Análisis de un asesinato atroz

    • El sociólogo Amando de Miguel asegura que son las condiciones de desarraigo y descontrol familiar lo que provoca la violencia.
    • El psiquiatra forense José Cabrera dice que "el homicida pierde la noción de la realidad y mata a sus hijos porque cree que su ausencia les perjudica. También pueden intervenir otros factores como la pasión, el desarraigo, el alcohol o el rencor hacia su mujer por la separación".
J.T.

El sociólogo y escritor Amando de Miguel, cree que el caso del padre uruguayo que ha matado a uno de sus hijos y ha herido de gravedad a otro, guarda similitud con el de José Bretón, imputado de dos delitos de asesinato con alevosía por la desaparición de sus hijos de seis y dos años.En opinión del sociólogo la gente suele buscar una explicación sencilla al tildar de locos a los asesinos de sus familiares directos. Pero es todo lo contrario: por lo general, los asesinos matan por reacciones muy racionales: hacer daño -eso sí, de forma macabra- a una persona que ha pasado de ser muy querida a odiada. "Prefieren matar a sus hijos que a su ex mujer porque saben que así les hacen más daño". Para Amando de Miguel el repunte de la violencia doméstica en los últimos años tiene una explicación: el aumento de la inmigración, algo que ya argumentó en el Congreso de los Diputados en el debate sobre la ley de violencia de género.[Te interesa: "Degüella a su hijo de 19 meses, apuñala a otro de cinco años y dice que "lo hace por su bien"]Aunque aquello le costó que le acusaran de racista, en realidad su argumento no tiene nada de xenófobo: son las malas condiciones en las que viven muchos inmigrantes las que les hacen violentos. "Es el desarraigo y el vivir en un entorno no familiar lo que les empuja a comportarse de manera violenta. Cuando vives fuera del entorno familiar y sin amigos estás un poco perdido, y eso propicia que uno se descontrole y sea más sensible de caer en el alcohol o las drogas".Este último argumeno parezca impopular, el sociólogo se apoya en datos. "España es un país con un índice de violencia muy bajo respecto a otros países europeos. Es mentira que los países nórdicos sean más pacíficos, muy al contrario, allí los casos de violencia doméstica son mucho más frecuentes que en nuestro país".José Cabrera: "Se trata de un caso de homicidio por compasión"El psiquiatra forense José Cabrera señala que todo apunta a que el caso del uruguayo de 32 años detenido por matar a su hijo de 19 meses y apuñalar en la espalda a otro de cinco años es un caso dehomicidio por compasión o suicidio ampliado. Aunque el homicida finalmente no se suicidara, su intención era exactamente ésa según dejó escrito en una carta.Cabrera cree que aunque cada caso es distinto y no se pueda hacer un perfil universal del homicida, en este caso ha influido y mucho la situación del protagonista: vivía solo tras la separación con su mujer a la que maltrataba aunque no tuviera antecedentes policiales, ya que nunca le había denunciado."El homicida pierde la noción de la realidad y decide matar a sus hijos porque cree que su ausencia les perjudica. También pueden intervenir otros factores como la pasión, el desarraigo, el alcohol o que sintiera un gran rencor hacia su mujer por la separación", señala el psiquiatra.[Te interesa leer: "Amando de Miguel asocia la violencia doméstica con la inmigración" ]
Cuando la policía llegó al lugar de los hechos encontró una carta de despedida escrita por Jorge Diego, en la que decía que no quería ser una carga para nadie. "Puede que todos esos factores le impulsaran a pensar que su vida ya no tenía sentido y decidiera quitarse la vida", reflexiona Cabrera. Sin embargo, y por razones que aún no se han aclarado, el hombre cambió de opinión y apuñaló a su hijos y lo hizo, según dijo el propio padre, "por el bien de los niños".Según han señalado algunos vecinos a la agencia EFE, cuando la pareja vivía junta las discusiones eran habituales. Los vecinos mostraron su sorpresa por el suceso, ocurrido en un pequeño bloque con solo seis viviendas de la calle Pedro Martínez número 12 del madrileño barrio de Carabanchel.

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