Indígenas piden a Europa luchar contra malas empresas de aceite de palma

Una delegación de representantes de pueblos perjudicados por la expansión de cultivos para aceite de palma pidieron este miércoles en Londres boicotear a empresas relacionadas con la deforestación descontrolada y las violaciones de derechos humanos.

Representantes, de Colombia, Perú, Indonesia y Liberia se disponían a entregar un manifiesto en la Bolsa, coronando una gira europea que les llevó a Bruselas, La Haya, Rotterdam y Londres.

Sus ruegos están dirigidos a inversores, consumidores y gobiernos, a los que invitaron a verificar el origen del aceite de palma que se consume en Europa, tercer importador de esta sustancia cada vez más en boga en la industria alimentaria y en la elaboración de biocombustibles y cosméticos.

"Juntos llamamos a la solidaridad internacional para investigar y sancionar apropiadamente a las inversiones dañinas y a las plantaciones del sector que perjudican a las comunidades locales e indígenas", explicó en una conferencia de prensa el colombiano Willian Aljure, de la organización CONPAZ, Comunidades Construyendo Paz en los Territorios.

Aljure denunció que las tierras que los campesinos dejaron en su comunidad en Mapiripán, departamento de Meta (centro), huyendo de la violencia de los paramilitares, pertenecen ahora a una empresa que produce aceite de palma.

En el manifiesto, los cinco firmantes piden a los europeos que "dejen de financiar e invertir en empresas y negocios asociados directa o indirectamente con violaciones de los derechos humanos, adquisiciones pasadas o presentes de tierra ilegales, deforestación y otros daños medioambientales".

Abogan por controles estrictos para asegurarse de que no llegan a la UE "productos asociados a las violaciones de derechos humanos".

A los consumidores, finalmente, los insta a cerciorarse de de que "todos los alimentos, cosméticos y bebidas que consumen estén libres de aceite de palma y cualquier otra materia prima agrícola basada en insumos relacionados con violaciones de los derechos humanos, deforestación y destrucción medioambiental".

Agus Sutomo, de Indonesia, dijo en la conferencia de prensa que han tratado en numerosas ocasiones de abordar el problema con las empresas que lo causan. "Sobre el papel y en foros hablan muy amablemente, pero sobre el terreno no es lo mismo". Y entre tanto, "no podemos respirar por culpa de los fuegos" con los que se prepara la tierra para los cultivos, denunció.

Indonesia y Malasia son los primeros productores de aceite de palma y dominan prácticamente la totalidad del mercado, pero el crecimiendo de la demanda está extendiendo el cultivo a todo el mundo y Colombia es ya el cuarto productor.

Según datos de la FAO, Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, la producción mundial de aceite de palma pasó de 21,7 millones de toneladas en 2000 a 45 millones en 2010, último año del que dispone datos.

al/js

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