España ya va a la zaga

La mayor agencia de rating europea alerta: la parálisis política lastrará la inversión

Scope Ratings cree que el retraso en la formación de un Gobierno podrían ralentizar el desembolso de fondos UE y advierte de que la inversión ya se había estancado en España, que está rezagada con respecto a Italia y Portugal 

Sánchez Feijóo
La mayor agencia de rating europea alerta: la parálisis política lastrará la inversión
Agencia EFE

La parálisis política que ha surgido de las elecciones generales del pasado 23 de julio y el consiguiente retraso en la formación de un nuevo Gobierno amenazan con frenar el proceso de desembolso de los fondos europeos y con lastrar los nuevos proyectos de inversión, afectando al crecimiento económico y al proceso necesario de consolidación fiscal. La advertencia la hace la mayor agencia de calificación europea, Scope Ratings, en un informe donde pone en evidencia cómo la inversión productiva se ha estancado desde 2020, quedando España rezagada con respecto al resto de vecinos del Sur de Europa y muy especialmente en comparación con Italia y con Portugal.

Desde la firma temen que este estancamiento de la inversión pueda limitar "las perspectivas de crecimiento a largo plazo" para España y apuntan, además, a este problema como uno de los responsables de que el mercado laboral muestre un desempeño "mediocre". La tasa de paro, que la última Encuesta de Población Activa situó en el 11,6% en el segundo semestre, prácticamente doblaba la que registró de media la Eurozona (6,4% al cierre de junio, según Eurostat) y se colocó muy por encima del 7,5% de Italia o del 6,3% de Portugal e incluso del 11% de Grecia.  

A raíz de la crisis financiera internacional, las empresas y los hogares españoles iniciaron un largo proceso de desapalancamiento que supuso un freno a la inversión, pero que permitió también un saneamiento de las finanzas privadas que se ha hecho visible en la mejora de la balanza por cuenta corriente y en la posición de inversión internacional neta de España. De hecho, en una sola década la primera pasó de registrar déficit recurrentes a presentar un superávit del 0,5% del PIB el pasado ejercicio; mientras que la segunda ha mejorado desde el entorno del 85% del PIB en 2007 hasta el 61% en el último ejercicio. Así España se ha hecho "menos dependiente del capital extranjero", incide la agencia.

Los efectos del alza de tipos en la inversión

Pese a que confían en que la tendencia positiva de la balanza por cuenta corriente nacional persista por el empuje del turismo interno y la expansión de los proyectos de energías renovables, advierten de que la subida de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) supone un nuevo freno para la inversión del sector privado, al incrementarse los costes de los préstamos. "La reticencia de las empresas a invertir se refleja en la de los hogares, que tienen presente el impacto económico de la pandemia, el aumento del coste de la vida y, posiblemente, la creciente ansiedad por los ingresos de jubilación a medida que envejece la población española", señalan desde Scope.

Por todo la anterior, la inversión pública y la liquidez que van a proporcionar los Next Generation tienen una importancia crucial aunque no vayan a poder sustituir totalmente la inversión privada en términos de creación de empleo e impulso del crecimiento a largo plazo, apuntan los expertos de la firma alemana. España ha recibido hasta el momento 37.000 millones euros de los 164.000 que le corresponden de los fondos de recuperación entre subvenciones y préstamos. Desde Scope consideran que queda mucho trabajo por delante para aplicar la estrategia de inversión y que un consenso político amplio será probablemente un componente crucial para esta.

Un bloqueo político prolongado frenaría la evolución de los fondos

Dado que ni el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ni el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, tienen posibilidades claras de formar una mayoría parlamentaria, existe el riesgo de que el bloqueo político se prolongue y frene el despliegue de los fondos europeos y la reforma fiscal y económica estructurales que necesita el país. "Si ello condujera a un crecimiento más lento de lo previsto, complicaría los esfuerzos del Gobierno por mejorar las finanzas públicas", añade el informe de la calificadora.

Consideran, además, que el aumento del gasto social y sanitario pondrá a prueba la consolidación fiscal, de modo que proyectan un déficit del 4,4% del PIB este año y del 3,2% el próximo. Esto implicaría una reducción más lenta de lo que prevé el Gobierno que, ante el anuncio de Bruselas de que recuperará las reglas fiscales en 2024, se había comprometido a situar el agujero de las cuentas públicas en el 3% el año que viene para cumplir así con la senda marcada por el Pacto de Estabilidad. Si el PIB no decepciona, en Scope calculan que la ratio de deuda sobre PIB española podría reducirse hasta el 108% a finales del próximo ejercicio, en línea con las previsiones para Francia (112%), Bélgica (108%) y Portugal (103%), pero por debajo de Italia (141%).

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