Nadie duda ya a día de hoy de que el príncipe Harry y Meghan Markle son dos de las personas que más interesan de las monarquías europeas. La pareja lleva despertando admiración desde que se supo de su relación y ahora, que van a ser padres por primera vez en cuestión de días, la expectación es mayor si cabe. Sobre todo porque en las últimas semanas la imagen de la actriz americana se ha puesto en entredicho por su supuesto mal carácter y las malas relaciones que mantendría con algunos miembros de la familia real británica. Si bien ahora hay otro aspecto más que despierta la curiosidad: la nueva mansión a la que se acaba de mudar con el príncipe Harry.
Ambos decidieron hace unos meses abandonar el Palacio de Kensington e independizarse de William y Kate, en el sentido más literal de la palabra, ya que han llegado a separar hasta sus agendas. La nueva residencia de los duques de Sussex está ubicada en Windsor y justo acaban de estrenanarla hace unos días. Algo que ha despertado tanta curiosidad que este pasado fin de semana casi se llega a una tragedia aérea. Porque un piloto de drones estuvo intentando fotografiar la casa en un espacio aéreo de elevada intensidad, lo que provocó que tuviera que volar sus aparatos a escasos metros de numerosos aviones que salían o se dirigían al aeropuerto londinense de Heathrow.
Como informa el 'Daily Mail', un fotógrafo que paseaba por el parque de Windsor tomó imágenes de los drones sobrevolando a escasos metros de los aviones, justo cuando estos se preparaban para aterrizar en el aeropuerto. Así, un dron en cuestión habría realizado el mismo recorrido que los duques el día de su boda -se casaron en esta localidad- para llegar a posarse encima del Castillo de Windsor, algo que está prohibido al tratarse de la residencia de la Reina de Inglaterra.
Tras detenerse en esta propiedad real, el dron dio la vuelta y se dirigió hacia Frogmore Cottage, donde residen Harry y Meghan, y allí se perdió de vista. Esta secuencia se produjo sobre las 17.00 horas del sábado, cuando los aviones de pasajeros volaban cada dos minutos por esta zona, justo dos meses después de que los vuelos de drones generaran el caos en el aeropuerto de Gatwick, provocando la cancelación de numerosos viajes.
Además, el fotógrafo que tomó las imágenes señaló que los drones estaban muy cerca de los aviones, lo que supone que infringieron la normativa, ya que solo se les permite volar a 300 metros sobre el suelo. Por lo tanto, se podría haber producido una desgracia por la actitud temeraria del piloto. Además, también estaba sobrevolando el área de Heatherow, otra cosa que tiene prohibida.
Como hemos señalado, los drones causaron estragos a principios de año en los aeropuertos londinenses, ya que sus vuelos por las pistas de aterrizaje y despegue hicieron que los aviones no pudieran salir. Aunque las autoridades británicas anunciaron duras medidas para evitar que se repitiera la situación, parece que muchas personas siguen saltándose las indicaciones de la Policía y son capaces de desatar un grave accidente con estos aparatos.
Y es que, precisamente ahora, cualquier imagen de Harry y Meghan en sus últimos días antes de ser padres vende mucho, por eso este piloto habría decidido saltarse cualquier restricción con el ánimo de obtener dichas fotografías. Un hecho que, cuando se ponga en conocimiento de Buckingham Palace a buen seguro que hace que se establezca un protocolo de seguridad más duro.
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que lainformacion.com restringirá la posibilidad de dejar comentarios