Un libro explora las claves de la transición de Benedicto XVI a Francisco

  • El libro "La viña devastada", del sacerdote español Juan Rubio, examina las claves de la renuncia de Benedicto XVI y la elección del papa Francisco, de quien dice que será capaz de reformar la Iglesia desde adentro, orientándola hacia la austeridad y alejándola de la tentación del poder.

Lydia Gil

Denver (EE.UU.), 26 jun.- El libro "La viña devastada", del sacerdote español Juan Rubio, examina las claves de la renuncia de Benedicto XVI y la elección del papa Francisco, de quien dice que será capaz de reformar la Iglesia desde adentro, orientándola hacia la austeridad y alejándola de la tentación del poder.

Rubio, director del semanario "Vida Nueva", explicó que el título no se refiere a la herencia que el papa emérito le ha dejado a su sucesor, sino a una alegoría bíblica a la cual el propio Benedicto solía aludir.

Tomada del "canto a la viña" de Isaías, la historia cuenta de una vid que en lugar de uvas dio agrazones.

Al iniciar su pontificado en abril de 2005, explicó el autor, Benedicto XVI se definió como un "humilde trabajador de la viña del Señor", dedicándose así a combatir el laicismo agresivo que amenazaba el fruto de la misma.

El título no deja, sin embargo, de resultar apropiado, ya que el libro aborda precisamente los enormes retos que enfrenta la Iglesia católica en el siglo XXI y el rumbo esperanzado que tomará bajo el nuevo pontífice.

Rubio examina el rol del cardenal Ratzinger en el ministerio de Juan Pablo II durante las tres décadas antes de suceder a su amigo y colaborador cercano.

El autor de "La viña devastada", libro que ya circula en EE.UU. y otros países, concluyó que, a pesar de su reticencia, edad avanzada y estado de salud, la decisión del cónclave de 2005 no pudo haber sido otra.

Según Rubio, Benedicto XVI continuó la labor doctrinal iniciada por Juan Pablo II al igual que el trabajo ecuménico y el diálogo interreligioso.

Sin embargo, el estilo de Benedicto XVI contrastaba radicalmente con el de su antecesor.

En su breve pontificado, a Benedicto XVI le tocó afrontar una larga lista de dificultades y escándalos, como los informes de pederastia entre miembros del clero, el "Vatileaks", relaciones tensas con el mundo islámico y reportes de tensiones internas.

Sin embargo, Rubio insiste que durante ese periodo "corto, intenso y polémico" Benedicto XVI logró efectuar reformas importantes, pese a una "política de comunicación errónea" por parte de sus asesores.

"La historia hablará de él como un importante reformador", señaló.

La sorpresa de la retirada de Benedicto XVI fue seguida por otra: la primera elección de un papa latinoamericano que no figuraba en las listas de los favoritos.

No obstante, Rubio señaló que la selección del cardenal argentino Jorge Mario Begoglio no debía haber sorprendido tanto.

"Se quería un cambio", indicó. "Un cambio profundo, un rumbo nuevo y distinto", pues "la curia no podía seguir hundiendo la barca de Pedro".

El cardenal Begoglio resultaba entonces un candidato ideal: argentino de raíces italianas y educado en Alemania, él establecía un puente entre dos mundos.

Conservador en lo moral y progresista en lo social, Bergoglio ofrecía el perfil perfecto para indicar un cambio sin el peligro de aislar a sectores importantes de la Iglesia católica.

Desde su primer gesto oficial, al tomar el nombre de Francisco, por el santo Francisco de Asís, a quien considera "el hombre de la pobreza, el hombre de la paz, el hombre que ama y custodia la creación", el pontífice señaló un nuevo rumbo.

Esa identificación con el pueblo sencillo, aunada al torrente de gestos de auténtica sencillez y una calidez muy distintos a los de su antecesor, le ha ganado no solo la aprobación sino también el cariño de la gente.

El sacerdote y escritor español indicó, no obstante, que hay que cuidarse de los juicios precipitados y no esperar grandes cambios doctrinales durante el pontificado de Francisco.

"Bergoglio no es un papa revolucionario de la moral tradicional", sostuvo. "Está en la línea de sus antecesores, especialmente de Juan Pablo II en materias como la familia y la vida", enfatizó.

El autor indicó, sin embargo, que cree que el papa Francisco reformará la Iglesia desde adentro, orientándola hacia la austeridad y alejándola de las tentaciones del poder.

El pontífice también sabrá responder a la nueva geografía de la Iglesia católica y su papado estará más marcado por la misericordia que por la ley, señaló el sacerdote y escritor español.

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