El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha lanzado una advertencia a la vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, este lunes, durante su comparecencia ante la Comisión de Presupuestos del Congreso de los Diputados para valorar el proyecto presupuestario del Ejecutivo para 2022: en un contexto de recuperación económica todavía incipiente, resulta fundamental mantener los mecanismos de ajuste empresarial que eviten efectos persistentes de esta crisis en el tejido productivo a medio y largo plazo.
En pleno debate sobre la reforma laboral, que ha provocado una intensa crisis en el seno del Gobierno, el máximo responsable del BdE ha advertido al Ejecutivo de que la política económica debe facilitar la adaptación de las empresas a la nueva realidad provocada por la pandemia, lo que exige "permitir el uso de los mecanismos de ajuste que proporciona la legislación, en particular la laboral, y que estos se adapten a las condiciones específicas de las empresas", ha reclamado De Cos en sede parlamentaria.
Estas declaraciones del 'jefe' del supervisor llegan en pleno terremoto interno en el Gobierno por la reforma laboral, tras haber exigido la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, tomar las riendas de este tema que, en primera instancia, compete al departamento de Yolanda Díaz. Desde Unidas Podemos, formación que lidera la titular de Trabajo en la coalición, han denunciado una "injerencia" directa de Calviño en esta materia y la propia Díaz ha insistido este fin de semana en que derogará la legislación del PP, un enfoque que no comparte la responsable del área económica del Gobierno.
El gobernador no ha eludido la pregunta sobre la eventual derogación de la reforma laboral de 2012 y ha reiterado que el BdE la consideró positiva en términos de capacidad de creación de empleo en un momento complejo. Aunque ha admitido que la norma no solucionó los problemas persistentes del mercado de trabajo, como la temporalidad, el paro de larga duración o las deficiencias en la formación, ha pedido mantener la "flexibilidad" y la "capacidad de adaptación" que otorga a las empresas en una coyuntura como la actual, en la que se van a producir importantes "reasignaciones" entre sectores, y ha hecho referencia específica a la prevalencia del convenio de empresa y a los denominados 'descuelgues'.
De Cos ha pedido, por un lado, mantener los mecanismos de ajuste empresarial y, por otro, mejorar los procedimientos de reestructuración de deudas para facilitar la supervivencia de las empresas viables con problemas de solvencia, así como la "salida ordenada" del mercado de aquellas con problemas de viabilidad. Precisamente, el gobernador del Banco de España ha insistido en la necesidad de focalizar las ayudas en "revertir el deterioro de la situación de solvencia generado por la crisis en las empresas que se consideran viables" y ha denunciado que se han detectado "algunos problemas" en la ejecución del programa de ayudas aprobado en primavera "que deberían ser resueltos con prontitud".
Precisamente, el eventual impacto de la crisis sobre el tejido productivo a medio y largo plazo es uno de los elementos de incertidumbre que se ciernen sobre la economía española, al que se suman la propia evolución de la pandemia y elementos como las presiones inflacionistas y el deterioro del comercio mundial, así como la ejecución de los fondos europeos. En este contexto, y tras la revisión de la evolución del PIB por parte del INE, De Cos ha avanzado que el Banco de España llevará a cabo una rebaja de sus proyecciones a finales de año, cuando le toca revisarlas.
De este modo, el gobernador ha echado un jarro de agua fría sobre las optimistas previsiones que mantiene el Ejecutivo sobre la evolución de la economía española este año, recordando que el consenso de los analistas han optado por rebajar sus expectativas, y ha adelantado que el Banco de España llevará a cabo una "revisión significativa a la baja del crecimiento del año corriente" en el mes de diciembre, tal y como ya han hecho a estas alturas otros organismos y entidades como BBVA Research.
Más allá de las previsiones, en cuanto a la política fiscal, De Cos ha pedido un apoyo "más selectivo" en 2022, centrado en las empresas y grupos poblacionales en los que aún se dejan sentir las consecuencias de la crisis, ante la doble necesidad de minimizar el impacto sobre los desequilibrios presupuestarios en un contexto en que estos han aumentado de manera muy significativa durante la crisis y de asegurarse de que las políticas económicas no entorpecen la necesaria reasignación de recursos. "Por ello, es importante que las medidas sean temporales para no aumentar adicionalmente el déficit estructural", ha recomendado al Gobierno.
Cuidado con indexar partidas al IPC
En este sentido, De Cos ha lanzado otra advertencia, en este caso al ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá, al pedir "evitar el uso generalizado de cláusulas de indexación automáticas en las partidas de gasto que pudieran alimentar adicionalmente el actual proceso inflacionista". Una recomendación que llega cuando el Gobierno acaba de ligar las pensiones a la evolución del IPC de manera permanente y cuando todavía no se ha aprobado el mecanismo de ajuste (de equidad intergeneracional) que pueda compensar el exceso de gasto.
"El necesario apoyo a las familias vulnerables frente al episodio inflacionista debe acompañarse de una reflexión profunda sobre las potenciales deficiencias estructurales que podrían haberse evidenciado en el funcionamiento de nuestro mercado energético durante el episodio actual", ha reflexionado De Cos, que ha pedido a empresas y trabajadores "interiorizar la naturaleza fundamentalmente transitoria de algunos de los principales factores que están detrás del actual repunte de los precios y buscar un reparto equitativo de la merma de rentas de la economía nacional frente al resto del mundo que implican los aumentos de costes recientes, en muchos casos concentrados en bienes y servicios que nuestra economía requiere, pero no produce".
En cualquier caso, ha advertido de que cuanto mayor sea la duración de este escenario de repunte de los precios, mayor será la probabilidad de que el aumento de la inflación gane persistencia, tanto porque los aumentos de costes se filtren con mayor intensidad a los precios finales como porque el alza de estos dé lugar a mayores demandas salariales. "Este eventual escenario no tiene, sin embargo, un carácter inevitable. Por el contrario; las actuaciones de los agentes económicos nacionales –tanto en el ámbito público como privado- pueden contribuir a reducir su posible incidencia", ha zanjado De Cos.
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