sin medidas valientes para detener la violencia y liberar a los detenidos, y enfatizó la importancia de la plena aplicación del plan", agregó.

"Crimen horrible"

Australia anunció el martes la expulsión de dos diplomáticos sirios, incluyendo al jefe de la misión, Jawdat Alai, y les dio 72 horas para salir del país. "El encargado sirio ha sido advertido nuevamente de entregar un mensaje claro a Damasco de que los australianos están horrorizados por esta masacre y buscarán una respuesta internacional unificada para que los responsables respondan", sostuvo Carr.

El ministro de Asuntos Exteriores alemán, Guido Westerwelle, instó al Consejo de Seguridad de la ONU a que vuelva a estudiar la situación en Siria.

La oficina de derechos humanos de la ONU en Ginebra dijo que menos de 20 de los 108 muertos en Hula fueron asesinados por fuego de artillería y de tanques, armamento que los rebeldes no tienen en su arsenal. Los supervivientes relataron a los investigadores de la ONU que la mayor parte de las víctimas murieron en dos ejecuciones sumarias conducidas por hombres de la milicia "Shabbiha" pro Gobierno, que en el pasado ha intimidado y atacado centros de la resistencia a Asad.

"Casi la mitad de aquellas que confirmamos son niños, eso es totalmente imperdonable; y un número muy grande de mujeres", dijo el portavoz Rupert Colville. "En este punto, parece que familias enteras fueron asesinadas en sus casas", agregó.

El informe contradijo una carta abierta enviada por Siria al Consejo de Seguridad de la ONU el lunes, donde dijo: "Ni un sólo tanque entró a la región y el Ejército sirio estaba en un estado de autodefensa".

Rusia, que junto a China ha vetado dos resoluciones del Consejo contra Siria pero el domingo apoyó un texto no vinculante criticando el uso de artillería y tanques en Hula, insiste en que los rebeldes también son culpables de la masacre.

Las potencias musulmanes suníes del Golfo Arabia Saudí y Qatar están a favor de armar a los rebeldes mayoritariamente suníes que luchan contra Asad, cuyos cuadros dirigentes provienen de la secta alauí, una rama del Islam chií.

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