Las nuevas tecnologías se reivindican como una solución para reverdecer el parque de la vivienda española y al sector constructor. Los profesionales de este último sector defienden que el grueso de las emisiones de gases de efecto invernadero se generan a través de los procesos y los materiales y ven en la innovación una herramienta eficaz para ayudar a mitigarlos. La construcción modular, la utilización de impresoras 3D o la aplicación de datos y la inteligencia artificial son útiles para ayudar al sector con estos objetivos.
“La modificación del terreno, la extracción de materias, transporte...” son algunos de los factores que influyen en este impacto medioambiental, y que además pertenecen al inicio del proceso de construcción, explica a La Información el director de desarrollo de negocios de Billdin, Sergio Bautista.
Por su parte, el vicepresidente de la Fundación Laboral de la Construcción (FLC) y a su vez secretario general de UGT-FICA, Mariano Hoya, explica que existen dos formas de emitir dióxido de carbono mediante esta actividad. Una de ellas es la referida a “la fabricación de los materiales de construcción, su transporte...” lo que se conoce como “carbono embebido”. La segunda sería “el carbono operacional”, que es el que está relacionado con la vida útil de la edificación. De acuerdo con Billdin, y mediante los datos recogidos en un informe sobre las edificaciones sostenibles de Green Building Council, efectivamente el arranque es el punto más contaminante. “El 70% de las emisiones de dióxido de carbono se realizan en la fase inicial de una obra, frente al 30% que se producen durante la etapa de construcción del edificio”, desvela el estudio.
Su control, además, va a dejar de ser una decisión independiente de cada compañía porque la normativa europea fuerza a ello. Así, Sebastián Molinero, como secretario general de la Asociación Nacional de Distribuidores de Materiales para la Construcción, Rehabilitación y Reforma (Andimac) recuerda que “la nueva construcción” está obligada a virar hacia el lado sostenible, algo que será completamente obligatorio en cuatro años.
El camino hacia la sostenibilidad
Algunas compañías de la construcción ya han comenzado su andadura para conseguir un sector más respetuoso con el medio ambiente. “Todas las empresas que tienen un proyecto empresarial a largo plazo ya introducen esta variable en su plan de desarrollo”, apunta Molinero, lo que supondrá una transformación en tan solo diez años. Además, el sector contará con un “sello de compromiso con la sostenibilidad y la economía circular”, que supervisará Andimac y que asegurará la dirección hacia una economía sostenibles además de “una mejor imagen y reputación”, avanza el secretario de esta organización.
Algo en lo que la tecnología también va a ser clave. Sergio Bautista recuerda que es crítica como medidora del impacto, para que los procesos de construcción se conviertan en “más eficientes, productivos y más comprometidos con el medio ambiente”, además de ser útiles en paralelo para poder controlar los costes.
La tecnología también es clave para medir el impacto medioambiental y para ayudar al sector a controlar costes
Son varios los sistemas que ya existen para reducir el impacto medioambiental y construir viviendas sostenibles. La construcción modular, para erigir instalaciones o edificios prefabricados, por ejemplo, son algunas de las tecnologías que Mariano Hoya, secretario general de UGT-FICA, expone como solución, y que genera otras consecuencias como aligerar el proceso de la construcción, o reducir el consumo de energía y de agua. Otras herramientas que el vicepresidente de la FLC detalla como influenciadoras en la sostenibilidad, “facilitando el ahorro energético al tiempo que las emisiones de gases de efecto invernadero” es la energía solar, al igual que “la impresión en 3D” o también “la incorporación de la inteligencia artificial y el 'big data' en los procesos constructivos”.
Por su parte, el secretario general de Andimac, hace referencia a “los pilares” a los que la construcción debe hacer frente en el campo de la sostenibilidad. Entre ellos hace referencia al “medioambiental”, “humano” y “económico”. Los pilares humano y económico son posiblemente los dos más olvidados, ya que suponen una alta influencia en las personas, de forma tendrá “mejoras vitales en las personas” y serán “económicamente sostenible para los usuarios”.
La normativa, además, va a actuar como catalizadora y fuerza a los distintos ejecutivos europeos a tomar medidas. Hoya explica a La Información que la puesta en marcha del Pacto Verde Europeo junto a la estrategia "Renovation Wave” y el “Plan de Acción para la Economía Circular” son medidas que la Unión Europea ha establecido para conseguir ser climáticamente neutra en el horizonte del año 2050.
En el caso de España ya se está notando que alguno de los planes puestos en marcha. Es el caso del "Plan Nacional Integrado de Energía y Clima" (PNIEC) busca hacia el año 2030, una mejoría de la "eficiencia energética" en un más de un 30% (32,5%), o más de un 70% en "generación eléctrica renovable".
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