Gehry: El arte conmueve y moviliza a la gente mucho más que la política

  • El arquitecto canadiense Frank Gehry subrayó hoy el valioso papel que desempeñan el arte y los artistas, ya que tienen "la posibilidad de movilizar y conmover a la gente mucho más que los políticos".

María Luisa Gaspar y Carlos Abascal Peiró

París, 17 oct.- El arquitecto canadiense Frank Gehry subrayó hoy el valioso papel que desempeñan el arte y los artistas, ya que tienen "la posibilidad de movilizar y conmover a la gente mucho más que los políticos".

En la era de la globalización "debemos entendernos a través del arte", aseguró el creador del Museo Guggenheim de Bilbao en una entrevista con Efe, en la que citó como ejemplo la Orquesta West-Eastern Divan.

El arte de Oriente Medio "es una llave para ayudar a comprender la cultura del islam", agregó Gehry, visiblemente preocupado por la paz en la región e interesado en las actividades de esa formación fundada en 1999 por el pianista y director israelí Daniel Barenboim y el intelectual palestino Edward Said.

"No es solo cuestión de asociar la guerra y las armas con el islam. La cultura y los artistas nos permitirán ver otra cosa", recalcó este artista de origen judío polaco, nacido en 1929 en Toronto (Canadá), que viajó a París para inaugurar su espectacular sede de la Fundación Louis Vuitton, dedicada al arte contemporáneo.

El edificio, construido con la tecnología informática más avanzada y los materiales más novedosos, recuerda a un enorme navío dotado con monumentales y etéreas velas formadas por 3.600 paneles de vidrio.

Un museo que abrirá sus puertas al público el próximo día 27 en el Bois de Boulougne, al noroeste de París, donde hoy fue presentado a la prensa.

Entre tanto, Gehry es esperado el martes en el Centro Pompidou, donde se inauguró el pasado 6 de octubre una gran retrospectiva sobre su obra, que él todavía no ha visitado, escasamente interesado como está en ocuparse de su pasado, por exitoso que sea.

"Mi problema es que no me gusta mirar el pasado, no me gusta mirar detrás de mi. No lo hago nunca", explicó, haciendo especial hincapié en que todavía no había ido a ver su exposición en Beaubourg.

"Prefiero que sean los otros quienes digan lo que piensan de mi trabajo, que tengan una mirada sobre mi trabajo, incluso futuro, mejor que yo mismo", añadió.

El premio Pritzker 1989 y Príncipe de Asturias de las Artes 2014, considerado como uno de los arquitectos vivos más importantes del mundo, celebró la suerte de haber podido crear esta fundación para Bernard Arnault, patrón del líder mundial del lujo, LVMH, y haber establecido con él una relación "muy especial".

"(Arnault) es alguien muy interesante, toca el piano, ama la música clásica, es un coleccionista de arte... del arte de muchos de mis amigos", matizó el arquitecto, deseoso de tener en el futuro "otras ocasiones de trabajar juntos".

Destacó, igualmente, su amor por Francia, país que visitó por primera vez a finales de los cincuenta y que desde entonces nunca dejó de frecuentar.

París "es una ciudad especial", añadió Gehry, quien encontró en su arquitectura una de las inspiraciones claves para el monumento que acaba de construir, junto con la naturaleza boscosa que le rodea y la impronta de sus edificios emblemáticos como el Grand Palais o la Torre Eiffel.

La arquitectura es aquí "omnipresente", tiene a Le Corbusier, el gótico, el románico, y el arte ocupó siempre un lugar muy importante en Francia, añadió Gehry, quien evocó su amistad con el compositor francés Pierre Boulez que tanto le inspiró siempre.

"Francia es una fuente de creatividad. Por su tradición, la cultura tuvo aquí siempre una importancia particular. Desde el arte griego es el país que ha dado más espacio e importancia a los artistas", consideró, antes de subrayar el poderío movilizador del arte practicado a la manera de la West-Eastern Divan.

Citó, en particular, el concierto ofrecido en 2005 en la ciudad palestina de Ramala -el primero de la orquesta en Oriente Próximo- ante 2.000 palestinos, a quienes se vio "por primera vez en otro contexto".

"Escuchaban Mozart. Nunca habríamos pensado que era posible algo así. Esto significa que hay un diálogo posible, que pasa por el arte y que no deja lugar al odio, a las armas o a la guerra", subrayó.

Esa orquesta de "jóvenes músicos israelíes y palestinos -recalcó- tiene un poder increíble, pues cuando tocan juntos, esos niños comparten simplemente el placer de tocar, pese a la situación de conflicto en sus países respectivos".

Íntimamente relacionado con la Orquesta Divan, el pasado mayo, Gehry y Barenboin presentaron juntos en Berlín el futuro auditorio de la academia musical para jóvenes de Oriente Medio, que recibirá su primera promoción de jóvenes talentos árabes e israelíes en 2016.

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