Intermoney apuesta por una opa de Gas Natural sobre Endesa de 25.000 millones

  • “Un acuerdo amistoso permitiría crear un grupo con sentido estratégico en el mapa energético español”, asegura la firma de análisis.
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EUROPA PRESS

Caixa y Enel podrían dar un paso hacia un movimiento de integración Gas Natural-Endesa. La operación podría tener lógica industrial”, afirma la firma de análisis Intermoney en un informe al que ha tenido acceso este diario. “Consideramos que un acuerdo amistoso permitiría crear un grupo con sentido estratégico en el mapa energético español”, añade.

Intermoney contempla un escenario “en el que Gas Natural compra Endesa por 25.000 millones de euros, a un precio de 23,6 euros por acción”. Actualmente, la cotización de la eléctrica presidida por Borja Prado está en el entorno de los 21 euros, con lo que esa valoración supondría una prima superior al 9%. “Vemos la operación con sentido para ambas partes, aunque consideramos que sería lógico un canje favorable hacia Endesa y un pago que haga la oferta atractiva para Enel”. La empresa transalpina controla actualmente el 70% del capital de Endesa.

La firma de análisis cree que, con esta jugada, todos los actores implicados podrían salir beneficiados, tanto los accionistas de los grupos energéticos como los países sede de ambas sociedades, sobre todo Italia, accionista de referencia de Enel. Las cartas que baraja Intermoney dejan abierta a la continuidad en el capital de la empresa energética italiana, aunque por detrás de Gas Natural.

Un gigante en España

La combinación de Gas Natural-Endesa daría lugar a una compañía líder en España, con unas cuotas elevadas, que alcanzarían el 30% de la potencia eléctrica peninsular (frente al 26% de Iberdrola), el 57% de la distribución eléctrica (frente al 35% de Iberdrola), además de la posición de liderazgo que mantiene Gas Natural en distribución gasista regulada (cerca del 70%). Y ahí, Competencia tendría algo que decir pero sin oponerse. “No debería ser inconveniente” porque “se trata de un negocio regulado” que “se solventaría con una desinversión parcial”.

Eso sí, la nueva compañía estaría muy focalizada en España, que le aportaría dos tercios del resultado de explotación bruto (ebitda) y sería muy dependiente de la actividad regulada, que le supondría más del 60% de su ebitda. El incremento de la deuda de Gas Natural (que actualmente ronda los 15.500 millones de euros) podría solucionarse con desinversiones (ya en estudio, como la venta parcial del negocio de distribución de gas) por 5.000 millones.

Para la Caixa (que tiene el 25% de Gas Natural a través de Criteria) este movimiento tiene lógica, sobre todo, por el escenario actual, donde también está en curso la oferta de compra por otra de sus participadas, Abertis, por otra empresa italiana: Atlantia. Sería un movimiento cruzado. “Para Caixa, los intereses en Gas Natural son estratégicos y tendría sentido reforzar su presencia con Endesa, compañía que tiene el control de las tres centrales nucleares de Cataluña”, indica Intermoney. La opa de Atlantia sobre Abertis aún está pendiente del visto bueno de la CNMV pero ya italiana, controlada por la familia Benetton, ya ha cedido a una de las presiones del Gobierno español, ceder el control de Hispasat, la firma que opera los satélites de Defensa.

Interés nacional

Y están los intereses nacionales. Si se pone en marcha una integración de Endesa y Gas Natural, el Gobierno español podría apoyarla porque, destaca la firma de análisis, “implicaría recuperar Endesa”, que ya no sería la filial de una empresa italiana, sino que tendría como accionistas a Caixa y a Repsol (que tiene el 20% de Gas Natural). Además, recuperaría la capacidad de decisión local de activos clave, como sus centrales nucleares, las extrapeninsulares y la plantas de carbón.

Y para Italia, el beneficio es económico. “Enel podría utilizar los fondos para repartir algún dividendo extraordinario, de los cuales el Estado italiano recibiría el 23% por su participación. Esto contribuiría a reducir el déficit presupuestario (40.800 millones de euros en 2016) aunque tampoco sería muy significativo”, reconoce Intermoney.

Enel podría lanzarse a desinvertir, según el citado análisis, por tres motivos: por un lado, para reforzar sus negocio en Latinoamérica y en renovables; por otro, porque Endesa (que vendió a su matriz italiana sus negocios americanos) es una compañía muy expuesta a la regulación en España, sobre todo por el peso en su mix de producción de nucleares, centrales de carbón y ciclo combinado. En este sentido, Intermoney cree que la nueva propuesta de desarrollo legislativo comunitario (winter package) podría cambiar el modelo de producción eléctrica en España.

Además, en el caso de la eléctrica italiana, no sólo está lo que puede obtener con una transacción, sino también lo que ya se ha llevado hasta el momento. La firma de análisis estima en un 7% la rentabilidad de su inversión en Endesa, realizada hace una década. Sólo vía dividendos, Enel ha logrado de su filial más de 26.000 millones de euros, sobre todo gracias a la operación de venta de activos en Latinoamérica. Y están los casi 3.100 millones logrados hace casi tres años con la colocación en bolsa del 20% de las acciones de Endesa y la venta, a la empresa española, de Enel Green Power por otros 1.200 millones.

Así, la empresa controlada por el Estado italiano ya ha recuperado casi 30.000 millones de los más de 39.000 que invirtió en la adquisición de Endesa. Si vendiera toda su participación, en una opa de 25.000 millones, Enel lograría otros 17.500. La jugada le saldría redonda.

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