Las viejas potencias del fútbol del Este vuelven a la primera línea

Polonia y Hungría, dos equipos históricos del fútbol europeo que pasaron a un segundo o tercer plano en las últimas décadas, fueron dos de las sensaciones de la primera fase de la Eurocopa, donde Eslovaquia y Croacia pueden también revivir los éxitos del pasado de las extintas Checoslovaquia y Yugoslavia.

El resurgir de las viejas glorias del Este del continente es una de las noticias de la primera parte de la Eurocopa, en la que las potencias tradicionales del Oeste, muchas de ellas situadas en la misma parte del cuadro (España, Alemania, Italia, Francia, Inglaterra) podrían tener que hacer frente a esta amenaza en la pugna final por el título.

"Llevo tiempo diciendo que Hungría puede ser la sorpresa de esta Eurocopa", afirmó el seleccionador portugués, Fernando Santos, en la víspera de su partido ante ellos el miércoles en Lyon (3-3). Después del choque, reiteró sus palabras.

Los húngaros se adelantaron por tres veces y estuvieron a punto de dejar fuera al equipo de Cristiano Ronaldo. Ganaron el grupo F y aspiran ahora a seguir sorprendiendo, esta vez a la Bélgica de Eden Hazard, Kevin De Bruyne y compañía.

Por dos veces fue Hungría subcampeona del mundo, en Francia-1938 tras caer 4-2 ante Italia en la final y en Suiza-1954, en la edición del recordado 'Milagro de Berna'.

Los húngaros eran considerados entonces el mejor equipo del momento con su "Equipo de Oro" y en la primera fase habían aplastado a Alemania Federal por 8-3. Eran los grandes favoritos en la final, de nuevo ante los alemanes, pero perdieron allí inesperadamente por 3-2.

En los Juegos Olímpicos, Hungría se colgó además tres medallas de oro (Helsinki-1952, Tokio-1964 y México-1968).

Mitos como Ferenc Puskas, Sandor Kocsis, Zoltan Czibor, Ferenc Szusza o Jozsef Bozsik dieron a los magiares grandes noches de gloria, pero en el fútbol moderno Hungría pasó a un segundo plano.

Antes de esta Eurocopa llevaba treinta años, desde su eliminación en la primera fase del Mundial de México-1986, sin estar en un gran torneo, lo que había sumido a los aficionados del país centroeuropeo en un pesimismo casi endémico.

Con 6 goles en esta Eurocopa-2016, es junto a Gales el país con mejor balance ofensivo de la fase de grupos en Francia.

Algo similar ocurrió con Polonia, que tuvo sus momentos de gloria en los años 1970 y 1980, con figuras como Grzegorz Lato y Zbigniew Boniek.

Fue entonces cuando quedó tercera en el Mundial de Alemania Federal en 1974 y en el de España en 1982. Se colgó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Múnich-1972 y las platas en Montreal-1976 y Barcelona-1992.

Desde los octavos de final del Mundial de México-1986, Polonia sólo había podido estar en cuatro fases finales de grandes citas (Mundiales de 2002 y 2006, Eurocopas de 2008 y 2012), cayendo siempre en la fase de grupos.

Clasificar a octavos en Francia-2016 rompe esta dinámica y permite soñar al equipo de Robert Lewandowski y compañía, que acabaron además la primera fase sin recibir ningún gol. Suiza, el sábado en Saint-Etienne, será ahora el desafío.

Otros países del otro lado del caído 'Telón de Acero' también tienen la posibilidad de reverdecer viejos laureles.

Por ejemplo, Eslovaquia, que se enfrenta el domingo a Alemania en los octavos.

Es su primera participación en una Eurocopa como país independiente, tras la división de Checoslovaquia en 1993, pero la selección checoslovaca fue campeona de la competición continental en 1976, oro olímpico en 1980 y subcampeona mundial en 1934 y 1962.

Aunque se considera oficialmente a la República Checa como la sucesora directa de Checoslovaquia, jugadores nacidos en la actual Eslovaquia tuvieron su peso importante en aquellos años. Por ejemplo Adolf Scherer, máximo goleador checoslovaco (3 tantos) en el subcampeonato mundial de Chile-1962, u hombres importantes en la conquista del título europeo en 1976, como Jan Pivarnik, Anton Ondrus o Jaroslav Pollak, incluidos en el equipo ideal de aquel torneo.

La extinta Yugoslavia, por su parte, fue subcampeona europea en 1960 y 1968, con la aportación de futbolistas croatas como Drazan Jerkovic, uno de los líderes goleadores en 1960.

Croacia, tercera en el Mundial-1998, se enfrenta a Portugal el sábado en octavos.

Pero no todas las viejas potencias del Este resurgieron en esta Eurocopa.

Rusia y Ucrania fueron dos de las grandísimas decepciones, cayendo en primera ronda y sin poder repetir los pasos de la Unión Soviética campeona de Europa en 1960 y subcampeona continental en 1964, 1972 y 1988.

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