Siguen saliendo a la luz los casos de políticos que aprovechan su situación para vacunarse contra la Covid-19. El último es el de la tercera teniente de alcalde y regidora de Bienestar Social del ayuntamiento mallorquín de Pollença, Francisca Cerdà Nadal, la cual ha reconocido este lunes en una rueda de prensa que se había inyectado la dosis.
Su explicación sobre los hechos se ha centrado en que ella aparecía en la lista de personas que tenían que vacunarse de la residencia municipal 'Santo Domingo', ya que, de manera frecuente, visita el centro. La regidora ha recibido las dos dosis, al igual que los usuarios y trabajadores internos y externos de esta residencia pública en la que por ahora, desde que comenzó la pandemia, no se ha notificado ningún positivo.
En total han sido inmunizados 28 mayores residentes, 16 trabajadores del centro y otros 17 externos que lo frecuentan por motivos laborales, caso de ella. La regidora ha comparecido acompañada por el alcalde, Tomeu Cifre, de Tots per Pollença, que ha defendido que la regidora podía recibir la vacuna junto a los residentes y empleados internos y externos, como los del servicio de jardinería o peluquería.
El alcalde rehusó ponerse la vacuna tras renunciar a visitar la residencia y porque no es persona de riesgo, tras ser preguntado por la oposición en el pleno municipal celebrado hace unos días. Por su parte, el presidente del PP en Baleares, Biel Company, y la presidenta de Ciudadanos, Patricia Guasp, solicitarán al Parlament balear que detalle los criterios que Salud sigue en el proceso de vacunación tras trascender que el concejal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Mahón, el socialista Enric Mas, ha recibido este lunes la segunda dosis, según informa EFE.
La pasada semana, el obispo de Mallorca, Sebastia Taltavull, pidió perdón por el malestar que haya podido provocar su vacunación en una residencia sacerdotal de Palma, y aseguró que no tuvo "la más mínima intención de actuar en contra del protocolo establecido".
Según ha indicado el alcalde de Pollença, Tomeu Cifre, cuando se empezó el protocolo de vacunación marcado por el Ministerio, desde la gerencia de la residencia se manifestó que debían vacunarse tanto el personal sociosanitario, como las personas que entrasen al centro de forma habitual para hacer cualquier tipo de gestión. En este sentido, Cifre ha señalado que se le ofreció ser vacunado, de la misma forma que a la regidora Cerdà, algo a lo que renunció "por cuestiones médicas" y al considerar que podía evitar su trabajo en el centro de forma presencial. "Todas las acciones que se han hecho desde el inicio de la pandemia en relación a la residencia se han hecho siguiendo estrictamente la normativa sanitaria que han marcado las autoridades competentes", ha asegurado el alcalde.
"Hemos actuado en base a criterios médicos y siguiendo los protocolos sanitarios establecidos por las autoridades del Gobierno y del Govern", ha indicado Cifre. Además, el alcalde ha destacado que las PCR realizadas en la primera fase de cribado así como las vacunaciones al personal, tanto interno como externo del geriátrico, han sido validadas por la Conselleria y sin que "nadie, absolutamente nadie, se haya saltado la cola ni se haya beneficiado a nivel personal".
Según Cifre, ha sido su caso y el de Cerdà ya que ambos tuvieron que asumir, entre el inicio de la pandemia y hasta hace unos meses, "la dirección de la residencia porque el cargo no estaba ocupado". "La antigua dirección finalizó justo antes de la pandemia y durante los meses de selección del nuevo director, tanto la regidora como yo tuvimos que asumir diferentes funciones que nos obligaban a tener un acceso continuo, día sí y día también, en la residencia", ha finalizado el edil.
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