La deuda española y la prima de riesgo en vilo ante los planes de gasto del Gobierno

  • La incertidumbre crece ante los planes del Gobierno, ya que Europa quiere que se siga con la senda de intentos de control del déficit.
María Jesús Montero en el Congreso
María Jesús Montero en el Congreso
EFE

La deuda española y la prima de riesgo dependerán en el segundo semestre del aumento del gasto público por parte del Gobierno, que de no ir acompañado de un aumento de los ingresos provocaría un incremento del déficit que no sería bien recibido por los mercados, según los expertos. La presión de Podemos, que quiere aumentar el gasto en 15.000 millones tiene a todos en vilo. La idea manifestada por el PSOE de aumentar los impuestos de forma significativa tampoco es vista con aplausos parte de los expertos. El Gobierno de Sánchez se plantea elevar la presión fiscal más allá del 38% del PIB. También tiene previsto gravar el patrimonio y hacer pagar más a los ricos.

Los analistas coinciden en que en la segunda mitad del año el mercado de renta fija prestará atención a los movimientos en política económica del Gobierno del PSOE, al tratarse de un Ejecutivo en minoría apoyado por diversas fuerzas políticas, sin quitar la vista a la situación en Italia.

La responsable de desarrollo de contenidos de Self Bank, Victoria Torre, teme que en España se pueda dar una situación de "parálisis administrativa", en la que al Gobierno le sea complicado sacar adelante cualquier tipo de iniciativa. Porque en la actualidad, añade, la "inercia económica positiva" deja un cierto margen de actuación al nuevo Gobierno, pero más adelante podría convertirse en un problema y "ahuyentar la inversión".

El fundador de la asesoría financiera Nextep, Víctor Alvargonzalez, tiene claro que el riesgo para España comenzará con las negociaciones de los presupuestos del Estado de 2019, ya que el PSOE tiene un programa donde "se contempla el incremento de gasto". Y el partido de Gobierno se encuentra con tres vías de presión: "Su propio programa económico, la influencia de Podemos y la presión de los nacionalistas", opina este experto. Para Alvargonzalez, lo que aparece en el horizonte son dos mercados de bonos en Europa "bien diferenciados".

España e Italia en dirección contraria a Europa

Por un lado, una Europa "muy moderada" con el déficit público, en el que se encuentran Alemania y sus vecinos de Austria o Holanda, y en la que habría que incluir a Francia, que está "en un claro camino" de reducción de déficitY por otro, la periferia europea con España e Italia a la cabeza, que van a pasar "de reducir el gasto a aumentarlo", y esta situación "es perjudicial para su mercado de bonos".

En opinión de Alvargonzalez, este escenario sería mal tomado por los mercados, como "se vio en Italia", ya que lo que de verdad "asustó" a los inversores no fue la amenaza de abandonar el euro, que al final era "solamente una amenaza", sino sus intenciones de aumentar el déficit.

Desde la gestora AXA IM aseguran que estas incertidumbres podrían "perfectamente" erosionar la confianza en Europa, por lo que creen que Italia es a la vez "una víctima de la impotencia de la Unión Monetaria y Económica (UEM) y un riesgo para ella".

Para estos expertos, la situación de Italia en relación con su deuda significa que, "a menos que el crecimiento real aumente de forma significativa" y se mantengan unos tipos "ultrabajos", el país no puede permitirse ampliar su déficit "mucho más". Desde Self Bank, Victoria Torre considera que una vuelta a manifestaciones de corte populista por parte del gobierno italiano podría "volver a generar inestabilidad en la región y en las primas de riesgo de algunos países", entre ellos España. Pero aún así contempla un escenario de tranquilidad, "mientras la situación se mantenga dentro de un cierto orden", aunque advierte de que si vuelven mensajes "más encendidos" o antieuropeístas, "sí que podríamos volver a ver agitación en los mercados".

Con estas dos Europas en el mercado de bonos, "los inversores acudirán a la Europa de Alemania", vaticina Alvargonzalez, lo que llevaría a aumentos en las primas de riesgo, y lo único que puede beneficiar a los periféricos es que la inflación se mantenga "baja y moderada" para compensar el aumento del déficit.

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