Los chalecos amarillos amenazan con arruinar la Semana de la Moda de París

  • Las movilizaciones y protestas ya han provocado cambios en los desfiles masculinos y caída de las ventas durante la campaña de Navidad.
Semana moda paris
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EFE

En unos días, París acogerá los desfiles de la Semana de la Moda Masculina, que se celebran en la ciudad del Sena del 15 al 20 de enero como paso previo a la femenina, que es una de las más importantes del mundo y que este año tendrá lugar entre el 26 de febrero y el 6 de marzo. Si bien la edición de este invierno se antoja como una de las más convulsas de los últimos años por el movimiento ciudadano que ha sacudido Francia y que está lejos de arreciar: los chalecos amarillos.

Las protestas convocadas por los 'gilets jaunes' -chalecos amarillos en francés-, han provocado que, por ejemplo, Dior adelante su show masculino. La casa francesa había citado a sus invitados el sábado 19 de enero a las 5 de la tarde, pero al coincidir con la marcha ciudadana -que se celebra casi todos los sábados por las principales arterias de la ciudad- ha decidido cambiarlo al viernes 18 a las 6 de la tarde

De igual modo ha procedido la marca estadounidense Thom Browne, que también ha llevado su desfile del viernes al sábado. Por su parte, las firmas que han mantenido el 19 como fecha de sus presentaciones han decidido sacarlas del circuito de actuación de los chalecos amarillos -el centro y las principales avenidas parisinas-. Aunque ninguna de estas casas ha confirmado que estos cambios se deben a las movilizaciones, es un hecho que temen que sus shows puedan verse afectados por los disturbios que se vienen produciendo en estas manifestaciones. 

Pero, además, hay algo mucho más importante en juego. Porque estas protestas están afectando a una de las industrias más pujantes del país y por la que es reconocido en todo el mundo: el lujo. Las protestas en París están haciendo que su imagen impoluta como capital mundial del sector se vea empañada y su famosa Semana de la Moda Femenina, en la que desfilan las marcas más importantes, corra peligro este año.

Una industria que representa el 2,7% del PIB francés

Europa es, hoy por hoy, la meca del lujo. Las casas más históricas son europeas y están instaladas aquí, concretamente, en Francia. Porque entre las 10 firmas que más venden hay un buen puñado de enseñas galas. Chanel, Dior, Louis Vuitton, Yves Saint Laurent... Nombres por todos conocidos que mueven miles de millones cada año. Por solo poner un ejemplo, el conglomerado Louis Vuitton Moët Hennessy (LVMH) facturó en 2017 más de 42.000 millones de euros y su valor en bolsa es de 126.600 millones.

Así, el sector de la moda y el lujo supone el 2,7% del Producto Interior Bruto (PIB) francés y uno de los mayores polos de atracción turísticos. Según el informe de la consultora Bain&Company para el Círculo Fortuny -la patronal del lujo española-, Francia ingresa cada año unos 27.000 millones en concepto de turismo de compras, es decir, turistas que acuden al país con el único objetivo de hacerse con los mejores productos de moda y lujo.

Por tanto, hablamos de una pujante industria que no solo proporciona ingresos al Estado, sino que también crea puestos de trabajo y que ahora se está viendo amenazada por la virulencia de los chalecos amarillos. De hecho, la campaña navideña se ha visto muy comprometida por estas protestas, que han llegado a declarar el "estado de emergencia y social". Lo que empezó como revuelta contra la subida de los impuestos al combustible -que finalmente se echó atrás- ha dado lugar a una espiral de violencia que se ha saldado con multitud de heridos y varios muertos.

Un conflicto que ha impactado en el sector del lujo, ya que en diciembre muchas firmas tuvieron que echar el cierre cuando más tensas eran las movilizaciones e incluso tuvieron que proteger sus escaparates con vallas metálicas o tablones de madera para evitar que las tiendas fueran saqueadas. Todo ello habría hecho que los comercios parisinos perdieran unos 2.000 millones en ingresos durante el mes de diciembre, según la patronal francesa.

En este panorama, la Semana de la Moda, el escaparate mundial de la moda y el lujo francés, puede verse muy afectada. Hay que tener en cuenta que, además de todas las celebridades mundiales que se desplazan a París en estas fechas para ver los desfiles, también lo hacen los compradores y representantes de la industria, los cuales pueden echarse atrás si creen que podrían correr riesgos en la 'Ciudad de la luz'. Y no solo estos. El turismo también va a verse resentido ante esta inestabilidad. El de compras incluido.

De ahí que las grandes firmas estén extremando las precauciones para intentar blindar sus desfiles de los chalecos amarillos. Las colecciones para el próximo otoño/invierno están ya listas y del éxito de sus presentaciones depende que acaben marcando tendencia para el año que viene o que caigan en el cajón del olvido. Y con eso, sus millonarias ventas.

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