LA ONU EXIGE PROTECCIÓN A HOSPITALES Y PERSONAL SANITARIO EN LAS GUERRAS

El Consejo de Seguridad de la ONU aprobó este martes por unanimidad una resolución que exige a todos los combatientes que respeten las normas internacionales que protegen las instalaciones y el personal médico en las guerras, y recuerda a los países su responsabilidad para hacer que estas normas se cumplan.
El texto, impulsado por España, Uruguay, Nueva Zelanda, Egipto y Japón, urge a los Estados a poner fin a la impunidad y a garantizar que los responsables de estos ataques rindan cuentas ante la justicia.
El documento subraya la obligación de todas las partes en conflicto de respetar las leyes internacionales humanitarias y de derechos humanos, y les exige que faciliten el paso irrestricto y seguro del personal médico y humanitario, así como del equipo que necesiten para trabajar.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, participó en la sesión del órgano de seguridad, donde se refirió a los más de 360 ataques a personal médico documentados desde el inicio del conflicto en Siria y a los 59 asaltos a esos profesionales el año pasado en Yemen.
“Seamos claros: los ataques intencionados y directos a los hospitales son un crimen de guerra. Negarle el acceso a la gente a los cuidados médicos esenciales es una violación grave de la ley internacional”, subrayó.
Esta resolución llega sólo unos días después de que el bombardeo a un hospital apoyado por Médicos Sin Fronteras (MSF) en Alepo (Siria) dejara tras de sí 55 víctimas mortales en el hospital y sus alrededores, de las cuales 6 eran trabajadores sanitarios.
Según Médicos Sin Fronteras, un total de 10 ataques aéreos y bombardeos alcanzaron siete de sus hospitales y estructuras médicas apoyadas por esta organización (seis en Siria y uno en Yemen), cifra que se elevó a 75 en todo el año pasado (63 en Siria, cinco en Ucrania, cinco en Yemen, una en Afganistán y una en Sudán).
Además, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) documentó 2.400 ataques contra trabajadores sanitarios, pacientes, instalaciones médicas y ambulancias en sólo 11 países entre 2012 y 2014.
“PUROS ACTOS DE TERRORISMO”
La presidenta internacional de MSF, Joanne Liu, indicó hoy en un discurso pronunciado en la sede de Naciones Unidas en Nueva York (Estados Unidos) que, en las guerras, las personas actualmente son “apenas un producto, una materia prima, ya sean vivos o muertos”, mientras los pacientes y los médicos se convierte en “objetivos considerados legítimos”. “Las mujeres, los niños, los enfermos, los heridos y sus cuidadores, están condenados a muerte. Hay que poner fin a estos ataques”, apuntó.
Liu lamentó que los hospitales sean “bombardeados de manera rutinaria” en Afganistán, República Centroafricana, Sudán del Sur, Sudán, Siria, Ucrania y Yemen. “El personal médico se siente amenazado. Los pacientes se esconden bajo sus camas. Los ataques a comunidades y los ataques precisos a los centros de salud se describen como errores, se niega la evidencia o, simplemente, la noticia se recibe en silencio”, añadió.
Comentó que se trata de “ataques indiscriminados y desproporcionados contra poblaciones civiles en entornos urbanos y, en el peor de los casos, son puros actos de terrorismo”. “Los efectos de los ataques contra los centros de salud van mucho más allá del rastro de heridos y muertos. No solo destruyen la rutina de salvar vidas, la rutina de la atención médica y los cuidados de la salud. Hacen la vida imposible”, añadió.
“Estamos ante un callejón sin salida. Un callejón mortal”, agregó, antes de recalcar: “Estamos frente a una epidemia de ataques a las estructuras de salud, lo que impide llevar a cabo nuestra labor principal de prestar atención médica y salvar vidas. Y hasta la fecha, nuestros repetidos llamamientos para que se lleven a cabo investigaciones independientes sobre estos ataques no han sido atendidos. La rendición de cuentas empieza con la investigación de los hechos, de forma independiente e imparcial. Los autores de los ataques no pueden ser, a su vez, investigadores, jueces y jurados. Pero no se equivoquen: nosotros vamos a seguir denunciando los ataques a las estructuras sanitarias. Siempre”.
En este sentido, Liu comentó que “la medicina no debe ser una ocupación mortal” y que “los pacientes no deben ser atacados o sacrificados en sus camas”. “Nosotros, los médicos, hacemos un juramento cuando nos unimos a la profesión médica. Nos comprometemos a tratar a cada persona, independientemente de quienes sean, independientemente de su religión, su raza, o de qué lado luchan. Incluso si son combatientes heridos, o si están etiquetados como criminales o terroristas”, destacó.
Liu dijo que “los hospitales no deben ser atacados y los grupos armados tampoco deben entrar en las estructuras de salud a la fuerza, a la búsqueda y captura de pacientes”, al tiempo que señaló que “la ética médica no puede ser enterrada por la guerra” y que la resolución aprobada hoy "no debe quedarse en mera retórica".

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