Hasta 100 euros la dosis

Vacunas que no paga Sanidad y sí valoran los médicos: "Es una decisión costosa"

Vacunación
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Año tras año, la comunidad médica espera la publicación del calendario vacunal de turno bajo una misma expectativa: la consagración de un modelo común a todo el territorio nacional. "Cuando comento las diferencias que existen en España en los foros internacionales... se llevan las manos a la cabeza", asegura a La Información Rubén García Sánchez, neonatólogo adjunto del Complejo Asistencial Universitario de Salamanca. Con 2020, tampoco ha llegado el cambio, aunque el último cuadro sí refleja una modificación: la cartera que encabeza Salvador Illa ya no avisa de qué vacunas están financiadas por el Sistema Nacional de Salud (SNS) y cuáles no. Y es que esta decisión queda en manos de las consejerías, competentes en materia de Sanidad, cuyos criterios (y tiempos) no siempre son los mismos que los que demandan los profesionales sanitarios. Además, García explica que el asunto de la financiación pública obliga al Ministerio a "asesorarse bien cada vez que incorpora nuevas vacunas porque son costosas", y afirma, "se trata de una decisión compleja porque es mucho dinero el que se mueve".

El último Acuerdo Marco para la selección de suministradores de vacunas fue publicado en la Plataforma de Contratación del Sector Público en febrero de 2017 a las 12:20 horas, con un plazo de ejecución de 3 años y contó con un valor estimado del contrato de más de 325.500 millones de euros. El acuerdo contaba con 22 lotes que incluían tanto las vacunas de calendario como otras destinadas a determinados órganos de contratación de AGE, las ciudades de Ceuta y Melilla y varias Comunidades Autónomas. Si se enfoca la búsqueda, la Comunidad de Madrid, en base a dicho Acuerdo Marco, adjudicó en septiembre el suministro de vacunas frente a la gripe para la campaña 2019-2020 al laboratorio Sequirus Spain, S.L. por más de 4 millones. En definitiva, las cifras respaldan al neonatólogo en la misma medida en que suponen un obstáculo para muchas familiar.

"Dinero hay", asegura Roi Piñeiro Pérez, jefe Asociado del Servicio de Pediatría del Hospital General de Villalba, a este diario. El especialista se alegra de que España sea un país 'provacunas', pero asegura que el triunfo no es definitivo. A pesar de ello, el especialista advierte de que, tanto las autoridades como los miembros de la comunidad médica, deben tener cuidado con "cómo dicen las cosas" para no perjudicar a la adherencia de los ciudadanos a este sistema de prevención que, aunque ha demostrado ampliamente su eficacia, no está exento de detractores: "No hay que irse muy lejos, en Francia los antivacunas ya suponen alrededor del 30% de la población". En este contexto, el pago por la vacunación de los menores constituye otra fisura en el sistema de prevención que puede debilitar el sistema de protección español.

El precio por cada dosis, en aquellos casos donde las vacunas no están financiadas, ronda los 100 euros y, con frecuencia, son necesarias de dos a tres tomas para que la protección sea eficaz, por lo que no todas las familias pueden permitirse esta partida. Luis Alberto Vázquez, pediatra del Hospital Ruber Internacional, afirma que "unos padres pueden y otros pueden menos" y apunta a un desconocimiento de la historia como una de las causas más frecuentes para la falta de adhesión a la vacunación: "Ahora ya no convivimos con la difteria o la poleo, ya no tenemos un vecino que las sufre, por lo que pensamos en ellas como algo que no nos va a pasar". Piñeiro, por su parte, afirma que las diferencias entre CCAA hacen que algunas familias se empadronen en un lugar distinto al de su residencia para optar a una vacunación sin costes: "Si uno vive en una localidad madrileña donde el fármaco se paga pero queda cerca de Segovia, donde es gratuito, la familia se empadrona en esta ciudad sin ningún problema". Realidad que, a la larga, puede conllevar ciertos desequilibrios territoriales.

El caso del rotavirus: "Clama al cielo"

El rotavirus es un tipo de infección que afecta con mayor frecuencia a los bebés y a los niños, provocando diarreas y vómitos. El virus causa la muerte de hasta 600.000 menores al año, la mayoría, en regiones en vías de desarrollo. En países como España, los casos más complicados acaban con el menor ingresado en el hospital, lo que eleva los costes sanitarios, además, ya se investiga su vinculación a la aparición de convulsiones, así como al desarrollo de celiaquía y diabetes en niños predispuestos. El SNS financia esta vacuna solo para los bebés prematuros, cuyo tratamiento obtuvo una partida dentro de la Sanidad pública gracias al trabajo de un equipo de neonatólogos entre los que se encuentra el doctor García Sánchez. El pasado mayo, el grupo publicó 'ROTAPREM', un documento de consenso que evidenciaba la eficiencia de la vacuna (y escasa tasa de contagios) en un grupo que, hasta entonces, apenas recibía la medicación a pesar de ser el colectivo de mayor riesgo. 

Actualmente, la vacuna se administra por vía oral, en una o dos dosis, en función del tipo. Por un lado está el Rotarix® que precisa 2 administraciones, la primera entre las 6 y las 12 semanas de vida, mientras que la última dosis no puede suministrarse más allá de las 24. El precio de cada una ronda los 93€. En segundo lugar está el RotaTeq®, con un valor unitario de unos 70€ la dosis y que precisa 3 tomas, también aplicadas según el tiempo de vida del bebé. Este calendario por semanas complicaba enormemente su aplicación en prematuros, antes de su inserción en el SNS, pues, tal y como recuerda García Sánchez, el tiempo de ingreso implicaba, en muchos casos, 'saltarse' las fechas en las que había que administrar las dosis.

"Se valora la eficacia pero hay que ir más allá"

Las infecciones por meningococo del tipo B son las más frecuentes en España, sin embargo, su vacuna no está financiada por la Seguridad Social. Se trata de un fármaco caro, alrededor de los 100 euros, aunque Vázquez afirma que esta no es la mayor traba para su inclusión en el SNS: "Sanidad financia otros más caros como el del virus del Papiloma Humano".  El virus es el causante de infecciones poco frecuentes pero muy graves, como meningitis y sepsis (infección de la sangre), que pueden dejar secuelas importantes e incluso conducir a la muerte en aproximadamente uno de cada diez casos.

El doctor Piñeiro apunta aquí que la vacuna tiene una efectividad de entre un 60 y un 70%, lo que implica que, aún vacunados, algunos niños pasan la enfermedad, lo que no implica que no sea efectiva pues "se habla de efectividad pero debemos ir más allá". El especialista explica que los menores vacunados, aunque resulten infectados, según algunos estudios, podrían superar la enfermedad con ninguna mortalidad y sin secuelas, mientras que, de aquellos que no han recibido la medicación, un 10% no sobreviven a la infección y otro 30% la supera con graves secuelas. 

Tanto el fármaco del rotavirus, que ya financian un centenar de países, como el meningococo tipo B, han quedado largamente avalados por la práctica médica, no obstante, como apunta Vázquez, "la ambición de los pediatras siempre irá por delante de lo que se puede ofrecer desde Salud Pública". Ninguno de los tres especialistas se aventura a criticar una labor administrativa que no les compete y que debe tener en cuenta demasiados factores para juzgar sus resultados a la ligera. Aseguran que "la perfección no existe", pero todos coinciden en que el factor que ellos barajan como profesionales de la asistencia, las vidas humanas, siempre se traduce en que el cómputo que determina si se debe invertir o no en vacunas, se incline a favor de la financiación.

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