La nueva y discreta vida de Juan Valentín Urdangarin en Madrid sin su familia

  • El joven está intentando sacarse el carnet de conducir mientras su madre y sus hermanos siguen en Ginebra.
Juan Urdangarin
Juan Urdangarin
EP

Este viernes se cumplían 22 años de la boda de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin, una unión que dio cuatro hijos y que ha perdurado a pesar de todo lo sucedido con el 'caso Noós' que llevó al exjugador de balonmano a prisión. Urdangarin ingresó en la prisión de Brieva (Ávila) el 18 de junio del pasado año y ahora, más de un año después, se le permite salir dos veces por semana a un centro de discapacitados para hacer voluntariado.

Así, poco a poco el que fuera duque de Palma va preparándose para volver a la sociedad, algo que ha potenciado que el hijo mayor del matrimonio se haya establecido durante un tiempo más cerca de él. Juan Valentín cumplió 20 años el pasado 29 de septiembre y, al igual que el resto de sus hermanos, poco se sabe de él, al contrario que sus primos Marichalar, que están prácticamente a diario en los medios.

El primogénito de la pareja ha llevado una vida nómada en estos últimos años. Con el estallido del 'caso Noós', la familia abandonó Barcelona, donde siempre habían vivido, para pasar temporadas en Washington y, finalmente, en Ginebra, donde la Infanta Cristina empezó a trabajar en un nuevo proyecto de La Caixa como directora del Área Internacional y, a la vez, a colaborar con la Fundación del Aga Khan. 

Allí, los cuatro hijos del matrimonio estudiaron en L'Ecole Internationale de la Route, un elitista colegio donde han podido seguir formándose en francés, lengua en la que comenzaron a estudiar desde pequeño. Miguel e Irene, los pequeños, siguen cursando allí sus estudios, pero los dos mayores, Juan y Pablo, ya han terminado. Y cada uno de ellos ha tomado un camino muy diferente, aunque de igual forma les ha hecho abandonar el hogar familiar.

Mientras Pablo intenta seguir los pasos de su padre en el balonmano y juega desde este año en el HBC Nantes, en Francia -el pasado año estuvo en Alemania en el TSV Hannover Bergdorf-, su hermano parece que no ha encontrado su gran pasión por el momento. Nada más acabar el colegio se tomó un año sabático para hacer voluntariado en Camboya. A su regresó, se marchó a Reino Unido para estudiar en la prestigiosa Universidad de Essex. Pero solo estuvo el curso pasado, pues ahora hace nueva vida en Madrid.

Más cerca de su abuela, su gran apoyo

Como se ha podido ver en los últimos días gracias a las imágenes captadas por las agencias de prensa, Juan Valentín está pasando una temporada en la capital y parece que tiene un objetivo claro: sacarse el carnet de conducir. Se le ha visto entrando y saliendo de una autoescuela y todo apunta a que ya habría pasado el examen teórico. Compagina esas clases con las quedadas con algunos amigos, aunque es poco dado a dejarse ver y quiere mantener el perfil discreto de todos estos años.

Parece ser que Juan lleva en Madrid desde que operaran a su abuelo, el rey don Juan Carlos, a finales de agosto. Estuvo visitándolo con su madre y sus hermanos Miguel e Irene, pero ellos regresaron a Ginebra para que los pequeños empezaran el colegio y Cristina se reincorporase a su trabajo. De este modo, Juan se habría quedado con sus abuelos, concretamente con la Reina Sofía.

La reina emérita ha sido el gran apoyo de su hija y sus nietos en sus momentos tan difíciles estos años. Nunca ha faltado a ningún cumpleaños ni fecha especial, viajando a donde fuese para estar a su lado a pesar de lo que decía la opinión público. Para doña Sofía, sus nietos son sagrados y ha intentado que todo el 'caso Noós' les afectase lo menos posible. 

Con este traslado, que no sabemos si será para el año entero, Juan Valentín estará más cerca de su padre, al que podrá visitar con más asiduidad, y prepara el terreno de lo que podría ser la vuelta de la familia a España. Se especuló con que lo harían el pasado año cuando Iñaki ingresó en prisión, pero prefirieron seguir en Ginebra lejos de la presión mediática. Pero ahora, la salida de la prisión del exjugador de balonmano está más cercana y lo más, importante, la Infanta ha vuelto a integrarse en la Familia Real, algo imprescindible para garantizar su vuelta. 

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