Galicia, la comunidad con más muertes por ahogamiento, con 33 fallecidos desde enero

Galicia es la comunidad autónoma que más ahogados ha registrado en lo que va de año. En total han sido 33 muertes por esta causa, lo que supone el 20,6 por ciento de las contabilizadas en conjunto del Estado.

De ello ha informado la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo a través de un comunicado, en el que ha recordado que durante todo el año 2015 se registraron 44 ahogados, una cifra muy cercana a la alcanzada en los primeros seis meses del 2016, sin haber empezado la campaña de verano.

En este mismo periodo de estudio (del 1 de enero al 3 de junio) durante el pasado año, los muertos por ahogamiento fueron 12. Para realizar el análisis, se han tenido en cuenta aquellos producidos tanto en playas, ríos, piscinas como también otros espacios acuáticos de la comunidad.

Por su parte, la cifra nacional asciende a los 160 muertos, mientras que durante el mismo período del 2015, se contabilizaron 86. Según ha valorado la federación de salvamento, estas cifras convierten el 2016 en "un año especialmente dramático" para las incidencias mortales en los espacios acuáticos españoles.Las cifras en el resto de España 

Tan sólo la Comunidad de Madrid se mantiene sin ninguna persona ahogada. Las 160 víctimas totales suponen una media superior a un ahogamiento al día y un crecimiento del 86,04 por ciento respecto a la misma fecha del año pasado. Tan sólo el mes de mayo se han producido medio centenar, lo que lo convierte en "el período más trágico de 2016".Galicia 33Canarias 30Andalucía 29Castilla y León 14País Vasco 8Comunidad Valenciana 7Asturias 5Aragón 5Castilla la Mancha 4Cataluña 4Ceuta 4Islas Baleares 4Región de Murcia 3Melilla 3Cantabria 2Extremadura 2La Rioja 2Navarra 1Tan sólo la Comunidad de Madrid se mantiene sin ninguna persona ahogada.Niños, alto riesgo entre los 12 y 48 meses

La probabilidad de que un niño fallezca por ahogamiento se incrementa entre los 12 y los 48 meses, cuando adquieren las destrezas motoras suficientes como para andar y empezar a desenvolverse solos, ya que en ese momento la supervisión de los adultos se relaja en una gran medida.