La brecha se extiende al ocio: ¿por qué las mujeres salen menos que los hombres?

  • Las diferencias salariales y de responsabilidades entre hombres y mujeres han dado lugar a que ellas disfruten de menos tiempo libre.
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Una hora y 37 minutos. Cada día. Todo el año. Ese es el tiempo del que cada española no dispone para poder realizar cualquier tipo de actividad que entre dentro de la categoría de ocio, desde dar un simple paseo a ir al gimnasio o a cenar fuera. Mucho se habla de la brecha salarial, que poco a poco se va estrechando, pero hay otra abierta de la que apenas hemos escuchado hablar hasta ahora. Se trata de la brecha de ocio, la cual pone en evidencia el menor tiempo libre del que disfrutan las mujeres.

Ha sido el clúster ClosinGap, formado por nueve compañías españolas entre las que están Inditex, Repsol, Mapfre o Mahou, el que ha puesto el tema encima de la mesa con un estudio presentado esta semana sobre el coste de la desigualdad de género en el ámbito del ocio. Porque el hecho de que las mujeres dispongan de menos tiempo para salir tiene una repercusión en la economía española.

Este cuarto estudio de ClosinGap analiza el coste de oportunidad de la brecha de género y está impulsado por Mahou San Miguel y Solán de Cabras, al haberse centrado en el ocio -cada compañía pone en marcha uno en función del sector al que se dedica-. El informe expone que, en el caso de la brecha de ocio, no existen causas biológicas que determinen la mayor o menor disponibilidad de tiempo libre del que disfrutan hombres y mujeres. Es decir, que no tiene nada que ver con algún tipo de diferencia natural. Hablamos pues de que las causas "están concentradas en los roles que, por condición de género existen en la sociedad, tanto en las esfera pública como en la privada", expone Patricia Leiva, directora de Relaciones Institucionales y Comunicación Corporativa de Mahou San Miguel, impulsora del estudio.

Y es aquí donde aparece la palabra conciliación, tan de moda en estos momentos pero que todavía es una utopía para muchas personas en todo el mundo. Según la OCDE y el INE, las mujeres españolas dedican dos horas diarias más de media a las tareas del hogar y el cuidado de la familia que los hombres, lo que se traduce en menor tiempo libre que dedicar a actividades de ocio. En concreto, más de una hora y media menos diariamente. Al año, el estudio cifra en más de 4.000 millones de horas menos al año perdidas, lo que equivale a todas las que se trabajaron en la industria manufacturera española en 2018.

Y esto tiene su repercusión en la economía. Según ClosingGap, si se profesionalizaran los 11,1 millones de horas al día que en España las mujeres dedican a las tareas del hogar, se crearía un valor económico de 23.190 millones de euros anuales, "lo que equivale al 2% del Producto Interior Bruto (PIB)", señala Leiva. Pero no solo hablamos de menor tiempo libre, también de menor calidad, pues las mujeres que son madres suelen dedicar su tiempo libre a sus hijos. 

Brecha de género en la vida social

También surge aquí lo que se ha dado en llamar 'brecha de género en la vida social', que hace referencia a las actividades que implican una relación con los demás. En este sentido, los españoles dedicamos el 14% del tiempo libre diario a relacionarnos con los demás (un 15% los hombres y un 13% las mujeres), si bien la diferencia se dispara en las edades más tempranas, pues los hombres de entre 16 y 22 años tienen 22 minutos más al día que las mujeres para su vida social, unos 10 minutos más que en edades más adultas, donde la brecha está en unos 13 minutos diarios.

Teniendo en cuenta que es en los establecimientos dedicados a la hostelería -bares, cafeterías, restaurantes, discotecas, etc- donde se desarrolla la vida social, también existe un impacto económico de esta brecha. En concreto, de 330 euros al año. Esa es la diferencia media en el gasto en restauración en los hogares encabezados por hombres y los encabezados por mujeres. Y, habiendo en España 6,2 millones de hogares en los que está al frente una mujer, se traduce en una pérdida de más de 2.000 millones anuales para la hostelería.

Del bar... al Ibex

La desigualdad está en el bar... y también en el Ibex, donde las mujeres no ocupan ni el 20% de los puestos de dirección. Esto significa que ocho de cada diez cargos clave en la toma de decisiones de las 35 empresas españolas con mayor capitalización bursátil están ocupados por hombres. Según ha dado a conocer la CNMV esta misma semana ellas solo se sientan en el 19,9% de los puestos de los consejos de administración y apenas alcanzan el 16% de los puestos directivos, cifras muy alejadas de los objetivos que fija el Código de Buen Gobierno para 2020.

El Ibex tiene los deberes sin hacer, pero estos demoledores datos son solo el reflejo más evidente de un mercado laboral absolutamente impregnado de desigualdad de género. Hay menos afiliadas que afiliados a la Seguridad Social, más paradas que parados en las oficinas de empleo, mayor temporalidad y parcialidad en sus contratos y, en consecuencia, ellas acaban cobrando peores sueldos y pensiones más bajas.

La brecha salarial la han cifrado innumerables organismos y oscila entre el 15% y el 30% habitualmente. Con los datos más depurados, atendiendo a la retribución bruta por hora trabajada, la agencia estadística europea Eurostat sitúa el 'gap' en el 14,9%. Sin embargo, la comparación de los ingresos salariales medios que registra la Agencia Tributaria eleva esa desigualdad hasta nada menos que el 29,3%. En otras palabras, las mujeres cobran 4.849 euros menos al año que los hombres.

El escenario en el mercado laboral es desolador en este sentido. Para darle la vuelta, el Gobierno de Pedro Sánchez aprobó el pasado mes de marzo el decreto de medidas para la igualdad de trato y de oportunidades en el empleo y la ocupación. Se amplió el permiso de paternidad, se introdujo la obligación de la elaboración y registro de planes de igualdad en las empresas y se aprobaron medidas para favorecer la conciliación de la vida laboral y familiar. Todo para revertir los elevados costes de la desigualdad, para el bolsillo y para la sociedad.

Una realidad que desde ClosinGap quieren visibilizar "para generar debate e impulsar el cambio". Como sostiene la directiva de Mahou San Miguel el objetivo es que la brecha de género, sea en el ámbito que sea, se reduzca, "y en eso te tenemos que trabajar todos. Desde las empresas tenemos un papel clave y debemos impulsar y fomentar mejoras para que así sea”.

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