(ampliación) peritos de fomento ratifican ante el juez que el accidente del avión que se estrelló en mali no se debió a un fallo humano o técnico


Dos peritos del Ministerio de Fomento han comparecido hoy ante el juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco y han ratificado que el accidente del avión MacDonnel Douglas MD83 que se estrelló en Mali el pasado 24 julio no se debió a ningún fallo humano o técnico, sino que fue producto de una tormenta que congeló los motores de aparato.
Los peritos ratificaron esta mañana la prueba pericial realizada por técnicos de Fomento que concluye que no hubo fallo en la tripulación ni en el aparato. Según sus conclusiones, los integrantes de la tripulación estaban correctamente entrenados y tenían todas sus licencias y permisos.
Además, los peritos de Fomento indican que la tripulación no tenía a sus espaldas ningún episodio de fatiga reseñable, habiendo cumplido los períodos de descanso establecidos.
El aparato cumplía con los requisitos técnicos para volar, tenía sus certificados y matrícula en regla, y contaba con el certificado de aeronavegabilidad necesarios para que el vuelo sea autorizado.
Los técnicos confirman que tanto los mantenimientos programados de la aeronave como los mantenimientos motivados por averías imprevistas estaban correctos. Actualmente hay una Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil en Mali, que cuenta con la participación de Francia, España y Reino Unido, que en su preinforme apunta a las condiciones meteorológicas extremas como las causantes del accidente.
En esa misma línea, los peritos españoles que hoy acudieron a la Audiencia Nacional indican que se produjo una tormenta muy fría que ocasionó la congelación de los motores, provocando su ruptura. Estos hechos, sumados a la altitud a la que volaba el aparato, que era a reacción y no de hélice, dificultaron un posible aterrizaje de emergencia.
El próximo 21 de noviembre se desplazarán a Madrid dos juezas que también investigan el caso, y a las que los peritos españoles expondrán sus conclusiones.
El avión MacDonnel Douglas MD83 de la compañía española Swiftair operado por Air Algérie se estrelló 24 de julio con 116 personas a bordo, entre ellos 54 franceses y los seis miembros de tripulación españoles. El aparato perdió altura rápidamente y se acabó estrellando contra el suelo ocasionando un cráter de más de un metro de profuncidad, 35 de largo y 11 de ancho. Tras el accidente se especuló con la posibilidad de que se hubiera tratado de un atentado.

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