¿Qué es el Grupo Kering? El imperio de moda que brilla en la bolsa europea

  • El conglomerado empresarial de la familia Pinault ha entrado por primera vez en el principal índice de la bolsa europea.
Desfile Gucci
Desfile Gucci
EFE

La pasada semana se consumaba en la bolsa europea lo que ya todos esperaban. Deutsche Bank, el mayor banco de Alemania, abandonaba el mayor índice del Viejo Continente, el Eurostoxx 50. Este indicador reúne a los 50 valores bursátiles más importantes de la región -entre los que están los españoles Santander, BBVA, Inditex, Iberdrola o Amadeus- , lo que supone que la entidad ha dejado de serlo -se encuentra en una delicada situación y en los últimos cinco años sus acciones acumulan una caída de más del 60%-.

Pero su lugar ya ha sido ocupado. Y en este caso el nuevo 'inquilino' del Eurostoxx 50 se estrena en el índice estrella de la bolsa europea, ya que es la primera vez en sus 55 años de historia que ocupa un sitio en esta especie de 'hall of fame' de los mercados. Se trata del Grupo Kering, un nombre que a muchos es posible que no les suene, pero si decimos que está detrás de firmas tan reconocidas como Gucci, Saint Laurent o Balenciaga seguro que saben a qué nos referimos.

Sobre todo, porque su actual presidente, François-Henri Pinault, es un rostro muy habitual en las alfombras rojas y en la prensa social, ya que se trata del marido de la actriz Salma Hayek. Pero Pinault es mucho más que eso, porque aunque su matrimonio le ha dado fama mundial, en el ámbito empresarial es uno de los pesos pesados, ya que está entre los hombres más ricos del mundo con una fortuna valorada en 30.500 millones de dólares (26.262 millones de euros).

Y todo gracias al grupo que maneja, una empresa familiar que puso en pie su padre, François Pinault, y que medio siglo después está valorada en 58.600 millones de euros, con sus acciones a un precio superior de 460 euros. Un conglomerado que pasó del negocio de la madera y la construcción a tener algunas de las mayores marcas de lujo del mundo en su propiedad.

A la zaga del grupo LVMH

Como decíamos, allá por los primeros años 60, el padre del actual presidente de Kering puso en marcha un negocio dedicado a la madera y la construcción, un universo totalmente alejado del lujo. Pero pronto lo que se llamaba simplemente Pinault, pasó a ser un negocio de envergadura nacional en Francia al ir comprando diferentes empresas de diversos sectores.

Así, en 1988, Pinault SA ingresa en la bolsa gala, en concreto en su principal índice, el CAC 40, el homólogo de nuestro Ibex 35. Esto permitió que entrasen en su accionariado inversores tan fuertes como el banco Crédit Lyonnais. En los 90, la empresa familiar siguió ampliando sus dominios y entró en el sector de la moda, ya que absorbió al grupo La Redoute, la compañía minorista que vende tanto ropa como elementos de decoración por catálogo. De este modo, el negocio pasó a denominarse Pinault-Printemps-La Redoute.

Pero no fue hasta el final del milenio cuando entró por la puerta grande en el mundo del lujo. En 1999 se hizo con el 42% de la firma Gucci, lo que supuso la puerta de entrada en este segmento, ya que poco después le siguió otra de las más potentes del sector, Yves Saint Laurent -hoy rebautizada como Saint Laurent-. Desde ahí, todo fue en cadena. En los primeros años del 2000 entran Balenciaga y Bottega Venetta y se asocia con los dos diseñadores emergentes más importantes de Reino Unido, Stella McCartney -hoy ya fuera de Kering- y Alexander McQueen

Pero el grupo no solo se centró en esta elitista industria, sino que también busco formas de llegar a todo tipo de público con empresas como Puma y FNAC, lo que le confiere tentáculos en la mayor parte de áreas de consumo. Así, en la década de 2010 pasó a denominarse Kering y a dar valor a esta marca con el lanzamiento de la línea Eyewear, donde la enseña familiar domina todo el proceso, desde el diseño hasta el marketing y las ventas. 

Así, ha llegado a 2018 con unos ingresos anuales de 15,478 millones -cifra correspondiente al pasado año-, un beneficio de 1.785,6 millones y cerca de 30.000 empleados en todo el mundo. Unos números que, unidos a su buena evolución en bolsa -sus acciones se han disparado desde los 137,2 euros en 2014 a los 464,5 euros actuales- le han valido para entrar en el Eurostoxx 50, desplazando a toda una institución de los mercados, el Deutsche Bank.

De este modo, ya son dos conglomerados de moda los que forman parte de este índice, pues en él también cotiza el que a día de hoy es el mayor grupo de lujo del mundo, LVMH (LVMH Moët Hennessy • Louis Vuitton). A día de hoy, éste es el mayor rival de Kering, pues ambos son franceses y aglutinan a las principales firmas de lujo del mundo, ya que LVMH tiene en su poder a Vuitton, Givenchy, Kenzo, Loewe, Fendi, Marc Jacobs, Bvlgari, TAG Heuer o Moët & Chandon.

En este caso, su valoración bursátil es de 155.000 millones de euros, lo que le confiere una dimensión mucho mayor que a Kering. Sus ventas del pasado año ascendieron a 42.636 millones y su beneficio es de casi 8.300. Si bien este último gran paso dado por Kering evidencia dos cosas: su elevado potencial de cremiento y la recuperación imparable del universo del lujo, una industria que se espera que alcance los 490.000 millones de euros de ingresos en 2020.

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