60.000 fallecidos y más de 90 millones de afectados por el cambio climático en 2015

  • El informe Cambio Climático y salud afirma que los cambios en las precipitaciones afectarán en las próximas décadas al suministro de agua dulce, amenazarán a la higiene y aumentarán el riesgo de enfermedades.

    En España, cada día de ola de frío entre 2001 y 2009 produjo 3,5 defunciones mientras que por cada día de ola de calor fallecieron 2,9 personas.

Los desastres climáticos afectaron a 90 millones de personas y mataron a 60.000 personas en 2015
Los desastres climáticos afectaron a 90 millones de personas y mataron a 60.000 personas en 2015
EUROPA PRESS
A. D.

Más de 60.000 personas murieron en 2015 como consecuencia de desastres climáticos que, además, provocaron algún daño o secuela en cerca de 90 millones de personas. Son los datos de un estudio del Observatorio DKV de Salud y Medio Ambiente. El informe analiza los cambios meteorológicos y los episodios extremos que se registran en el mundo para evaluar el impacto de los desastres naturales en la salud mundial y sus efectos a largo plazo.

Según los investigadores, el 92 por ciento de las catástrofes naturales están relacionadas con el clima. Además, el aumento del nivel del mar y la mayor intensidad de los eventos meteorológicos influyen, más de lo que parece, en la forma de vida.

Y un factor importante va a ser la diferencia de precipitaciones que va a afectar en las próximas décadas no sólo al suministro de agua dulce, si no que también amenazarán a la higiene y aumentarán el riesgo de enfermedades como las diarreicas, que ya ahora provocan 760.000 defunciones anuales de menores de cinco años.Casi tres personas fallecen cada día durante una ola de calor

El documento 'Cambio climático y salud' a través del Observatorio de Salud y Medio Ambiente, pretende concienciar a la población acerca de esta realidad, con motivo del Día Internacional para la Reducción de los Desastres Naturales, que se celebrará este viernes 14 de octubre.

Para ello analiza los efectos en la salud tanto del extremo calor como del frío y concluyen que las temperaturas extremas son más peligrosas en invierno, ya que las olas de frío son "proporcionalmente más críticas" que las de calor. En España, cada día de ola de frío entre 2001 y 2009 se produjo 3,5 defunciones mientras que por cada día de ola de calor fallecieron 2,9 personas.

Por ámbito geográfico, Madrid y Andalucía son las dos comunidades autónomas que más han padecido en los últimos años los efectos de las olas de calor. Este trabajo recuerda que 2015 ha sido el año más caluroso de la historia y las altas temperaturas afectaron a más de 1 millón de personas en todo el mundo, donde se registraron hasta 11 olas de calor.

Francia fue el país más afectado por las temperaturas extremas, ya que en el país galo fallecieron 3.275 personas. India y Pakistán, por su parte, acusaron especialmente estas oleadas, ya que perecieron respectivamente 2.248 y 1.229 individuos.

Y si esto sigue así y el cambio climático continúa avanzando, la Agencia Europea de Medio Ambiente pronostica un 2050 desolador, con cerca de 120.000 muertes adicionales al año con motivo de las olas de calor. Y la culpa de ello no la tiene nadie más que el ser humano, cuya actividad ha duplicado el número de olas de calor, y provocará un aumento de su intensidad y duración en los próximos años. Si no se toman medidas preventivas, el impacto económico alcanzará los 150.000 millones de euros.Las inundaciones son uno de los peores efectos

Los cambios extremos de temperaturas no son el único riesgo al que nos enfrentamos como consecuencia del cambio climático. Mucho más devastadoras son las inundaciones. Afectaron a 27,5 millones de personas en todo el mundo en 2015, cuando se registraron 152 episodios de inundaciones, motivados por la fusión acelerada de los glaciares, la subida del nivel del mar, la inadecuada planificación del territorio y el incremento de las precipitaciones extremas. Hasta 16,4 millones de personas padecieron este desastre natural en India, más de la mitad del total de población mundial afectada por inundaciones.

El estudio de DKV recuerda el especial impacto en la salud de las personas que tienen las inundaciones, tanto a corto como a largo plazo: lesiones, traumatismos y proliferación de vectores de enfermedades infecciosas; muertes por ahogamiento y aumento de las enfermedades transmitidas por el agua; daños en hogares, bienes y servicios y producción de alimentos.

Asimismo, señala que las inundaciones aumentan la prevalencia de la malnutrición y la desnutrición, que actualmente causa ya 3,1 millones de defunciones al año; desplazados, ansiedad, estrés post-traumático y depresión, así como daños en infraestructuras y servicios sanitarios y de emergencias o contaminación del agua de consumo humano.

En el lado contrario, las sequías fueron la causa de cerca de 200 millones de migraciones climáticas en 2050. Se trata del evento meteorológico extremo que más impacto ha tenido en el último año.

En total, en 2015 hubo 32 grandes sequías, que afectaron a más de 50 millones de personas en todo el mundo y obligaron a millones de personas a migrar de su vivienda en busca de escenarios saludables.Los extremos climáticos aumentarán en nuestro país

De acuerdo con el estudio, las previsiones apuntan que en España aumentarán los extremos climáticos, de modo que aumentarán las temperaturas de forma generalizada, lo que supondría una reducción de entre el 10 y el 30 por ciento de la precipitación media anual y esto incrementará la duración e intensidad de las sequías a finales de siglo.

Otra de las consecuencias serán los incendios forestales, que limitarán las actividades industriales, la reducción de la capacidad agrícola y ganadera, los cambios en el hábitat y los ecosistemas y las restricciones de agua son algunos de los efectos más significativos derivados de las sequías.La calidad del aire también empeorará en los próximos años

La ausencia de lluvia también será la causa de que aumente la contaminación atmosférica y con ella, las enfermedades asociadas a ella. El informe señala que cada año mueren miles de personas y, sobre todo, merma la calidad de vida. En los últimos años han aumentado considerablemente las enfermedades respiratorias asociadas a la mala calidad del aire. 

Datos alarmantes que aún se pueden cambiar y evitar así, miles de muertes cada año. 

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