Conmovida por la muerte de un niño sirio, la UE busca reaccionar a pesar de las divisiones ante crisis migratoria

  • El presidente François Hollande y la canciller Angela Merkel quieren imponer cupos de refugiados y los ministros de Exteriores se reúnen este viernes para examinar crisis de inmigrantes: los europeos se ven forzados a reaccionar a pesar de sus divergencias tras la emoción suscitada por la terrible foto de un niño sirio ahogado.

En un contexto de crecientes tensiones entre países europeos, Alemania y Francia decidieron actuar, lanzando una iniciativa común el jueves para "organizar la acogida de refugiados y la repartición equitativa en Europa" de esas familias que huyen sobre todo de Siria en guerra.

Merkel mencionó unos "cupos oblogatorios, Hollande habló de un "mecanismo permanente y obligatorio". El acuerdo franco-alemán pide también "garantizar el retorno de los inmigrantes irregulares a sus países" y ayudar a "los países de origen y de tránsito".

Los ministros europeos de Exteriores se reúnen este viernes en Luxemburgo sobre este dossier, al tiempo que cuatro países del Este, reticentes a abrir sus fronteras y opuestos a los cupos, se reúnen a su vez en Praga, con el consiguiente peligro de que se agraven unas divisiones de por sí profundas.

El presidente del Consejo Europeo Donald Tusk no ocultó su inquietud frente a la "división entre el Este y el Oeste de la Unión europea". "Algunos Estados miembros solo piensan contener la ola de inmigrantes, lo que se simboliza en la controvertida alambrada construida por Hungría, mientras otros quieren más solidaridad", lamentó.

Mientras la dramática foto de Aylan Kurdi, de 3 años, muerto en una playa de Bodrum, en Turquía, seguía conmoviendo y provocando furia este jueves, el presidente turco Recep Tayyip Erdogan acusó a los países europeos de haber transformado el Mediterráneo en "un cementerio de inmigrantes".

El vicepresidente de la Comisión europea, Frans Timmermans, consideró que se trata de "una crisis humanitaria y política sin precedentes" y pidió "encontrar respuestas europeas a un problema que no puede ser solucionado de manera individual por los Estados".

Hasta el primer ministro británico David Cameron, criticado por su falta de implicación en la crisis, se mostró "profundamente conmovido" y podría anunciar que el Reino Unido acogerá a "varios miles" de refugiados sirios más.

Los cuatro candidatos a las primarias del Partido Laborista también pidieron que Gran Bretaña haga "mucho más", en su último debate televisado, celebrado la noche del jueves.

Y en Canadá, país en plena campaña legislativa, donde viven familiares del niño Aylan Kurdi, los responsables de los partidos políticos prometieron recibir más refugiados y la provincia de Quebec propuso acoger a "miles".

Una repartición equitativa de los refugiados entre países europeos es una de las prioridades de la Comisión europea, que debería revelar el 9 de septiembre ante el Parlamento Europeo las nuevas proposiciones.

La Comisión quiere un mecanismo permanente de repartición, pero frente a la emergencia que viven países como Hungría, Italia o Grecia, su presidente Jean-Claude Juncker "pedirá a los Estados miembros repartir con urgencia 120.000 refugiados suplementarios en la UE", indicó el jueves a la AFP una fuente europea.

La tarea no será fácil, vistas las grandes reticencias mostradas por numerosos Estados ante una precedente demanda de la Comisión para acoger a 40.000 solicitantes de asilo presentes en Grecia e Italia.

"Nadie quiere quedarse en Hungría, Eslovaquia, Estonia, Polonia. Todos desean ir a Alemania. Nuestra tarea es solo registrarlos y los registramos", dijo el jueves en Bruselas el primer ministro húngaro, ViktorOrban, que expresó su rechazo de los cupos cuando el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schultz, acababa de pedir una respuesta europea.

Para Orban, el flujo masivo de migrantes amenaza las "raíces cristianas" de Europa. "Tenemos derecho a decidir no tener un gran número de musulmanes en nuestro país", argumentó.

En Bruselas, frente a los dirigentes europeos, Hungría y Austria criticaron a Alemania, que decidió dejar de repatriar a los solicitantes de asilo sirios a sus países de entrada en la UE. El Gobierno alemán encara también tensiones internas: los ataques contra los refugiados se multiplican en la ex Alemania oriental, que se supone más racista que el resto del país y donde la mitad de los habitantes dicen que les da "miedo" la afluencia de inmigrantes.

La modificación de los acuerdos de Dublín, que regulan en principio la acogida de los refugiados en la UE, será abordada por los ministros europeos de Interior el 14 de septiembre en Bruselas.

Más de 230.000 inmigrantes llegaron a Grecia por mar desde el inicio de año, frente a 17.500 el mismo periodo de 2014, indicó el jueves el ministro adjunto griego de Marina Mercante, Nikos Zois. "Más de un 80%" de los llegados contabilizados por los guardacostas "son refugiados", precisó.

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