Teatros cerrados, rodajes suspendidos y museos abiertos pero con poco público

Madrid, 14 nov.- Las producciones teatrales y audiovisuales han sido las más afectadas por la jornada de huelga general en la que se ha suspendido un elevado número de representaciones y rodajes, mientras que los museos, que han mantenido abiertas sus puertas, han visto cómo caía la afluencia de público.

La huelga general ha provocado también el cierre al público de la Alhambra de Granada, cuyo conjunto monumental es el más visitado de España, debido a la falta de personal, que ha secundado mayoritariamente el paro.

Por el contrario, el templo de la Sagrada Familia, el monumento más concurrido de Barcelona, ha abierto al público con normalidad, no se ha registrado ninguna incidencia y la afluencia ha sido la normal de un día laborable, lo que supone hacer una hora de cola para comenzar la visita.

Según los datos facilitados por la Coordinadora de Trabajadores del Espectáculo (CTE), la práctica totalidad de los profesionales convocados de este sector han secundado el paro en Madrid.

Así, la CTE asegura que durante la jornada se han suspendido los rodajes de las series "Aída", "Con el culo al aire", "El secreto de Puente Viejo", "Amar en tiempos revueltos" y "Cuéntame cómo pasó".

También han parado los rodajes de los largometrajes "Las brujas de Zugarramundi", dirigido por Álex de la Iglesia y producido por Enrique Cerezo PC, y el de "Combustión", del realizador Daniel Calparsoro y producida por Antena 3 y Zeta Cinema.

Los trabajadores de la treintena de teatros de Madrid también han secundado la huelga, y todos ellos suspenderán sus funciones de hoy a excepción del Lope de Vega, donde se representa el musical de "El Rey León".

Los museos madrileños han abierto sus puertas durante toda la jornada, aunque la afluencia de público en el Prado y en el Thyssen ha sido "menor" respecto a una jornada normal. En el caso del Reina Sofía, en concreto, la asistencia ha descendido un 60 por ciento. También menos público ha accedido al CaixaForum, que ha abierto sus salas con "total normalidad".

En los grandes equipamientos culturales de Barcelona, el paro ha tenido una incidencia desigual y, mientras museos como el Picasso, el MACBA, la Fundación Miró o el Teatro del Liceo no han abierto sus puertas, el MNAC o el CaixaForum han desarrollado sus actividades como cualquier otro día.

Por su parte, la Fundación Antoni Tapies ha estado cerrada al público, pero no por la huelga, sino porque se encuentra en fase de cambio de exposición y tiene previsto abrir de nuevo sus puertas el próximo viernes.

Entre las entidades musicales, el Gran Teatro del Liceo ya anunció a finales de octubre la cancelación de la función de la ópera de Donizetti programada para hoy y en el Auditori se ha cancelado el único concierto previsto.

En Bilbao, tanto el Museo Guggenheim como el Bellas Artes han abierto sus puertas con normalidad.

Durante la jornada, una treintena de trabajadores del espectáculo, entre ellos los actores Willy Toledo y Alberto San Juan, han mantenido un encierro en el Teatro Español en Madrid, desde donde han pedido la dimisión del ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, y la del secretario de Estado de Cultura, José María Lassalle.

Los encerrados han exigido también la paralización de la ley de reforma de la enseñanza, la reducción del 21 al 4 por ciento del IVA aplicado a los productos culturales y la paralización de los ERE planteados en las empresas públicas del sector cultural.

Por su parte, la presidenta de la asociación de galeristas madrileños ArteMadrid, Cristina Giménez, ha explicado a Efe que es muy difícil saber qué número de galerías ha cerrado hoy "porque cada uno decide por su cuenta, aunque motivos no nos faltan".

Este sector, ha explicado, se ha visto afectado "muy gravemente" por la decisión del Gobierno de ampliar el IVA del 8 al 21 por ciento y por el retraimiento de los compradores, entre los que se incluyen clientes "naturales" como instituciones y museos, víctimas de importantes recortes, lo que en su opinión deja a los galeristas el único camino de "salir de España" para salvar el mercado.