Las inversiones en energía limpia no se paran y, aunque con retraso respecto a Europa, las políticas del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, están actuando como un fuerte imán. De acuerdo con las estimaciones de la Asociación Americana de Energía Limpia (ACP, por sus siglas en inglés), en doce meses -en concreto desde agosto del año pasado cuando la 'Inflation Reduction Act' vio la luz-, Estados Unidos ha captado para su desarrollo valoradas en 271.000 millones de dólares.
Este esfuerzo está teniendo un efecto directo sobre el mercado laboral, ya que se habrían creado casi 30.000 nuevos puestos en el sector manufacturero, que habría recibido 22.000 millones en inversiones. Además, el impacto en generación de energía limpia del conjunto de estos proyectos sería muy notable y supondría la puesta en marcha de aproximadamente de 184.850 megavatios de capacidad. Un volumen de inversiones, que de acuerdo con los cálculos de la asociación, generarían 4.500 millones en ahorro para los consumidores.
"Estos datos revelan que la industria planea generar energía limpia más rápido que nunca. Sin embargo, los problemas de la cadena de suministro, la inflación y la oposición al sector que se sostiene sobre la desinformación están obstaculizando el desarrollo de las energías renovables y deben abordarse para alcanzar el máximo potencial de los incentivos proporcionados", señala la ACP.
Además del reto político -el Partido Republicano tiene una visión muy diferente a los Demócratas alrededor del cambio climático- la asociación cree que existen otros; entre ellos que verdaderamente se construya un plano normativo que de respaldo a que el sector verde continúe su 'boom' en Estados Unidos. En una crítica muy similar a la que se ve en Europa, los plazos de decisión son no de los puntos que más preocupan a la asociación. "El Congreso aún debe aprobar reformas de permisos para desbloquear todo el potencial de las leyes energéticas existentes. Si continúa tomando de cinco a 10 años permitir una instalación de energía limpia, estas inversiones se verán obstaculizadas", señala.
"Si bien se realizaron algunas mejoras en el reciente acuerdo de límite de deuda, hay mucho espacio para más reformas de sentido común que hagan que el proceso sea más eficiente al tiempo que salvaguardan la protección ambiental. También es imperativo que el Congreso encuentre un terreno común sobre la política de transmisión para garantizar que la energía limpia abundante y barata pueda llegar a los consumidores", añade en un comunicado.
La Asociación Americana de Energía Limpia representa a 750 empresas de energía solar, eólica, de almacenamiento de energía, de hidrógeno verde y de redes y confía en que, con el debido apoyo legal, el sector pueda continuar creando empleo con fuerza en Estados Unidos. El consejero delegado del lobby, Jason Grumet, estima que las contrataciones podrían llegar a las 550.000 en todo Estados Unidos hasta 2030.
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