Se jubilan a los 66,1 años

El 30% de los autónomos tiene 55 años o más y no hay reemplazo generacional

Los trabajadores por cuenta propia, tras años cotizando por la mínima, hacen el último esfuerzo al final de su vida laboral, aportando más y demorando el despido, para lograr las pensiones más bajas del sistema.

Un autónomo echa el cierre a su negocio
El 30% de los autónomos tiene 55 años o más y no hay reemplazo generacional.
EP

La crisis económica, la pandemia del coronavirus, las complicaciones para acceder a financiación y la necesidad de aguantar más años de los habituales al frente de sus negocios, con el objetivo de garantizarse una pensión digna, y los nuevos modelos de retiro incentivado han dibujado un nuevo perfil de autónomo muy alejado del de joven emprendedor. Los mayores de 55 años -una edad muy complicada para encontrar trabajo como asalariado- son los protagonistas entre los trabajadores por cuenta propia y suponen ya casi un 30%. Mientras, el éxodo de jóvenes del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) en los últimos años resulta preocupante. Las trabas burocráticas, la dureza de algunas de las profesiones por las que apostaron y las dificultades para acceder a créditos están detrás del abandono masivo. Junto a esto, muchos de los nuevos empresarios tuvieron que cerrar sus negocios por las restricciones a las que obligó la Covid.

El número de autónomos, según la estadística de afiliaciones a la Seguridad Social, ha aumentado en apenas 76.000 desde septiembre de 2018 y en 7.000 en lo que va de 2022. Al final del tercer trimestre del año había 3.334.762 trabajadores vinculados al Régimen de Autónomos. La criba entre los jóvenes se evidencia en el abandono del RETA de 110.000 trabajadores con menos de 44 años en el último lustro. Mientras, el número de trabajadores de este régimen que están cerca o muy cerca de la jubilación aumentó en 143.000.

En la actualidad hay un 41,3% más de autónomos mayores de 64 años que hace cinco años y casi un 20% más de autónomos en la franja de 60 a 64 años, señala la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos-ATA, que denuncia a través de su presidente Lorenzo Amor que la consecuencia de esta situación tiene que ver con los "castigos al espíritu empresarial y emprendedor. Estamos perdiendo generaciones de empresarios, estamos perdiendo jóvenes emprendedores, y refleja que aquellos que cumplen una edad no vienen reemplazados por autónomos jóvenes y eso hace que cada año se pierdan autónomos menores de 44 años".

Cómo puede un autónomo prolongar la vida laboral

Mientras, muchas de estas decisiones y cambios tienen que ver, en parte, en la necesidad de prolongar la vida laboral unos años más, con el fin de acreditar los años necesarios, pero sobre todo realizar el gran esfuerzo de cotización en ese último periodo, y también con los incentivos a la jubilación activa. Se jubilan un año y cuatro meses más tarde que los asalariados y llegan a su retiro con 907 euros de media, casi 600 menos que un trabajador por cuenta propia. Su edad media de retiro se sitúa en los 66,1 y la base de cotización es responsable de esta situación y un asunto en que va incidir la reforma de pensiones.

Ocho de cada diez trabajadores por cuenta propia opta por la cotización mínima y, como consecuencia, sus pensiones son las más bajas del sistema. Sin embargo, parece que la situación puede cambiar, además de las medidas en marcha existe voluntad de aportar más si se traduce en una mejor pensión, según se desprende de una reciente encuesta  realizada por ATA. Cuatro de cada diez son favorables a cotizar más si eso les salva de la pensión mínima, que reciben uno de cada tres trabajadores de este colectivo.

Mientras, la prestación media de jubilación de los trabajadores autónomos era el pasado septiembre de 836 euros, frente a los 1.405 que percibían los retirados del Régimen General. Esta situación supone que cada año de jubilación los autónomos pierden casi 8.000 euros con respecto a los asalariados, debido a las escasas aportaciones realizadas en forma de cotización. El caso de las autónomas es especialmente llamativo, ya que se retiran de media a los 66,6 años con pensiones que de promedio son de 697 euros. Junto a esto, a estadística de mayo muestra que apenas un 14% de los trabajadores por cuenta propia se retira de forma anticipada -antes de los 65 años- un porcentaje que sube hasta el 51% entre los asalariados.

En 2022, la pensión máxima con la que se puede jubilar un autónomo ha subido 113 euros al mes y se sitúa en 2.820 euros mensuales y dos pagas extra por la misma cantidad. Los topes aumentaron este año porque la primera parte aprobada de la reforma de las pensiones contempla la revalorización de las pensiones conforme al Índice de Precios al Consumo (IPC). El límite por abajo se queda en 638 euros, también en 14 pagas, que es la que cobraría los jubilados menores de 65 años con cónyuge no a cargo. Esto supone apenas 8.935 euros anuales.

Opciones de los autónomos para recibir pensión y trabajar

Mientras, en un contexto en el que mayoritariamente los autónomos eligen el retiro después de la edad ordinaria la Jubilación Activa es una de las mejores alternativas. Permite cobrar la pensión de jubilación contributiva y al tiempo se puede realizar cualquier trabajo por cuenta ajena o por cuenta propia con una serie de condiciones. Así, el acceso a la pensión deberá haberse realizado al menos un año después de haber cumplido la edad de jubilación ordinaria, por lo que quedan fuera los que anticiparon su retiro.

En el caso del retiro activo, la cuantía de la pensión de jubilación será equivalente al 50% del importe de la prestación reconocida, aunque si la actividad se realiza por cuenta propia -autónomos- y se acredita tener contratado, al menos, a un trabajador por cuenta ajena, la cuantía de la pensión compatible con el trabajo alcanzará el 100%. La disposición final sexta bis de la LGSS también prevé la posibilidad de que se amplíe a futuro esta compatibilidad del 100% a los trabajadores por cuenta ajena y al resto de trabajadores por cuenta propia.

Qué incentivos existen para la jubilación  demorada

Desde el 1 de enero, retrasar la jubilación más allá de la edad ordinaria puede resultar rentable. Entre las novedades de la nueva Ley se garantiza el poder adquisitivo de las pensiones y de otras medidas de refuerzo del sistema, está el incremento de los incentivos para prolongar tu vida laboral y retrasar la edad de jubilación, conocido como jubilación demorada. Según recoge la Seguridad Social, existe la posibilidad de recibir un pago único a tanto alzado por año de demora. El importe, que oscila entre 5.000 y 12.000 euros, varía en función de los años de cotización acreditados en la fecha de tu jubilación ordinaria. También es posible un porcentaje adicional del 4% por cada año completo cotizado después de cumplir la edad ordinaria.

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