Y de barbacoas

Vuelve el boom de la piscina hinchable: estiman que sus ventas subirá un 50%

Hace un año, por la pandemia, muchos supermercados se quedaron sin stock ante la avalancha de peticiones. Este año se espera que los usuarios opten por instalaciones de mayor calidad y tamaño.

Piscina hinchable en el jardín de una casa
Piscina hinchable en el jardín de una casa

 La venta de piscinas y de barbacoas aumentará más de un 50% en España este verano en relación con el año 2020, cuando ya subieron un 75%, debido a la incertidumbre por las restricciones a la movilidad, los cierres en la hostelería y la falta de "stock" del año pasado. Según las estimaciones de la cooperativa madrileña de ferreteros (Comafe), la inversión destinada a la compra de piscinas crecerá con respecto al 2020 entre 150 y 200 euros de media.

Además, se espera que los usuarios opten por instalaciones de mayor calidad y tamaño. Junto a ello, el mayor uso de las piscinas propiciará que aumente más de un 60% la venta de productos para su mantenimiento. En cuanto a las barbacoas, también se estima que sus ventas crezcan un 50%, en especial, las de mayor calidad y las de gas, que ya suponen un 9% del total. Además, el 95% de los pedidos son barbacoas portátiles y solo el 5 % fijas.

Hace un año la compra de piscinas hinchables dejó sin stock a muchas tiendas cuando se conocieron las condiciones que había que cumplir para poder abrir las comunitarias. En ese mismo instante los expertos empezaron a alertar del peligro que suponía colocarlas en las terrazas y balcones por el peso que ejerce sobre las estructuras, lo que puede provocar el hundimiento.

Desde el colegio de aparejadores ya advertían de que en un piso en altura o en un balcón, el sobrepeso no debería exceder de 200-300 kilos por metro cuadrado. La altura del agua no debería superar los 25 centímetros, salvo un estudio pormenorizado del edificio. Los especialistas del Gabinete Técnico de esta institución insisten en que deben tenerse muy en cuenta las características del forjado que va a soportar el peso de la piscina con bañistas dentro. “El forjado, como elemento estructural, está concebido para unas determinadas sobrecargas de uso. Por ejemplo, para que aguante estanterías, muebles, camas, reuniones para una comida y ejemplos similares”, indicaba David Arias Arranz, miembro de la Asesoría Tecnológica del Colegio de Aparejadores de Madrid.

Esta sobrecarga admitida depende en buena medida de dos factores: el año de construcción del inmueble y el tipo de estructura del forjado. A mayor antigüedad, mayor limitación, teniendo en cuenta que el cálculo de la sobrecarga de la normativa de aplicación de la época, en edificios muy antiguos, ni siquiera pudo haberse tenido en cuenta. En estos casos, el riesgo puede ser mayor y la necesidad de análisis, alta. Según David Arias, “el tipo de estructura que compone el forjado es otro elemento fundamental, pues su resistencia a la sobrecarga varía enormemente. No es lo mismo un forjado de madera que uno de hormigón, uno de acero o uno mixto”. Además, según este experto, “es importante conocer el estado estructural del edificio por si tuviera alguna patología previa, como lesiones, grietas, armaduras o vigas de acero oxidadas”.

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