Las fuerzas de Gadafi intentan recuperar el control de la tercera ciudad libia

  • Redacción internacional.- Las fuerzas leales al régimen libio mantienen hoy posiciones alrededor de Misrata, para intentar recuperar el control de esa ciudad, la tercera del país, mientras la comunidad internacional ofrece ayuda a los rebeldes y se prepara para un país sin Muamar al Gadafi.

Refugiados egipcios se manifiestan para exigir la presencia de su embajador
Refugiados egipcios se manifiestan para exigir la presencia de su embajador

Redacción internacional.- Las fuerzas leales al régimen libio mantienen hoy posiciones alrededor de Misrata, para intentar recuperar el control de esa ciudad, la tercera del país, mientras la comunidad internacional ofrece ayuda a los rebeldes y se prepara para un país sin Muamar al Gadafi.

Dos helicópteros de las fuerzas leales a Gadafi fueron derribados cerca de Misrata, a unos 200 kilómetros al este de Trípoli, según testigos citados por Al Arabiya, que aseguran que la localidad está bajo control de los rebeldes.

Los dos aparatos, en los que no hubo víctimas, intentaban bombardear la sede de la radio local, utilizada por los rebeldes para difundir a la población mensajes de ánimo y contra Gadafi, según la fuente.

La televisión catarí Al Yazira indicó, por su parte, citando a un activista en esa localidad, que un batallón dirigido por uno de los hijos de Gadafi ha ocupado una escuela de la aviación militar al suroeste de la ciudad y mantiene como rehenes a entre 400 y 600 estudiantes.

Los rebeldes lanzan regularmente ataques contra ese batallón, sin que hayan podido hasta el momento liberar a los rehenes, añade.

El control de Misrata representa -junto al de la ciudad de Zauiya, cercana a Trípoli y con un importante pozo de petróleo- una de las principales claves para la evolución del conflicto, en espera de la que se prevé como batalla final en la capital.

Mientras tanto, la comunidad internacional continúa estudiando las posibilidades de forzar la caída de Gadafi y EEUU se ha ofrecido a proporcionar "todo tipo de ayuda" al pueblo libio.

"Estaremos preparados para ofrecer cualquier tipo de ayuda", dijo la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, antes de viajar a Ginebra, donde esta tarde intervendrá en el Consejo de Derechos Humanos (CDH).

"Aún estamos al principio del proceso que decidirá qué sigue a Gadafi", afirmó.

Clinton no especificó si el Gobierno estaría dispuesto a dar ayuda militar a la oposición, como reclamaron los senadores John McCain y Joe Lieberman, que sugirieron la imposición de una zona de exclusión aérea sobre Libia e incluso la posibilidad de proporcionar armas a los rebeldes.

El presidente de EEUU, Barack Obama, se reunirá hoy en la Casa Blanca al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, para debatir cuáles deben ser los siguientes pasos a tomar.

También el primer ministro francés, Francois Fillon, que hoy anunció el envío de dos aviones con ayuda humanitaria a Bengasi, bajo el control de los rebeldes, se refirió a la posibilidad de adoptar "medidas militares", aunque reconoció que esa opción debe ser adoptada por un conjunto de países e implicar a la OTAN.

La canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, se sumaron hoy a los dirigentes que han pedido a Gadafi que deje ya el poder.

La Unión Europea prevé aprobar hoy una serie de sanciones contra su régimen, como la congelación de bienes, la prohibición de viajar a los países de la UE y un embargo de armas y material antidisturbios.

En Ginebra, la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, inauguró la sesión del Consejo de Derechos Humanos con un llamamiento a consolidar los cambios conquistados por los levantamientos populares en el norte de África "antes de que fuertes intereses empiecen a recobrarse o que aparezcan nuevas amenazas".

Junto a Clinton, se encuentran en Ginebra la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton; y los ministros de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov; del Reino Unido, William Hague, de Alemania, Guido Westerwelle, entre otros, en una reunión que se considera fundamental para consensuar los pasos a seguir en la crisis libia.

En espera de la caída de Mubarak, ya ha comenzado el acoso y derribo del coronel. Reino Unido y Canadá han congelado sus activos y los de sus familia y la Corte Penal Internacional ha iniciado un examen preliminar sobre presuntos crímenes de guerra y lesa humanidad cometidos en Libia.

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