Con el fin de acelerar la descarbonización de la combinación energética y el transporte por carretera, la COP27 tiene planteadas sobre la mesa una serie de acciones para reducir de forma eficaz las emisiones. Entre ellas, se destaca la propuesta de fijar el año 2040 como fecha de caducidad para la venta de vehículos de combustión (diésel y gasolina) a nivel global. El acuerdo fijaría dos distintas fechas, o bien 2035 o 2040, y la propuesta estaría por tanto muy alineada con la normativa aprobada por la Unión Europea hace dos semanas.
La solución pactada por los negociadores del Consejo Europeo (los Estados miembros de la UE), la Eurocámara y la Comisión Europea, formaba parte del primer paquete legislativo ‘Fit for 55’, que también contempla 'limpiar' el transporte dentro de la Unión Europea en 2050, en cuyo año se prohibirá la circulación de cualquier tipo de automóvil que contamine. Pero será antes, en 2035, cuando se prohibirá toda venta de coches y furgonetas nuevas con motor de combustión.
La Cumbre del Clima, que arrancó el pasado 6 de noviembre en Egipto, tiene en el acuerdo europeo un precedente válido para asentar las bases de su propuesta, que habrá que ver si cuaja en un pacto real en los próximos días. A lo largo de esta semana, las principales economías de todo el mundo se reunirán para, entre otras acciones, establecer una fecha común de la eliminación de los vehículos contaminantes, en consonancia con el Acuerdo de París.
Es de suma importancia que se dicten unas condiciones y unos calendarios uniformes para que toda la industria automovilística trabaje en la misma dirección y pueda focalizarse, en su totalidad, en la transición energética. De no ser así se puede dar lugar a que aparezcan desigualdades en el mercado y se puede damnificar la competencia entre las compañías del sector.
Transición ecológica a nivel global
El plan acordado en el marco de la COP27, que prosigue la Agenda de Avance aprobada en la COP26 (Glasgow), incluye 25 acciones innovadoras para disminuir las emisiones, abaratar las tecnologías limpias y potenciar la seguridad alimentaria. Además de la propuesta citada, también figura la aceleración de la construcción de, al menos, 100 valles de hidrógeno y 50 plantas industriales 'net zero' a gran escala.
También, promoverá la creación de definiciones comunes para ajustar el acero de emisiones bajas o casi nulas, las baterías sostenibles y el hidrógeno verde. De esta forma, puede ayudar a canalizar sus abultadas inversiones y garantizar su transparencia y credibilidad. Otra de las acciones pasa por estimular la demanda de bienes industriales ecológicos a nivel mundial, a través de ayudas, tanto públicas como privadas, y reforzar la asistencia financiera y tecnológica para reforzar la transición de los países emergentes y en desarrollo.
