Ahorro

Nueve frutas y verduras de temporada para ahorrar en las compras del súper este mes

Conocer las frutas y verduras típicas de primavera ayudan al bolsillo para reducir el coste de la cesta de la compra hasta un 40% según la experta en ahorro Sara Muñoz. No es la única ventaja.

Las fresas, postre estrella en primavera
Las fresas, postre estrella en primavera
Carlos Lujan / EP

Los mejores aliados del ahorro en la cesta de la compra son las frutas y verduras de temporada, sin contar los beneficios para la salud, el paladar y el medio ambiente. Ya contamos en La Información el consejo de la experta en ahorro en el hogar Sara Muñoz de apostar este mes de abril por la compra de fresas, naranjas o acelgas porque las piezas de temporada pueden suponer un  ahorro del un 30-40%. Ahora desde Bene Bono, startup que salva frutas y verduras ecológicas e imperfectas, destacan además otros beneficios además de para el bolsillo, relacionados con la salud y el medio ambiente. 

¿Cuáles son las frutas y verduras de temporada en primavera?

Pero antes de detallar por qué merecen la pena que formen parte de nuestro carro de la compra hay que saber cuáles son las que llegan por primavera. Este mes de abril es temporada de fresas, naranjas, limones, mandarinas, kiwis, cerezas, melocotones y albaricoques. En cuanto a las verduras, son de temporada los espárragos, los guisantes, las habas, la lechuga, las acelgas, las espinacas, las berenjenas, los calabacines, las cebollas y las zanahorias. Estas frutas y verduras son las mejores durante la primavera porque están en su punto máximo de sabor y calidad nutricional. Es por eso que la primera de sus ventajas es que tienen más sabor, frescura y nutrientes. 

Más sabor y más barato

Las frutas y verduras de temporada suelen ser más frescas y sabrosas porque no han sido almacenadas durante mucho tiempo o transportadas desde otros lugares lejanos en los que sí es temporada. Así, su consumo aporta sabores, aromas y texturas auténticos. Además, al cultivarse durante el clima que más les favorece, no son forzadas y completan su ciclo natural, lo cual hace que conserven mucho mejor sus propiedades nutricionales cuando se recolectan. Por otro lado, consumir alimentos de temporada aporta a nuestro organismo lo que necesita en ese momento, es decir, los alimentos de cada temporada contienen nutrientes que nos ayudan a combatir con las adversidades de dicha estación.

Otra de las características de los productos de temporada es que son más baratos. El hecho de contar con proveedores locales y evitar los gastos de importación y almacenaje permite ofrecer siempre los mejores precios porque es más rentable producirlos y porque hay más abundancia de los mismos, además de ayudar a reducir el desperdicio al que se enfrentan los agricultores, que tantas pérdidas les generan, notándose así siempre un ahorro en el carrito de la compra. En resumen, la fruta y la verdura de temporada son más económicas porque la oferta es mayor, los costos de producción son menores y los costos de transporte y distribución son más bajos.

Consumo ecológico 

Los alimentos locales son siempre los más sostenibles del mercado. Muchos de los productos que se obtienen fuera de temporada crecen gracias al uso de plaguicidas o fertilizantes o el uso de grandes cantidades de energía para generar climas artificiales, por el contrario, los productos de temporada se cultivan en la temporada y lugar que les corresponde, por lo que no necesitan ayuda extra para producir. Así, se consigue un alimento más saludable y se reduce la cantidad de estos químicos perjudiciales también para el medioambiente.

Menos desperdicio alimentario

El hecho de que las frutas y verduras de temporada no necesiten ser transportadas largas distancias ni almacenadas durante largos periodos de tiempo también reduce el riesgo de que se dañen o se estropeen antes de llegar a los consumidores finales, lo que significa que es menos probable que se desperdicien por problemas estéticos o de calidad.

Además del ahorro y del aumento de la calidad, el consumo de frutas y verduras de temporada promueve la economía local y nacional, porque los productos proceden de agricultores de proximidad, que además pueden producirse en grandes cantidades y con menos costes. No necesitan utilizar invernaderos, sistemas de calefacción o iluminación adicionales para proteger las plantas de las inclemencias del tiempo, ya que la temperatura y el clima son más adecuados para su crecimiento natural. Al cumplir los ciclos naturales para la siembra, el crecimiento y la recolección, se puede fomentar asimismo la rotación de cultivos y se empobrece menos su suelo.

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