La UE aumenta la presión sobre Mubarak para que permita ya una transición

  • Bruselas.- La Unión Europea (UE) ha seguido el ejemplo de Estados Unidos y ha aumentado hoy la presión sobre el presidente egipcio, Hosni Mubarak, a quien ha exigido que responda "a la voluntad de su pueblo" y abra inmediatamente el camino a una "transición pacífica".

La violencia entre seguidores de Mubarak y oposición marca una inflexión en la crisis de Egipto
La violencia entre seguidores de Mubarak y oposición marca una inflexión en la crisis de Egipto

Bruselas.- La Unión Europea (UE) ha seguido el ejemplo de Estados Unidos y ha aumentado hoy la presión sobre el presidente egipcio, Hosni Mubarak, a quien ha exigido que responda "a la voluntad de su pueblo" y abra inmediatamente el camino a una "transición pacífica".

Sin pedir explícitamente su dimisión, la alta representante comunitaria, Catherine Ashton, ha insistido en que el líder de Egipto durante los últimos treinta años tiene que "escuchar ya" al pueblo.

"Hemos sido muy claros acerca de que Mubarak debe responder a la voluntad de su pueblo y debe estudiar con mucho cuidado qué hacer", ha afirmado Ashton en unas declaraciones conjuntas con el nuevo ministro tunecino de Exteriores, Ahmed Abderraouf Ouna.

Poco después, en el pleno del Parlamento Europeo (PE), la jefa de la diplomacia comunitaria ha reiterado que las autoridades egipcias han de avanzar "rápidamente" hacia un gobierno de "amplia base" que prepare el camino a unas elecciones "libres y justas".

Su mensaje sigue la línea del expresado por el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien ha pedido a Mubarak que inicie "ahora" la transición.

El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, también ha mantenido una cierta prudencia y ha llamado al diálogo entre las fuerzas políticas para garantizar un paso pacífico hacia la democracia pluralista.

Más claros han sido varios grupos de la izquierda de la Eurocámara, que han exigido a Mubarak que abandone inmediatamente el poder y han criticado la ambigüedad de las instituciones europeas.

"No pida calma (...) La manera de tranquilizar la situación es que Mubarak se vaya", clamó el siempre vehemente Daniel Cohn-Bendit (Los Verdes) ante Ashton.

Además de lanzar un mensaje de apoyo a los manifestantes y a la democracia en el norte de África, un buen número de fuerzas parlamentarias exigió una reflexión sobre la política que Europa ha estado desarrollando durante años hacia sus socios de la orilla sur del Mediterráneo.

"Tenemos que sacar conclusiones de las políticas complacientes hacia los enemigos de la libertad", advirtió en nombre del conservador Partido Popular Europeo (PPE) el español José Ignacio Salafranca.

"Cometimos un error magistral: apoyar regímenes corruptos en favor de la estabilidad. Es un error que tenemos que corregir ahora", añadió la socialista Véronique De Keyser.

El líder liberal Guy Verhofstadt opinó, por su parte, que Europa "no ha entendido bien la importancia histórica del momento" y lamentó que la UE no haya sido capaz de apoyar abiertamente y desde el principio las manifestaciones en favor de la democracia.

El ex primer ministro belga criticó, además, el "falso análisis" de quienes prefieren apoyar dictaduras por miedo a un régimen islamista.

"Yo no tengo miedo y confío en el pueblo egipcio (...) No son revoluciones islámicas las que estamos presenciando, son revoluciones en favor de la libertad", añadió.

Varios eurodiputados conservadores, sin embargo, defendieron esa tesis por la que creen que Europa debería evitar que unas elecciones libres en un país como Egipto den el poder al islamismo.

"Hay que ser cautos. Mubarak daba estabilidad, está a punto de caer y no hay una oposición democrática porque no ha tenido tiempo de formarse. No se puede descartar que Egipto caiga en manos de los Hermanos Musulmanes", advirtió el conservador Zbigniew Ziobro, quien recordó el papel desempeñado por el líder egipcio en la relación del mundo árabe con Israel.

Una vez más, la práctica totalidad del hemiciclo se unió para criticar la lentitud en la reacción europea y la falta de unidad en los mensajes de sus gobiernos, en lo que ya es un clásico de todas las apariciones de Ashton ante los diputados.

El PE, pese a todo, no votará una resolución sobre la situación en Egipto hasta su próxima sesión plenaria, que se celebrará en Estrasburgo (Francia) a mediados de febrero.

Los eurodiputados aprobarán mañana un texto sobre los acontecimientos en Túnez, que hoy quedaron eclipsados por Egipto en el debate.

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