¿Es suficiente la baja por maternidad en España? Así está en el resto de Europa

Tener hijos y formar una familia implica cambios significativos en la vida de cualquier persona, especialmente para las mujeres. El artículo 48 del Estatuto de los Trabajadores regula la baja por maternidad en España, un derecho que tienen las mujeres trabajadoras cuando dan a luz, adoptan, acogen o tutelan a un menor.

Desde tiempos inmemoriales, el nacimiento de un nuevo miembro en la familia ha sido un acontecimiento de gran importancia, por supuesto, en la actualidad sigue manteniendo su valor, pero además trae consigo una serie de desafíos tanto económicos como laborales. En el plano europeo, la protección a la maternidad y paternidad ha tenido un desarrollo desigual. En este artículo abordaremos el panorama de las prestaciones por maternidad y paternidad en España y su comparativa con otros países de Europa.

En España, la prestación por maternidad y paternidad está protegida por la Seguridad Social, proporcionando una licencia remunerada a los padres para cuidar de sus hijos recién nacidos. En términos específicos, la madre y el padre tienen derecho a un permiso de 16 semanas cada uno, siendo las primeras 6 semanas de obligado cumplimiento tras el parto. Esto representa una significativa mejora respecto a la legislación anterior, que sólo ofrecía 2 semanas a los padres.

Esta medida se implementó con la intención de promover una mayor igualdad de género en términos de responsabilidad parental. Además, este sistema no es transferible, es decir, cada progenitor debe hacer uso de su tiempo asignado, fomentando así una participación equitativa en la crianza del niño desde sus primeros momentos de vida.

La duración media del permiso de maternidad en España es de 20 semanas

No obstante, ¿estamos a la altura de Europa en términos de estas prestaciones? Para responder a esta pregunta, es necesario analizar el panorama europeo en general. Según Eurostat, la duración promedio del permiso de maternidad en Europa es de alrededor de 20 semanas, y la de paternidad es de alrededor de 8 semanas. Por lo tanto, en comparación con el promedio europeo, España se posiciona en un lugar bastante competitivo.

Por supuesto, existen países con políticas más generosas en este aspecto. Por ejemplo, en Suecia, los padres pueden compartir hasta 480 días de baja parental, con una remuneración del 80% del salario durante los primeros 390 días. Sin embargo, la realidad es que cada país tiene su propio contexto económico y social, y lo más importante es que las políticas sean equitativas y fomenten el bienestar de los ciudadanos.

Además, es importante destacar que, a pesar de las cifras, el verdadero desafío no sólo reside en la duración de las bajas, sino también en cómo se aplica esta política y en la flexibilidad para su uso. Por ejemplo, España permite dividir el tiempo restante tras las 6 semanas obligatorias como mejor convenga a los progenitores durante el primer año de vida del bebé, proporcionando una valiosa flexibilidad que en otros lugares no se ofrece.

España ha realizado avances significativos en términos de protección de la maternidad y paternidad, y se encuentra a la altura de muchos países europeos. Sin embargo, hay siempre margen para el crecimiento y la mejora, y es crucial mantener la mirada en el futuro para asegurarse de que las políticas de maternidad y paternidad continúen evolucionando de manera que respalden a las familias en su camino por la paternidad. En definitiva, es un reto constante, donde la meta no es superar a los demás países, sino garantizar que nuestras familias cuenten con el apoyo que necesitan en este período tan importante de sus vidas.

¿Quién paga la baja por maternidad?

El Instituto Nacional de la Seguridad Social es el encargado de pagar la baja por maternidad, la cual se solicita directamente en la Seguridad Social. 

Es importante tener en cuenta que, aunque se reciba esta prestación, se sigue teniendo la obligación de cotizar. En la nómina se deducirán las aportaciones correspondientes a la Seguridad Social, formación profesional y desempleo, mientras que la empresa solo se responsabiliza de las aportaciones empresariales.