"El hijo" se sumerge con viñetas en la locura y la realidad de la posguerra

  • Madrid.- "El hijo", la novela gráfica de Mario Torrecillas y Tyto Alba, propone un viaje a la posguerra española y al interior de la enfermedad mental a través de la búsqueda de Matías, un boxeador que, tras la guerra civil, descubre que su madre ha sido ingresada en un manicomio.

"El hijo" se sumerge con viñetas en la locura y la realidad de la posguerra
"El hijo" se sumerge con viñetas en la locura y la realidad de la posguerra

Madrid.- "El hijo", la novela gráfica de Mario Torrecillas y Tyto Alba, propone un viaje a la posguerra española y al interior de la enfermedad mental a través de la búsqueda de Matías, un boxeador que, tras la guerra civil, descubre que su madre ha sido ingresada en un manicomio.

"Es una pieza casi autobiográfica que habla de una historia que yo viví con mi madre en un psiquiátrico durante los años ochenta. Ella se escapó y tuve que ir a buscarla; cuando la encontré no me reconoció", ha explicado Mario Torrecillas en una entrevista telefónica con Efe.

En "El hijo" (Glénat), Matías descubre al volver a su pueblo tras la guerra civil que su padre apostó a su madre en una partida de cartas -en la que perdió- y que posteriormente fue ingresada en un hospital psiquiátrico.

Cuando llega al centro, una monja le explica que un "grupo de locos" -entre los figura su madre- han escapado, y así comienza una búsqueda que se convierte también en una cacería por parte de los habitantes del lugar, que acusan a la madre de Matías de ser una asesina.

Torrecillas trata en el cómic adentrarse en "el interior" de la enfermedad mental y construye lo que para él es "puramente" una "novela de aventuras", aunque el germen de la obra fue la importancia de que en la mirada "haya reconocimiento".

"Es una obra en la que hay un viaje que produce un cambio en los personajes. Y no es una historia con buenos ni malos, porque los locos también pueden ser muy manipuladores, y los cazadores, en el fondo, son personas desesperadas por la propia situación", ha resaltado el autor.

Ambientada en la posguerra y situada en el Pirineo para "huir" del género de "tragedia autobiográfica" que se ha prodigado en el cómic en los últimos años, el bosque funciona, para el guionista, como metáfora "del interior de la cabeza de una persona enferma".

"El Pirineo me parecía muy interesante porque es muy cambiante, pasa de niebla a frío y de frío a calor. La búsqueda en ese bosque es adentrarse en el camino de la locura para llegar a comprender la raíz de ésta", ha destacado Torrecillas.

Con un formato típicamente francés -construido mediante numerosas viñetas por página- Tyto Alba se enfrentó al reto de plasmar una historia "larga" y llena de "diferentes situaciones".

"No creo que el estilo pueda definirse como 'naïf', quizá es más el 'pseudonaïf' intencionado y horripilante que suele venderse en las tiendas de souvenirs", ha aclarado Alba en relación al trazo sencillo usado en el cómic.

El artista revisó como fuente de inspiración para "El hijo" tebeos franceses, los grabados de Goya, varias obras "brutales" de Otto Dix, la película "Surcos", de Nieves Conde, y un "buen montón" de fotografías antiguas.

"Estoy muy influenciado por el 'Art Brut' (corriente pictórica), que tiene mucha relación con el arte de los enfermos mentales, así que es un espíritu que no choca con la historia. Al contrario, hace que cosas brutales puedan transmitirse casi ingenuamente", ha explicado.

Otro aspecto destacable en el estilo de las viñetas es el uso de claroscuros, que para Alba hacen "más llamativa" la sencillez del dibujo de los personajes.

Es, precisamente, en la cantidad de personajes donde reside parte del "desorden" del cómic, un efecto buscado por Torrecillas porque "a veces no hay nada racional en la locura".

"Quería que la historia estuviera un poco desordenada para trasladar la sensación de inestabilidad mental aunque, de todas formas, está más ordenado de lo que puede parecer", ha subrayado.

En este relato de caos y manipulación, un personaje, Ángela, se alza como el punto moral, al ser la única capaz de tomar sus propias decisiones.

"Me gustan los personajes con carácter que saben asimilar las cosas, que son consecuentes con lo que hacen", ha destacado el autor en relación a Ángela.

Embarcado en el proyecto de una novela, Torrecillas será el encargado de elaborar el guión para la versión cinematográfica de "El hijo", que será producida por Toma 78, y para la que tendrá que "limpiar" la historia de tantas presencias.

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